Capítulo 15: Y nos fuimos de putas

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Niall

El taxi corría por la noche londinense y Niall no recordaba qué era eso que había que esconder. Él y Harry se besaban de vez en cuando, impacientes.

Ninguno vio el coche que iba casi justo detrás, iban concentrados el uno en el otro.

Louis

El taxi dónde iban Harry y Niall se paró frente a un edificio antiguo con varios pisos. Un minuto después bajaron del taxi. Abrazados. Se besaron alli, sin ninguna vergüenza, en plena calle, como si eso fuese normal. Harry empotró a Niall contra la pared y le besó mientras buscaba algo en su bolsillo. Louis buscó su móvil y tomó fotos. La cara de satisfacción de ese puto irlandés daba asco. ¿Cómo podían comportarse asi, como si fuesen una pareja normal? No pudo evitar imaginarse él en el lugar del puto irlandés, siendo empotrado por Harry, hundiendo las manos en esos rizos, mientras Niall miraba. Tomó dos o tres fotos y cuándo entraron en el portal se fue.

Era sucio, asqueroso y estaba mal, pensó Louis. Y tenía que acabar con ello.

Niall

Entraron tropezando en la casa. Harry cerró con el pie y Niall le besó con posesividad. Fueron besándose y dando tumbos por toda la casa. Se apoyaron contra una pared mientras se quitaban la ropa y la tiraban.

-Nunca me canso de ti -le dijo Harry al oído, mientras Niall le desabrochaba los vaqueros. Ninguno parecía recordar que no debían estar ahí, no a esas horas. Harry se apartó un momento -lo siento, cariño, no quiero romper el momento pero tengo pis. Ya vuelvo.

Niall asintió, riéndose. Esas cosas nunca pasaban en las películas románticas.

Fue hacia la cama y la abrió, acabando de quitarse la ropa. Se metió y esperó.

Louis

El taxi se detuvo frente al club Eros. Louis pagó y bajó. Era ahí donde debían esconderse las personas como ellos, como esos dos enfermos. Él no era como ellos. A él podían gustarle determinadas cosas, pero él era un hombre, no como esos dos maricones.

Crish tenía 18 años y trabajaba allí desde hacía meses. Vio llegar a Louis y gimió dándole una calada a su cigarro.

-Ahí viene ese gilipollas.

-Tiene una obsesión contigo -le dijo su compañero. -sale en la tele, y tu te pareces un poco a uno de los chicos con los que trabaja -dijo mostrándole una foto.-por tu altura, y por tus rizos oscuros

-No se, pero sólo quiere conmigo. Y es odioso. No es respetuoso. Yo hago ésto para pagarme la carrera y él me trata como basura. Además, es una ruina en el sexo.

-¿En serio?

-Dios mío, la tiene pequeña y se corre rápido. La verdad no me extraña que tenga que pagar.

El muchacho se rió y alguien le llamó. Bien, a trabajar.

Louis nunca era amable como otros clientes. Le trataba como si estuviera haciendo algo sucio y no mereciera su respeto. Crish se quitó la ropa en silencio.

-Ponte a cuatro patas sobre la cama -dijo Louis apurando un cigarrillo.

-Ponte condón. -dijo Crish subiendo a la cama -sabes que es obligatorio. -siempre le tenía que insistir.

-Vamos, antes me pegarías algo tu a mi que yo a ti -protestó Louis, pero se lo puso.

Crish se apoyó sobre la almohada y sacó disimuladamente su móvil mientras hacía una mueca al notarlo entrar de una vez y sin lubricación. El dolor pasó y le dejó hacer. Estaba a punto de revisar su correo pero no le dio tiempo. Vamos, era imposible que ya se hubiera corrido.

Conociendo La famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora