Capítulo 33: Los trucos de Harry

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Harry

Harry se encontró con que esconder la medicación o deshacerse de ella era tremendamente fácil. Delante de Niall no tenía que tomar ninguna, excepto cuando dormía con él.

Y entonces era tan fácil como esconder las pastillas en el bolso de su pantalón, o en la basura debajo de lo demás, o por cualquier sitio.

Era lo mejor. Su concentración ya no era buena y debía recordar letras, citas, cosas. Y no podía perder aún más deseo sexual.

Le parecía mentira que hubiera habido una época en la que él y Niall hicieran el amor todos los días y en cualquier lugar. Ahora sólo lo hacían los sábados y los domingos por la mañana, cuando Harry despertaba. Niall ya no había vuelto a intentar tener sexo por la noche. Harry se dormía nada más poner la cabeza en la almohada. E incluso para Harry hacer el amor esos dos días se había convertido en una obligación. Le costaba excitarse y le costaba llegar al orgasmo, pero no podía negarle a Niall más de lo que ya le negaba.

A veces por semana lograban tiempo libre pero Niall ya nunca le proponía hacer el amor. Salían a pasear, iban a Notting Hill a comer o ver la tele, y Harry echaba una pequeña siesta. Niall se limitaba a besarle y acariciarle.

Niall

Harry no mejoraba como él esperaba. De hecho, estaba peor.

Mientras dormía hablaba en sueños y se quejaba. A veces intentaba volver a ser sonriente y encantador, pero su sonrisa no llegaba a los ojos.

Niall sufría una enorme frustración porque sentía que no sabía como ayudarle y que Harry no compartía con él como se encontraba.

A veces notaba un cambio en su expresión, como su rostro se cubría de sudor o sus pupilas se dilataban, respiraba más rápido o se frotaba las manos. Le preguntaba si estaba bien y él se limitaba a sonreír y decirle que claro que si.

Harry siempre llevaba una botella de agua de la que bebía pequeños sorbos, mascaba chicle o algo similar.

Y se negaba a hablar del tema.

Luego estaba la frustración sexual. Peor aún porque vivía con Zayn y Liam.

Que no paraban de hacer el amor como... Como el antes, joder.

Miró su cacao con disgusto. Por lo acelerado de los gemidos de Liam, estaban a punto de acabar. Bebió un trago mientras Liam gritaba como un poseso. Al fin terminaron y Zayn salió a por algo para desayunar.

Niall miró el fondo del vaso. Lo que daría por poder echar un polvo con Harry en ese momento. En cualquier sitio. Como fuera.

Louis

Pagar a ese prostituto para callarse había costado mucho dinero y algunas amenazas. Le había fracturado una costilla y eso le había traído algunos problemas pero David le había ayudado.

Eso sí, no podía volver a ese club.

Vio a Harry entrar en la cocina y detenerse al verlo. Luego entró y cogió una botella de agua.

Harry

Necesitaba beber agua. El nudo de la garganta no le dejaba tragar, y casi ni respirar. El agua ayudaba. Bebió dos tragos más.

-Pareces nervioso -Louis sonrió.

Harry negó con la cabeza.

-Estoy bien, a punto de ir a dormir.

Louis sonrió ampliamente, se acercó y le apretó los hombros.

-Estás tenso.

El miedo le estalló a Harry. Se apartó.

-Estoy muy bien, ¿vale?

-Como quieras. Hoy vendrá una amiga.

-¿Una amiga?

Harry se fue a su habitación y cerró la puerta.

Se tumbó en la cama y cerró los ojos. Louis tendría compañía. El podía descansar.

Pero no. Dio vueltas en la cama. Sacó el móvil y comprobó los mensajes. Niall.

"Te echo de menos"

"Yo también" envió. Entonces sintió la puerta abrirse, una chica hablando. Y luego ruidos en la habitación de Louis. Era muy desagradable sentir a Louis hacer eso.

Sacó el móvil, pensando en llamar a Niall pero para decirle qué. La habitación parecía hacerse más pequeña y el aire irrespirable. No podía respirar. Buscó su botella de agua pero las manos le temblaban. Mierda. Mierda.

No podía con nada de todo eso. Marcó rápido el teléfono de Niall pero no respondía. Debía dormir.

Se levantó, se vistió, pero luego no supo donde ir. No quería salir de ahí y ver a Louis. De verdad no podía respirar.

No supo cómo sucedió pero de repente tenía todas las píldoras que había ido escondiendo distribuidas sobre la cama. Y las miraba como si fueran su única salvación.

Cogió una y la bebió con un trago de agua. Y luego otra. Entonces sonó su teléfono. Era Niall.

Mierda... ¿Iba a hacerle esto a Niall?

Cogió todas las pastillas y las tiró por la ventana, lejos de él. Luego cogió el teléfono.

-Hola, mi vida...

-Son las doce. ¿Todo bien?

Harry sonrió. Había tomado dos tranquilizantes y una especie de sopor suave le estaba invadiendo. Y estaba la voz de Niall.

-Sí, sólo... Te echaba de menos.

-Ay, amor... Suenas raro.

-Dos calmantes... Me da sueño, Niall. ¿Me hablas un rato?

Sintió la voz de Niall como un arrullo hasta que se durmió. El problema fue que quien le despertó fue Louis.

-¡Harry, son las ocho!

Harry se sentó. Le dolía la cabeza. Y mierda, no había sentido a Louis entrar. Definitivamente no podía volver a tomar esa medicación y no lo haría.

Además el día no fue bien. Hasta la tarde estuvo como medio dormido. No recordaba bien el texto de su trozo de canción.

Mierda, era tal y como decía en el prospecto de los medicamentos.

Se dirigió al baño para mojarse la cara y sintió la puerta cerrarse. Niall le miraba y sonreía.

-Unos baños... Como antes.

Harry apenas le vio venir y lo tenía encima. Sus labios ansiosos, sus manos buscándole.  Suspiró. No iba a funcionar...

-Te echo mucho de menos y no puedo esperar al sábado. Me masturbo pensando en ti al menos dos veces antes de dormir...

Harry jadeo. De repente estaba excitado.  Niall le acorraló contra los azulejos y Harry gimió. Por un momento estuvo a punto de perder la erección, pero Niall le estaba acariciando y se mantuvo firme.

Niall abrió uno de los baños y le puso sobre él.

-Como al principio -dijo.

Sentía su erección clavada en su abdomen. Harry sollozó mientras Niall le bajaba el pantalón.

-No traigo lubricante -dijo Niall.

-No importa.

Niall le movió y le encajó. Harry jadeó. Sí... Podría ser... Podría llegar...esta vez.

Niall le movió, y Harry siguió los movimientos y súbitamente, muy rápido, estalló. Niall le siguió.

-Ha sido genial.

Harry se lavó un poco y se vistió como atontado. De cero la noche anterior a cien ahora pero no se sentía tan feliz como debería. Aunque Niall estaba muy cariñoso y eso le hacía sentir feliz.

Eran demasiadas emociones y estaba sobrepasado.

Conociendo La famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora