XV (Ryouta/Yukio)

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*Nota de autora*

Nada nuevo que decir para mis ausencias...trámites para la U, vida personal y mierdas de esa clase :D


En un estudio fotográfico de la ciudad de Tokio, se estaba realizando una sesión fotográfica muy importante...o al menos, estaban en espera de una sesión fotográfica muy importante...

Productores y directores de escena estaban vueltos locos, pues faltaba uno de los modelos para la campaña. Los asistentes de producción llevaban café para tranquilizar los nervios azotados de los encargados de la sesión. Los representantes hacían constantes llamadas a sus modelos, buscando reemplazos de última hora para la desaparecida "estrella de la campaña"

Era una sesión bastante sencilla, una publicidad para una revista de modas, esteralizando a la pareja de modelos más conocida de la ciudad. Pero a cierto idiota se le ocurría no aparecerse

Mientras tanto, un pelinegro de intensos ojos azules, cabellos negros peinados a un costado de su rostro y baja estatura, estaba sentado en una butaca tomándose un té helado mientras la maquillista le retocaba suavemente el rostro

-No entiendo como al estúpido de Ryouta se le olvidó esta presentación-gruñó el pelinegro jugando con la botella en sus manos

-Es comprensible Kasamatsu-san, Kise-san tiene una agenda ocupada-contestó amablemente la maquillista

Kasamatsu Yukio solo resopló de nueva cuenta y le dió un trago a su bebida; su agenda estaba igual de copada, y no por ello olvidaba todos los asuntos pendientes e importantes que atender, no como a cierto colega Alfa de cabello rubio

-¡¡Escuchen, Kise-san ha llegado!!-brincó un asistente de cámara entrando ruidosamente al estudio, acompañado de cierto modelo rubio cabeza hueca. Kise recibió aplausos del equipo de producción entero

-Lamento la tardanza, tuve que atender un asunto importante

-Pues eso no es excusa-el pelinegro se levantó de su butaca y golpeteó el pecho del rubio con su mano cerrada-Tu vida personal no puede mezclarse con trabajo-contestó el ojiazul

-¡Yukio-senpai se preocupó por mí!-brincó el rubio mientras trataba de abrazar al más bajo, pero un rodillazo en las costillas bastó para tranquilizarlo. Los productores corrieron a auxiliar a un rubio en estado de hiperventilación mientras Yukio se retiraba a retocar últimos detalles en su aspecto


Kise tenía un compañero fijo de modelaje, aquel al que siempre ponían en todas sus campañas con el fín de recaudar más. Se trataba de un famoso modelo Omega de nombre Kasamatsu Yukio, un joven demasiado reservado para tener su fama. Yukio era cerrado y de un carácter bastante volátil, prueba de ello eran las constantes palizas que se llevaba el rubio por "idioteces" como sus inasistencias a eventos, llegadas tarde a trabajos o el mero hecho de sacarlo de quicio con alguna tontería. Trabajar con él era difícil, pero ambos chicos mostraban una complicidad tan increíble frente a la lente, que muchos pensaban que ya eran pareja y sus fotografías y reportajes servirían como prueba de ello.

El problema era que Kise estaba enganchado de alguien más (un Omega peliceleste de orígen humilde y carácter sereno) y a Kasamatsu le importaba bien poco el asunto en cuanto a su soltería; las leyes lo obligaban a casarse y todo ese asunto, pero al pelinegro le interesaba un soberano comino el tema

-¡De acuerdo señores!¡Logramos estabilizar a Kise-san, así que empecemos a trabajar, que se nos acaba la luz del sol!-exclamó el director de producción mientras movilizaba a todo su equipo y ambos modelos, usando pantalon de vestir ceñido, camisa blanca y corbata, ya estaban posando frente a una cámara profesional y empezando la sesión


En medio de la sesión, Ryouta comenzó a mover su brazo hasta la cintura del pelinegro, que seguía mirando la cámara de acuerdo a las instrucciones del encargado. No sintió el tirón en su cadera hasta que el rubio simplemente enroscó ambos brazos alrededor de la cintura del Omega pelinegro y lo dejó caer suavemente, como si fueran una pareja en pleno baile

-¿¡CUÁL ES TU PUTO PROBLEMA?!-replicó indignado el pelinegro, verse en una situación de semejante calibre con el rubio idiota era demasiado para su persona

-Solo hago la sesión más divertida-sonrió el rubio con sonrisa tipo "Niño-que-no-quiebra-platos". Obviamente Yukio no se creyó tal disparate, así que empezó a golpear al rubio en el pecho con todas sus fuerzas a puños cerrados

El director de producción quedó fascinado con la "actuación" de ambos modelos, así que ordenó a su equipo el seguir sacando las fotografías correspondientes; ya mañana estarían corriendo por todos los medios masivos

El Alfa de cabellos rubios solo sonreía mientras recibía los golpes en el pecho; aunque más de un golpe le dolió, ver la expresión entre apenada/fúrica de Yukio, su senpai, era algo digno de una postal. Ryouta era coqueto por naturaleza y se tomaba esto de las citas con demasiada ligereza, y muchas veces, sus interacciones con los otros, en particular con los Omegas que le aprecían atractivos, le acarreaban más de un problema

-¡¡VOY A MATARTE KISE!!-Yukio estaba enojado dando patadas, y una de llas llegó al rostro del rubio, dejándolo caer sobre su cuerpo. Todos en aquel estudio quedaron helados al ver como Kise caía y caía, como un simple costal al suelo sobre el cuerpoo del más bajo, aplastándolo contra su torso. Yukio lo zarandeó por un rato, hasta dejarlo tirado de costado-¡¡NO VOY A TRABAJAR NUNCA MÁS CON ESTE IDIOTA!!-se sacudió el polvo de las ropas y salió hecho una ráfaga del estudio, abandonándolo a media sesión


Ya era casi de noche, y la mayoría del equipo de producción había pausado la sesión de fotos debido a su desaparición (y el hecho de que Ryouta todavía estaba medio atontado por la patada). Yukio estaba enojado, pero no era por Ryouta y sus pendejadas habituales, sino que estaba enojado consigo mismo. Sí, el rubio se estaba metiendo en su metro cuadrado, pero eso tampoco le daba el derecho de tratarlo como la mas llana de las escorias. Se rascó sus negros cabellos y cerró los ojos, repitiendo ejercicios de relajación una y otra vez

-Senpai...senpai...senpai...-abrió los ojos y se topó con la mirada ambarina del Alfa de cabellos rubios sin perder la brillante sonrisa de niño de boy-band

-¿Qué quieres?-Yukio trató de no sonar grosero, aunque una pizca de mordacidad podía ser percibida en su tono

-Lamento mucho...si lo incomodé de alguna forma durante la sesión...yo...no sé que pensaba-el rubio se rascó sus cabellos sin perder su boba sonrisa

-Yo lamento si me excedí con la violencia-resopló Kasamatsu con un ademán-Aunque te prometo que para la otra te dejo esteril sin razón-sonrió Yukio tirando de la corbata del contrario y sentándolo en su butaca

-¿¡Entonces...no está enojadito conmigo?!-preguntó el rubio con ojitos brillantes

-No idiota, no estoy "enojadito" contigo-sonrió Yukio mientras golpeaba el hombro de su compañero de modelaje con el puño suave, acción que rápidamente imitó el Alfa y empezaron a resonar gruesas carcajadas

Nuestra razaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora