Capítulo 8: Cómo usar un columpio

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Harry

Todos los adultos hablaban y reían y estaban a su rollo y él se aburría mientras veía con Niall actuaciones musicales enlatadas en televisión. Niall miraba la tele apoyado en su pecho, Harry sospechaba que medio dormido.

-¿Te apetece que salgamos a dar un paseo?

-¿A la una menos cuarto de la madrugada? -preguntó Niall. -¿nos dejarán?

-No sé, pero necesito un poco de aire.

Se levantaron. Aunque Anne y Maura se extrañaron, accedieron a que dieran un paseo.

Harry cogió del armario los chaquetones de invierno y dos beanies de lana, y salieron.

La noche estaba clara y despejada, pero fría como polar. Inconscientemente Harry estiró la mano y apretó a Niall contra él. Niall le rodeó la cintura.

-Jesús, que frío, Harry, sólo a ti se te ocurre.

Harry se rió.

-Luego te compensaré.

-Han sido las mejores Navidades de mi vida. En serio. -dijo Niall.

-Son las primeras de muchas -Harry le dio una patada a una piedra.-Siento haber estado tan gruñón las últimas semanas.

-No importa. -dijo Niall, y lo decía con sinceridad. Empujó a Harry con la cadera -Ha sido mucha presión.

-Al menos convivir con los chicos no es tan malo.

-Excepto por Louis -dijo Niall, agachando la cabeza. Harry le miró sorprendido.

-No puedo creer que sigas con eso.

-No me trata bien -dijo Niall, un poco farfullando.

-Yo creo que le tienes manía -dijo Harry.

-Vale. -Niall se cubrió la boca con la cazadora y Harry se detuvo.

-No, no vale, Ni. -dijo cogiéndole por los hombros -Ya te he dicho que no me gusta. Que me gustas tú. Y no veo que te trate muy diferente a los demás. Sólo es especial.

Niall le miró a los ojos.

-Contigo siempre es divertido y encantador. Por eso no puedes ver cómo me habla y cómo me mira.

-Niall, yo creo que estás celoso y confundido.

-Me mira cómo si supiera mi secreto. Ya sabes, que soy tu novio y que te quiero. Y siempre me trata de una manera desagradable.

-Si dejas de verlo con malos ojos, dejarás de agobiarte. Ni siquiera has hablado con él.

-No lo necesito.

-Bueno,  Niall, haz lo que quieras pero no dudes de mí.

Niall

Harry no comprendía. Todo el mundo era amable y divertido con Harry, y él era dulce y cariñoso con todo el mundo, y no estaba acostumbrado como Niall a captar en la gente las señales de rechazo.

Niall no era idiota. Sabía que Louis le odiaba. Y sabía porqué.

Porque Louis, por mucho que hablara de mujeres, se moría por tener lo que Niall tenía: a Harry Styles.

Pero ahora no podía hacérselo comprender a Harry y la noche era demasiado hermosa.  Se besaron y siguieron caminando.

-A este parque venía siempre de pequeño -dijo Harry corriendo hacia los columpios. Niall se rió y le siguió. Harry le hizo una señal para que se sentara en su regazo. Se balancearon con suavidad.

Conociendo La famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora