Capítulo 23: Descubiertos

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Niall

Esperó unos minutos eternos. Harry le tenía cogida la mano y aunque estaba haciendo fuerza Niall apenas lo notaba.

-Dime algo, Harry. Quiero saber que estás bien.

-Quiero dormir.

-Ahora no -dijo Niall.

-Tengo frío.

Liam le colocó el edredón por encima de los hombros pero miró a Niall.

-Está frío.

-Paul dijo que tardaría unos cinco minutos y lo mantuviéramos consciente.

-Niall...

-Sí, mi amor, aquí estoy.

Harry abrió los labios, balbuceó algo pero desistió. Cerró los ojos.

-Harry, no. Quédate.

Llamaron a la puerta y Liam corrió a abrir. Paul venía acompañado de otra persona, Liam suponía que un médico.

-¿Dónde está y que ha tomado?

-La habitación es por aquí...

Niall se levantó para dejar que miraran a Harry.

-Mierda, Niall. ¿Qué tomó y cuánto?

-No, no fue eso. Estaba tomando pastillas para el dolor...

-Ahora no importa -dijo el médico destapando a Harry y tomándole el pulso -muy lento. Sólo dime qué y cuánto.

-Unos 2400 mg de ibuprofeno, dos copas de ron con coca cola y no sé si una o más de éstas. -Niall les mostró el relajante muscular.

-Esto es muy potente. -dijo el hombre -de hecho no es un relajante normal -explicó mientras seguía comprobando su estado -esto se receta para postoperatorios y cosas así. Y desde luego no debe mezclarse con alcohol. ¿Ha vomitado?

-No, aún no.

-De acuerdo, voy a llamar a una ambulancia, Paul. Es obvio que el medicamento mezclado con los otros y el alcohol le han provocado una reacción. Es como si hubiera tomado una sobredosis de otra cosa, a los efectos.

La ambulancia no tardó en llegar y mientras el médico le hablaba a Harry. Intentó hacerle vomitar, pero estaba demasiado débil.

-El relajante mezclado con alcohol se potencia muchísimo, y ya es de por sí fuerte.  Esto provoca que no tenga fuerza no sólo en las extremidades, todo su cuerpo. Por eso no tiene fuerza para vomitar, casi ni hablar y puede no tenerla para respirar.

-No sabía que era tan serio.

-Has hecho lo que debías -dijo Paul. Volvieron a llamar a la puerta y entraron los servicios de emergencia. Niall tuvo que soltarle la mano a Harry mientras le ponían oxígeno, le pinchaban algo en el brazo y le exploraban.

-Harry, nos vamos al hospital.

-Niall.

-Claro que voy contigo.

Paul se fijó en la manera en que se cogían las manos pero no era el momento.

-Niall, espera. La ambulancia está abajo, seguro que habrá gente mirando por la escalera y alguien puede hacer fotos. Espera unos minutos y...

Harry le agarró cuando intentó soltarse. Abrió la boca pero no logró vocalizar. Luego cerró los ojos y se quedó inconsciente.

-Niall, sólo dos minutos. Un taxi os recogerá en cuanto se vaya la ambulancia.

Liam le pasó el brazo por los hombros a Niall, que asintió. Le taparon la cara a Harry y se fueron.

Paul

Le taparon a Harry la cara con una chaqueta y bajaron las escaleras, dejando atrás ese piso. Cuando Niall le llamó supuso que estaban en una fiesta con gente y que Harry había tomado alguna clase de droga.

Pero eran medicamentos, había pasado en casa de Louis y Harry y ahora estaban en lo que parecía el piso de una pareja joven en el barrio más bohemio de Londres.

Había platos en el fregadero, dos latas de cerveza sobre la encimera. Ropa. Y la habitación.

Había echado un vistazo. Había ropa de los dos, la cama deshecha, una foto de ellos dos con sus madres en la mesita.

Bueno, ahora lo importante era Harry.

Niall

No podía esperar. Así que se subió la capucha y corrió escaleras abajo, para meterse en la ambulancia.

-¿Eres familiar?

-No, soy su novio.

Se hizo un silencio incómodo. Paul miró al médico de la ambulancia.

-Déjelo quedarse, por favor. Yo puedo firmarle los permisos médicos que necesite.

Liam

Se había quedado sólo y no tenía ni una libra para volver a casa. Envió un mensaje a Zayn, que le dijo que iría en un taxi a por él.

Cuando Zayn llegó, Liam estaba intentando ordenar un poco y destruir evidencias por si alguien volvía al piso.

-No te mates, Liam. -Zayn cogió en su mano un tubo de lubricante que había sobre la mesita. -esto se demuestra por si sólo. Así que aquí es donde vienen.

-Sí.

-Están jodidos.

Conociendo La famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora