Capítulo 32: La verdadera cara de Louis

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Harry esperaba con impaciencia en la puerta de la sala de espera del médico. El mismo sábado había llamado por teléfono a su madre. No era mayor de edad y no podía pedir la cita solo. Y desde luego no iba a consultar con Modest su necesidad de acudir a un psiquiatra.

Así que allí estaba ahora, una semana después, esperando a ser atendido por una tal doctora Smithson, en su consulta particular en el barrio de Chelsea.

Su madre le acompañaba pero entró sólo. Se había negado a que Niall fuera. Todo eso le daba mucha vergüenza.

¿Por qué era tan débil?¿Por qué no podía sólo ignorar a Louis?

La doctora fue amable. Pero estaba claro que creía que era el típico caso de estrés. Chico joven que inicia una carrera. 

-Tranquilo, Harry... Es normal que el estrés...

-No es sólo estrés -Harry se abrazó a sí mismo -podría con el trabajo. Es todo...

-Seguro que con unos ejercicios de relajación...

-He perdido seis kilos este mes. Sólo duermo bien los viernes y sábados y es porque estoy con mi novio. Por semana duermo como una media hora o una hora, eso si no tengo pesadillas. Por el día a veces me quedo dormido sentado, pero llega la noche y me llegan los miedos.

-¿Qué miedos? ¿A tu sexualidad?

Harry la miró y frunció el ceño.

-No entiende nada. -hizo ademán de levantarse. Ella cruzó las manos.

-Harry, explícamelo.

Harry se sentó de nuevo.

-Hay un chico en mi banda. Él me ha hecho sentir incómodo, y a mi novio -Harry se aceleró. Todo salió como si no pudiera detenerlo. El casi beso en su cumpleaños. La amabilidad con que le había tratado siempre, las dudas cuando las fotografías. La intoxicación y sus temores. - él me da miedo. O me da miedo lo que pueda suceder si no mantengo la guardia. Casi muero por esas pastillas. Pero él actúa como si nada, y yo empiezo a pensar en que no soy más que un vanidoso. Luego recuerdo lo que pasó y no sé...

-Si no te sientes cómodo con él, deberías irte.

-Sabe que Niall es gay y que es mi novio. Tiene fotos.

-Harry, no puedes dejar que un chantaje te mantenga en esa situación.

-Ese es el problema. Él ni siquiera ha vuelto a comportarse raro. -Harry tomó aire -llego a casa y no puedo dormir. Entonces espero, y cuando creo que se ha dormido me levanto y lo compruebo. Y entonces digo voy a dormir. Pero no. No me duermo. Entonces empiezo a pensar.

-¿En qué, Harry?

-Todo. ¿Y si yo no merezco tanta molestia como creo? ¿Por qué firme ese contrato para ocultar mi sexualidad, y con eso negando a mi novio, que es lo que más quiero?¿Y si sigo sin dormir y Niall se cansa de mi? ¿Merece todo la pena? -Harry tragó saliva -y cosas así... Y de repente es de día.

-Ya comprendo.

-Y casi no me apetece hacer el amor. Tengo 17 años y prefiero dormir a hacer el amor.

-Eso es cansancio y... Harry, tienes todos los síntomas de una depresión.

Harry se mordió el labio.

-Quiero que todo mejore.

-Deberías salir de esa casa, pero... De momento vas a tomar una medicación.

La psiquiatra mandó pasar a Anne para que autorizase la medicación. Harry miró un poco a desgana las recetas, pero fue con su madre a la farmacia y prometió volver a la psiquiatra en un mes.

Fue más tarde ya en casa cuando decidió revisar los prospectos de la medicación. Y se asustó un poco.

Entre los efectos secundarios estaban la pérdida de concentración y de deseo sexual. Justo las dos cosas que menos necesitaba. Tenía que estar centrado y desde luego que seguir dándole a Niall el poco sexo que aún le daba.

Así que escondió las pastillas y decidió que seguiría luchando por su cuenta.

Niall

Estaba más tranquilo después de saber que Harry había acudido al psiquiatra.

La primavera era preciosa en Londres, Harry se pondría bien, Louis parecía haberles dejado en paz de momento y sus compromisos como grupo parecían firmes.

Todo iba a mejorar.

Louis

Niall parecía demasiado feliz. Como si no se acordase de sus amenazas o peor, le diese igual.

Luego estaba la nena de Harry. No se acercaba a menos de un metro suyo y Louis estaba empezando a obsesionarse de nuevo con él. Siempre parecía asustado y distante.

Con Zayn no había vuelto ni a hablar. Le había impresionado mucho su actitud.

Esa noche se fijaba en Harry. El estaba viendo la televisión cuando Harry entró de la calle.

-Buenas noches. Ya he cenado, me voy a la cama.

Louis le miró.

-Nunca hablas conmigo.

-Estoy cansado -Harry fue corriendo a su habitación.

Louis sintió un acceso de rabia. Y entonces pensó que lo mejor que podía hacer era salir y..

Se dirigió al club donde solía acudir. Como siempre, al chico que se parecía a Harry.

Que al verlo se puso en cuatro patas y sacó su móvil.

Louis sintió un acceso de rabia y se dispuso a follárselo haciéndole daño, como se merecía él y la gente como él. Como se merecía Harry.

Pero la erección se le bajó y no lograba ponerse todo lo firme que debía. Sintió rabia.

Y golpeó a ese puto de mierda.

-¡Es por tu culpa y de todos los putos maricones como tú!

Le dio patadas en las costillas, todo lo que pudo, hasta que alguien lo apartó.

Y aún seguía gritando.

Conociendo La famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora