*Nota de autora*
Lo se, valgo callampa para organizarme, pero no se preocupen, mi U a lo mejor se va a paro la otra semana, así aprovecho de ponerme al día con todo (además de echarme el semestre)
Le dolía la mejilla producto del golpe, le dolía la estrepitosa caída y el golpe seco contra su costado derecho, pero más le dolía la mirada despavorida de Kuroko, sus ojos llenos de lágrimas y los labios temblorosos. Trató de levantarse, pero el dolor en su costado derecho se ramificó, creándole una dolorosa punzada que le hizo gruñir. Tetsuya se paró del sillón y retrocedió aterrado, hasta que su espalda tocó una de las paredes que daba acceso a la cocina de la casa
-¡Alé-aléjate de mí-mí!-exclamó aterrado el Omega peliceleste, mientras retrocedía. Taiga gateó mientras se apoyaba para calmar su adolorido costado y se acercaba al peliceleste
-Kuroko...-se arrastró hasta quedar frente al más chico, extendiendo su mano para acariciarlo, pero Tetsuya la apartó de un manotazo y empezó a gritar y entró a la cocina, buscó entre las cosas y se acercó a la encimera, intentando agarrar algo para defenderse, pero fue impedido cuando el pelirrojo Alfa lo tomó de las muñecas y lo recostó contra la misma encimera-¡Escúchame maldita sea!-gruñó fuera de sí, abofeteando al menor en una mejilla y haciéndolo sangrar de la comisura de sus labios. El Alfa sacudió la cabeza y abrió los ojos en grande, al ver a su amigo con una expresión de miedo en su cara; el poder de sus instintos habían quedado reducidos al polvo, trayendo al ser civilizado de vuelta. Reinó el silencio por varios minutos, minutos que Tetsuya aprovechó para liberarse del agarre de Kagami , mientras el pelirrojo se sacudía la cabeza y apretaba los dientes de la frustración, maldiciendo su estupidez. No notó el instante en que fue sometido por un par de brazos y fue recostado contra el mueble, además de ser esposado a la altura de las muñecas; recibió un jalón y se topó con un hombre robusto de blancos cabellos y mirada severa
-Muy bien mocoso, tienes mucho rato para pensar en la cagada que te mandaste-bufó el policía mientras lo inmovilizaba y lo agarraba de las muñecas hasta la entrada de la casa. Pasaron frente a Tetsuya, que se refugiaba en el pecho de una mujer agente, llorando silenciosamente por sus padres, mientras ella los notificaba-Mira a ese pobre muchacho, va a necesitar años de terapia para olvidar lo que le hiciste-el hombre metió más sal a las heridas internas de Kagami y este último reaccionó de mala manera, empezando a llorar por la rabia
-Yashiro, ya es suficiente-reclamó un chico pelicastaño menudo, pero de mirada dura-Mete a ese costal de basura y llevémoslo a la estación rápido-irrumpió mientras salían de la casa. Taiga dió una última mirada a la casa del Omega de sus sueños y fue metido en la patrulla
Miedo...el miedo dominaba cada célula de su cuerpo...el miedo hacía que los labios y las piernas le temblaran, el miedo hacía que sus manos no estuvieran quietas sobre su regazo, el miedo hacía que la cabeza le doliera. La oficial comenzó a acariciarle los cabellos para tranquilizarlo
-Tranquilo chico-armonizó la mujer policía-Tus padres ya están por llegar-y su predicción fue acertada, pues la puerta de entrada fue tumbada y Yuu y Arimi entraron frenéticos a la casa, encontrando a su pequeño hijo en el regazo de la agente
-¡Tetsuya!-exclamó Arimi mientras corría y estrechaba a su hijo en sus brazos-¿¡Qué pasó aquí?!¡¡Estaba tan preocupada de que algo malo pasara!!-lloraba la pelinegra en los hombros de su hijo
-¿¡Qué demonios ocurrió?!-Yuu estaba molesto, se notaba en las venas de ira que empezaban a marcarse en su cuello y sus dientes se apretaban
-Permítanme explicarles-saludó la mujer, una alta Alfa de cabello rojo en coletas bajas, cuerpo voluptuoso y cuyo flequillo tapaba sus ojos mientras hacía el saludo policial-Shermie Antoìne, agente de la unidad de Delitos Sexuales. Su hijo notificó un intento de abuso sexual y violación en su contra, además de allanamiento de morada-el rostro de Arimi se encogió hasta las lágrimas y Yuu apretó y rechinó sus dientes hasta que iban a estallarle por los labios-Logramos detener al abusador a tiempo y no cometió ningún daño de índole sexual al menor, así que está a salvo
-Quiero saber el nombre del hijo de puta que se atrevió a intentar eso...-Yuu rugió completamente poseído por la furia y no midió la fuerza de sus manos, hasta que sintió el calor de la sangre deslizarse por sus palmas; su mujer trató de soltarle el agarre para evitar que siguiera lastimándose. Los padres Alfas son celosos y sobreprotectores por naturaleza, y son capaces de matar cuando alguien de su familia se ve en peligro, en especial si son sus hijos Omega
-De hecho, su hijo reconoció a su atacante-explicó la policía colocando las manos en su cintura-...pero...no creo que sea lo mejor que lo diga aquí...debemos ir a la estación, así el menor puede ayudar en la investigación-sugirió la agente con una sonrisa
Los padres de Tetsuya se miraron consternados, pues veían que su hijo aún seguía inquieto, con los labios mordisqueados y las piernas temblorosas; la salud mental de su hijo estaba al borde de un acantilado, y no convenía exponerlo tanto
-Apreciamos la preocupación por nuestro hijo-sonrió Arimi-pero creo que será mejor que Tetsuya descanse, me parece que es muy pronto para que intervenga. Le aseguro que apenas quiera cooperar en el caso, encantados iremos a la estación-propuso la Omega pelinegra. La mujer agente terminó asintiendo, y con una venia, se retiró de la casa de la casa. Tetsuya dejó escapar todo el aire capturado en sus pulmones y empezó a llorar de nueva cuenta, esta vez corriendo a la protección que representaban sus padres y apretándose entre sus cuerpos. Arimi volvió a llorar de la pura impotencia y pena que sentía; como no sentirla, si su adorado hijo estuvo a punto de ser violado, y para empeorar lo retorcido del chiste, era una persona cercana a su hijo, lo que le hizo más daño a su herido corazón. Yuu estaba que iba a la comandancia y mataba él mismo a ese desgraciado con manos y dientes desnudos, pero tenía que contenerse por su hijo; hoy no era momento de perder la cabeza, muy pronto tendría la oportunidad de matar al cabrón, pero ahora, su prioridad era Tetsuya.
El Omega peliceleste despertó en su cama, bajo varias cobijas y el aroma de algo dulce tostándose en la cocina. Se levantó como pudo y se abrazó a su cuerpo, que se sintió más helado que de costumbre. Bajó a la planta baja y se topó con su madre sonriendo tranquilamente mientras mantenía la rutina; ambos había llegado a un acuerdo con su esposo, el de no perturbar a Tetsuya con lo sucedido aquella noche, no tocarían el tema hasta que se sintiera cómodo para hablarlo
-Buenos días cariño-sonrió Arimi mientras le servía un té con leche a su hijo, además de unas tostadas con mermelada-Tu padre fue a notificar que vas a estar ausente por unos días en la escuela, así que tardará un rato-Tetsuya se vio muy tentado a preguntar, pero prefirió mantener el silencio, para no incomodar a su madre. Se quedó callado mientras degustaba el desayuno sin hacer mayores comentarios; sentía que las cosas en la casa se iban a poner pesadas de ahora en adelante
*Nota de autora*
Persona como la callampa, final de cap como la callampa :D
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Nuestra raza
FanfictionKuroko Tetsuya es un adolescente Omega común y corriente. Al cumplir los 17 años, es el día en que es sometido a las costumbres y tradiciones de su raza; pero ese no es el mayor de sus problemas, pues 3 Alfas ya lo han reclamado como suyo y no sabe...