Capítulo 34: Vete si no me aguantas

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Harry miró el calendario. Dieciséis de mayo. En una semana deberían darles el descanso de quince días que les habían prometido antes de grabar su videoclip.

Niall quería que fueran a Mullingar y a Harry le hacía ilusión poder estar a solas con él y en el lugar donde habían pasado tan buenos ratos. Quizás eso era lo que necesitaba.

No dormía desde hacía como cuatro días. Bueno, había dormido una siesta de hora y media en Notting Hill el día anterior mientras Niall veía un partido de fútbol.

Y era viernes, al fin.

Mientras subían las escaleras de Notting Hill, Harry sentía que tenía las piernas rellenas de plomo.  Niall se giró y le sonrió.

-Calentaremos la cena y podrás dormir. Estás pálido.

Niall intentaba por todos los medios ayudarlo, pero Harry estaba... Tan raro. Entraron en el piso y Niall metió el pollo precocinado en el microondas.

-Te ayudo -dijo Harry.

-No...

-En serio, si.

Harry se puso a preparar la ensalada y en un impulso besó a Niall en la mejilla.

-Todo irá mejor. Ya lo verás.

Niall se rió y le besó. Harry le devolvió el beso y Niall se comenzó a entusiasmar. De un empujón subió a Harry en la encimera y se besaron un rato. De repente sonó como un estruendo el bol de cristal de la ensalada al reventar contra el suelo. Harry saltó con el corazón a mil.

-Sólo ha sido un estúpido bol -dijo Niall.-ya lo limpiaremos -Niall jadeó besándolo- Dios, te deseo tanto...

-Yo... Yo también, lo siento....

-Estás duro. Sí, joder.

-Ay, Niall...

-Vamos... Aquí no, está el fregadero... Ah... El sofá.

Niall no paraba de besarle camino del sofá, esperando que no se arrepintiera, que no perdiera la erección, que continuara así... Se tumbaron sobre el sofá y Niall le desabrochó rápido los vaqueros.

-Sí, Harry... Sí... Mierda, sí...

-Niall....

Niall se rió, satisfecho. Harry jadeó cuando su novio se inclinó y le lamió allí abajo, mientras él le intentaba bajar los pantalones.

Al fin lograron quitarse la ropa. Niall le miró y dudó.

-¿Entro desde aquí o te giras?

-Así mismo.

Niall obedeció, elevándole un poco y deslizándose despacio dentro de Harry. Entró por completo y jadeo satisfecho. Estaba dentro y era la mejor sensación del mundo. Harry se incorporó y le besó la boca y Niall se empezó a mover, a penetrarlo mientras el viejo sofá chirriaba. Harry estaba completamente entregado, y sus jadeos desesperados le indicaban que esta vez todo iba muy bien. Quitó la vista de su rostro y se fijó en el estado de su erección. Seguía firme.

-Más... -exigió Harry en un ronroneo, y Niall se lo dio, aunque se sentía a punto de estallar.

-No voy a tardar, Harry...

-No quiero que termine -se quejó éste, aunque el modo en que su pene palpitaba le indicaba a Niall que estaba muy cerca. Apretó los dientes y se detuvo, intentando hacer más lento el proceso, pero Harry se retorció debajo de él, impaciente.-pero no te pares.

Harry se movió, tratando de encajarlo en él. Al fin Niall volvió a penetrarle y ese simple roce le hizo gritar desesperado con el orgasmo, vaciándose dentro de Harry, que se rió, ruborizado. Niall se salió y reemplazó su pene por un dedo, moviéndolo dentro de Harry, y luego otro, estimulándolo. Últimamente a veces le costaba un poco. Harry jadeo, moviéndose buscando sus labios. Niall se pegó a él, besándolo.

Conociendo La famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora