Capítulo 20: Porque eres mío

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Niall
Se quitó la chaqueta al entrar en casa. Estaba lloviendo y tenía el pelo algo mojado. Los demás también entraron, se había hecho tarde y pronto estaría lista la cena, así que estarían allí metidos todos, incluido Louis.
Se dirigió a la habitación. Harry entró tras él de inmediato. Niall se giró hacia él.
-Deberías ir y preparar tu maleta.
-Casi no tengo cosas que guardar.
Niall le miró en silencio. Harry se acercó más a él y le tocó la mejilla y la mandíbula. Niall cerró los ojos, le agarró del cuello y le besó. Harry suspiró y le devolvió el beso. Apartó la cara y suspiró.
-Creí que estabas enfadado.
-No estoy enfadado contigo -dijo Niall.
-Un poco si..
Niall le miró fijamente y Harry se acerco a besarle de nuevo, agarrándole el trasero con las dos manos. Niall le sujetó las manos.
-Aquí no.
Harry apartó la cara, confuso.
-¿No quieres acostarte conmigo?
Niall iba a responder, cuando se sintió la voz de Louis hablando y riéndose con esa odiosa voz de pito.
-No aquí, no bajo el mismo techo que el.
Harry parpadeó, sorprendido.
-Cerraremos la puerta.
-No. Si quieres, vamos a Notting Hill
Harry miró el reloj, abrió la boca, luego miró a Niall.  Le conocía y sabía cuándo una decisión estaba tomada.
-De acuerdo -dijo con voz estrangulada. Con miedo, pero decidido a seguir a Niall.
-Coge una chaqueta.
-¿Ahora? Pensé que después de que se fueran a dormir...
Niall le miró y no dijo nada. Harry le siguió. Los otros estaban en el salón. Niall cogió su chaqueta y miró hacia los sofás donde estaban sentados los demás.
-¿Vas a salir? ¿Vas al Starbucks? ¿Puedes traerme un capuccino? -dijo Liam.
-Voy a salir -dijo Niall. -no volveré a dormir hoy. Y Harry tampoco, ¿verdad, Harry?
Harry le miró asustado, pero asintió con la cabeza.
-¿No volverás...? Niall, tenemos hora de llegada, y lo sabes -se atrevió a decir Liam.
-Soy mayor para trabajar doce horas, así que no veo el problema en dormir fuera de casa -dijo Niall subiendo la cremallera de su chaqueta.
-¿Y cuándo llamen y pidan que nos pongamos al teléfono para asegurarse de que todos estamos en casa? -preguntó Louis dándole una calada a su cigarrillo.
-Pues diréis que estamos muy cansados y dormidos.
-De acuerdo, pasadlo bien. -dijo Zayn tumbándose hacia atrás.
-¿Liam?
-Joder, como nos pillen... Vale, diremos eso.
Niall miró a Louis, retándolo en silencio.
-¿Louis?
Se miraron en silencio, un silencio hostil cargado de intenciones. Louis apretó los labios y luego su rostro cambió, miro a Harry y sonrió.
-Por supuesto. Para eso están los amigos.
Niall se giró hacia la puerta y salió, cogiendo a un Harry aun confuso de la mano.
Louis
Deseaba echarlo a gritos. Hijo de puta mariconazo el rubio, se había ido con todo atrevimiento y le había retado delante de todos. Pero él era mas listo.
-Yo también salgo. No soy menor, no tengo que dar explicaciones.
Cogió un taxi y se dirigió al club donde trabajaba el chico que se follaba. Estaba alterado y el sexo con David le había dejado insatisfecho. Lo que necesitaba era follarse a ese chico.... Y a un rubio, se follaría a los dos.
Liam
Aquello era una locura, y Zayn parecía muy tranquilo al respecto. Liam estuvo nervioso y casi sin ser capaz de nada hasta que sonó el teléfono.
No había podido ni cenar.
Zayn le miró fijamente cuando el sonido del teléfono rompió el silencio.
-Dejame a mi -cogió el teléfono. -soy Zayn. Todos estamos en casa. Esta todo bien.... No, no pueden ponerse ninguno. Vamos, ya sabes que nunca te mentiría... Hasta mañana.
Liam le miró, sorprendido. Había sonado tranquilo y creíble. No había parecido que estaba mintiendo descaradamente.
Niall
Iban en el taxi, que rompía la oscuridad de las calles de Londres mientras las gotas de lluvia golpeaban con fuerza el techo del coche. Harry iba en silencio, aunque había estirado la mano y le rozaba la suya.
Era la ultima noche, última maldita y puta noche antes de que se fuera a vivir a ese piso con Louis. Niall respiró hondo, recordando una de sus primeras conversaciones, cuando aun no se llamaban "novios" el uno al otro, cuando los besos ya eran todo un descubrimiento. Aquello de irse a vivir juntos a un piso en Londres. Bien, ese sueño no lo iba a cumplir con él.
<No es su culpa, está confuso> le dijo una voz en su cabeza, pero a la vez deseaba gritar hasta echar fuera toda la ira y el dolor. Le apretó la mano a Harry y reconoció los edificios de la calle de su...
No era su casa. Era sólo el escondite donde follaban.
<No pienses eso, no pienses eso>.
Era su piso, era como su otra casa. El coche se paró y la lluvia arreció más fuerte, como si el tiempo estuviera de acuerdo con el humor de Niall, como si estuviera tan furioso como él...
Harry sacó la cartera y buscó un billete. Niall le empujó con suavidad la espalda y salieron del coche.
Corrieron bajo la lluvia, el uno pegado al otro. Niall metió la llave y abrió el portal, tirando de Harry, que sacudió la cabeza, empapado.
-Estoy congelado -dijo Harry. Comenzaron a subir las escaleras -hoy no hablas, Niall.
-Vamos, sube. Estoy empapado. -dijo Niall tocándole la espalda.
Abrió la puerta del piso. Al fin, en un lugar tranquilo y seguro. Harry comenzó a quitarse la chaqueta y Niall le acerco a él y le besó.
-Ahora sería genial poder darnos un baño caliente, juntos. -dijo Harry.
-No tenemos bañera -dijo Niall, quitándole la sudadera. Harry tirito un poco -vamos a la cama, estamos empapados y hace frío aquí.
Entraron en la habitación. La cama estaba medio deshecha, se quitaron rápidamente la ropa empapada y se metieron bajo el edredón. Niall empujó las sábanas fuera de la cama, luego pondría unas limpias. Acercó a Harry a él y los cubrió a ambos con el edredón. Se pegaron el uno al otro buscando calor.
-Deberíamos haber cogido un paraguas -dijo Harry sonriendo, pero ya los dos iban entrando en calor. Permanecieron un rato solo allí abrazados, Harry con la cabeza acurrucado contra el pecho de Niall, que le acariciaba despacio la espalda, hasta que ya no sentían el frío. Niall intentaba poner la cabeza en blanco, pero la tenia llena de dudas y pensamientos. Un trueno interrumpió sus pensamientos y Harry le miró.
-Estás enfadado... ¿verdad?
Niall no le respondió. Atrapó sus labios y le besó con fuerza. Le tumbó bocarriba, poseyéndolo con sus besos. Harry le rodeó las caderas con las piernas y jadeó, y entonces sonó un trueno aún más fuerte y un rayo, y se fue la luz.
Lo cual no les molestó demasiado.
-No veo nada -se rió Harry.
-Se ha ido la luz en la calle -dijo Niall. Era la primera vez que estaban haciendo el amor absolutamente a ciegas, sin ni siquiera un poco de luz de la ventana.
Pero sus manos ya se conocían bien.
Harry
Estaba enfadado. Niall no lo decía, pero estaba enfadado. <Tiene que entender que lo hago por los dos>, pensó, y ya no pudo pensar más.
La oscuridad hacia excitante la situación. No podía ver la cara de Niall, su expresión o sus ojos, pero notaba aun con más nitidez las caricias de sus manos, el roce de sus piernas, sus labios contra su cuello.
Niall
No sabia muy bien lo que pensaba... Pero tenia que dejar su marca, era necesario para el, para su instinto, demostrar que Harry era suyo... Aunque en esos momentos su cabeza era pura confusión... Lo amaba con la vida.... Y en momentos como ese lo odiaba con la misma pasión con que lo amaba...
No, eso no era correcto. <No lo odio, nunca podría odiarlo, haga lo que haga, porque mi corazón ya ha elegido por mi...porque mi corazón sabe que es él>.
Esa era su cruz y también su salvación, el hecho de que su corazón hubiera elegido a ese chico por encima de todos las demás personas en la tierra. Le acarició tocándole por todo su cuerpo, deslizando sus dedos con suavidad por su cadera, buscando la erección entre sus piernas. Notaba la presión de su pene erecto contra su barriga, el tacto de su colgante de mariposa... No podía verlo pero si sentirlo, sentir su cuerpo en la plena oscuridad.
Harry le detuvo e intentó moverlo, le instó a tumbarse bocarriba.
-Déjame...  -dijo empezando a bajar con la clara intención de tomarle con su boca.
-No, Harry, déjame a mi...  -le detuvo con suavidad, le levantó mientras con su otra mano le acariciaba el pelo,e invirtió los papeles. Le dio la vuelta a Harry y buscó con sus dedos, introduciendo un par de ellos allí donde necesitaba marcar mas a Harry, donde nadie mas que el había entrado y donde nadie mas debía entrar, nunca. Harry jadeo y contuvo un quejido. Niall se detuvo, recordando las palabras de su novio <mi novio, mi novio, mio, mio y no de Louis> esa misma mañana, acerca de su mucha actividad sexual en los últimos días, y que por tanto estaba dolorido.
Harry
Notaba el tacto áspero de la almohada relavada en su mejilla y el peso del cuerpo delgado pero fibroso de Niall sobre él. Aún tenía sus dedos en su interior. Harry dejó salir el aire y su cuerpo parecía estar luchando entre las terminaciones nerviosas que se quejaban del dolor y las que parecían decididas a que eso era el mayor placer del mundo. Estuvieron aproximadamente treinta segundos así, quietos. No podía ver nada. Nadie decía nada. Solo ruido de lluvia contra el cristal y dos dedos en su interior, y su cuerpo aceptándolos.
-Si me dices que pare... Pararé -dijo Niall.
Harry tardó unos segundos en responder. No sabia si quería que parara o que continuara porque quería las dos cosas a la vez. Finalmente su cuerpo se relajó y su corazón se derramó y susurró.
-Sigue. Ningún dolor puede ser superior al amor y el placer que me das.
Niall emitió una especie de ruido entre gemid y quejido. Se quedó bocabajo mientras Niall le acariciaba con una mano y con la otra buscaba a ciegas en la mesita.
-Joder, me cago en la puta tormenta.
Harry se rió al sentirlo jurar así. Niall se apartó y Harry sintió la cama crujir al ponerse Niall de rodillas. Abrió el cajón, que se atascaba.
-¿Se acabó el lubricante, Harry? No lo encuentro... Y hoy lo vamos a necesitar... -Niall buscó un poco mas. Harry esperó hasta que al fin sintió a Niall volver a su lado. -lo encontré.
Y volvía a estar sobre él.
Niall
Necesitaba eso, necesitaba estar dentro de Harry y lo necesitaba ya, pero tendría que intentar ir suave. Así que siguió besándolo y calentándolo durante unos minutos, hasta que la respiración de Harry se fue haciendo más entrecortada y Niall supo adivinar que estaba muy cerca de correrse. Le preparó bien con el lubricante y entonces entró con suavidad, aunque finalmente se deslizó hasta encajarse por completo en su interior y... Al fin estaba allí, estaba dentro, estaba donde debía.
Eran uno solo, estaban completos.
Harry gimió.
-¿Todo bien? -dijo Niall. Por Dios que se moriría si tenía que parar ahora, pero si era necesario, lo haría.
-Muy bien... Por favor, sigue... -jadeó Harry. -sigue... Mi amor.
Niall sintió una explosión en su pecho.
Mi amor... Su amor, el amor de los dos, suyo, suyo... Se deslizó hacia fuera, jugueteó con su pene, provocándolo, para que no adivinara en que momento volvería a estar en su interior...
Fuera volvía a tronar, la lluvia caía con fuerza.
Harry intento moverse, acercarle su trasero, pero Niall le sujetó las caderas.
-No seas ansioso -se rió, apenas pudiendo respirar.
-Por favor... Estoy a punto de correrme, Niall... Esta vez no pares...
Niall le pasó la lengua por el cuello, y le giró despacio la cabeza para besarlo. Harry saco su lengua, buscándolo. Niall le tomó la boca con la suya, y a continuación le levantó la cadera y entró de una sola vez, notando como los músculos internos de Harry se contraían, recibiéndolo...
Iba a venirse e iba a ser pronto y... Harry se movió un poco y Niall sintió estallar el orgasmo con violencia desde su interior, para salir en forma física de su pene marcando el interior de Harry con su impronta, con su masculinidad, con todo su ser... Estaba justo en la cresta de la ola de su placer cuando sintió esa especie de grito estrangulado que emitía Harry al correrse y saber que estaban llegando al orgasmo prácticamente a la vez lo condujo a un nuevo nivel de placer.
Un rayo iluminó un instante la habitación, volvió la oscuridad.
Niall se detuvo unos segundos, acababa de correrse y seguía dentro de Harry y pudo notar como aun no se habían ido los últimos ecos de su orgasmo y su pene estaba literalmente duro y listo otra vez, como si lo maravilloso de ese sexo no hubiera sido bastante, como si necesitara aun más... Todo... Harry estaba respirando deprisa y logró hablar.
-Estas otra vez...
Niall empezó a salirse pero Harry le detuvo.
-Dame eso... Dámelo. Siempre. Jamás lo dudes, Niall... Eso es tuyo, solo tuyo.
Niall empujó despacio. Harry gimió y sintió las manos de Niall acariciándolo, ayudándolo a excitarse. Harry podía notarlo moviéndose dentro de el y a la vez acariciándolo, y su miembro despertó listo para la acción...  Niall le masturbó con lo que solo podia definirse con precisión.
Niall solo quería que Harry se corriera y ya. El estaba a punto de tener un orgasmo de nuevo y quería tener la satisfacción de haber hecho a Harry correrse antes.
-Niall... Te amo...
Niall detuvo su mano un momento.
-Pues procura que no se te olvide -dijo y apretó con firmeza la cabeza del pene de Harry, llevándolo a la cima, sintiendo su grito de placer, y de nuevo un rayo rompió la oscuridad, permitiéndole una visión de la espalda de Harry, de su culo en pompa sobre la cama. Se salió, volvió a entrar y lo repitió un par de veces y al fin se corrió, aunque con menos violencia esta vez.
Se apartó de Harry, que se puso de lado y se dejó abrazar por Niall.
Niall apretó los labios, repentinamente abrumado. Por todo...
-Tranquilo -dijo Harry respirando entrecortadamente -ya no viviré contigo, pero es solo temporal. Cuando triunfemos, no podrán pararnos. Y todo va a seguir como hasta ahora entre tu y yo.
<No, no, no será como hasta ahora, será distinto, tu no estarás junto a mi cada noche, tu te iras a vivir con el, todo va a cambiar a peor y todo es un absoluto desastre>
Niall sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas, pero no iba a llorar delante de Harry por culpa de Louis.
Las luces de la calle parpadearon y la bombilla del techo se encendió.
Sintió la respiración de Harry haciéndose más lenta y pausada. Estaba dormido.
Se levantó y se encerró en el baño. Allí lloró durante veinte minutos por aquellas cosas que se perdían y las que no quería perder. Golpeó la pared enfadado. Louis no le iba a ganar, no se iba a dejar vencer.
Se limpió las lágrimas.
<Ya está, Niall. Ni una lágrima más.>
Sintió a Harry roncar y se rió. Se dio una ducha y llamó a un servicio de pizzas a domicilio.

Conociendo La famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora