XX (Tetsuya/Kouki)

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Kuroko Yuu salió de la oficina del director de la preparatoria Seirin, luego de haber excusado la ausencia de su hijo por las siguientes 2 semanas, además de reiterar de que en caso de que hubiera una recaída de parte de su hijo, la ausencia a clases se prolongaría por el tiempo necesario. Le había platicado sobre la situación de Tetsuya y el próximo caso policial que se llevaría a término al director de Seirin, un Omega de mirada seria, quien aceptó la situación y le deseó suerte a la familia en el proceso, además de facilitar la rendición de exámenes libres en caso de que su ausencia resultara más extensa, de acuerdo a los protocolos educacionales; ningún padre debería pasar por algo así, y sinceramente, quería y deseaba de todo corazón que se resolviera la situación por el bien de la familia.

El Alfa salió de la oficina y estuvo a punto de marchar del edificio, cuando una pequeña figura lo detuvo. Un pequeño Omega de pelo castaño y pecas en el rostro

-¡Kuroko-san!-exclamó Kouki apurado, tratando de recuperar el aire tras la carrera que dió desde el tercer piso del edificio-¡Espere...por favor!-llegó a los pies del mayor, tratando de luchar por el oxígeno perdido

-Kouki-kun, tranquilo; inhala y exhala lentamente-susurró Yuu mientras daba suaves palmadas en la espalda del menor para tratar de calmarlo-¿Sucede algo?-preguntó el mayor

-¿Qué...qué le...pasó...a...a Tetsuya?-preguntó inhalando y exhalando a cada palabra. Yuu alzó las cejas, pero luego relajó su expresión; era normal que el más chico se preocupara, pues era compañero y amigo de su hijo

-Kouki, la situación de Tetsuya es...muy delicada-murmuró Yuu con sus dientes apretados, conteniendo las ganas de maldecir al hijo de puta que se atrevió a lastimar a su amado hijo-Si gustas, puedes venir a visitarlo, pero hay que evitar incomodarlo; si a Tetsuya le nace, él te va a comentar la situación-espetó el peliceleste mientras salía de la escuela con dirección a su auto, dejando a Kouki plantado en la entrada


Al llegar a su hogar, se encontró a su esposa y a su hijo en la sala de estar y viendo la televisión. Se había acercado a ver los rostros de su amada familia, pero el aroma en el aire estaba tenso, sus sentidos de Alfa se lo decían; casi podía sentir los hombros temblorosos de Arimi y los ojos vidriosos de Tetsuya por el marco de la puerta. Se acercó a paso veloz y encontró a su familia pegada a la pantalla de la televisión, con las miradas depositadas en la transmisión del noticiero local

"La noche anterior, a altas horas de la madrugada, se reveló el reporte de un intento de abuso sexual contra un joven Omega de 17 años. Un testigo anónimo notificó a la policia, arguyendo la presencia de ruidos incesantes y la invasión de un desconocido en la residencia vecina. La policia tomó en custodia a un joven, que resultó ser un Alfa menor de edad, quien por motivos de seguridad, su identidad no fue revelada, hasta que la investigación haya iniciado"-relató la presentadora de noticias, pasando imágenes dramatizadas del momento del arresto

-"Me parece inaudito que un Omega se atreva a quedarse a solas en su casa..."-inquirió un panelista del programa de televisión, mientras hacía un gesto desdeñoso con la boca-"Es bien sabido que los Alfas se dejan llevar por sus más primitivos impulsos"

-"¿Entosces está diciendo que el actuar del Alfa está justificado?"-preguntó la presentadora

-"Absolutamente...Los Omegas deben hacerse responsables de sus comportamientos, puesto que Alfas ingenuos e inocentes pueden caer en sus podridas mañas"

Yuu pegó puñetazos a la pared de la pura frustración, haciendo que su esposa se sobresaltara

-¿¡QUÉ ES LO QUE PRETENDEN?!¿¡POR QUÉ PROTEGEN AL PUTO BASTARDO QUE TRATÓ DE VIOLAR A NUESTRO HIJO?!¿¡¿¡Y SOLO POR SER MENOR DE EDAD?!?!¡¡¡MI HIJO MENOR DE EDAD ESTUVO A PUNTO DE SER VIOLADO Y NO LES IMPORTA!!!-gritó alterado el Alfa mientras sus instintos se adueñaban de su ser, y antes de siquiera pensarlo, el dulce aroma de su amada Omega le tranquilizó, haciendo que soltara su apretado puño y dejara caer lágrimas de frustración...Esta situación los estaba matando...a él y a su amada familia.

Arimi tomó de un brazo a su marido y lo sentó en el sofá y apagó la televisión con el mando a distancia, repitiendo la acción con Tetsuya y los acomodó a su lado, acariciando sus cabezas con cariño y rompiendo en lágrimas temblorosas. Yuu la abrazó para calmarla, pero él también estaba por romper en llanto; el Omega peliceleste se abrazó a su padre en un intento de calmarlo, y a la vez, calmarse a si mismo.


El resto de la tarde trató de llevarse en completa tranquilidad; la familia trató de no tocar el tema de ninguna forma, así que  nada de televisión ni de redes sociales en las proximas horas. Tetsuya se sorprendió al recibir la visita de su amigo Kouki, el cual estaba realmente preocupado al escuchar las noticias; apenas puso un pie en su casa, Kouki saltó a su encuentro y lo sofocó en sus brazos, balbuceando toda clase de discursos sobre la situación, además de las preguntas sobre su estado y su familia. El pelicastaño rompió en lágrimas mientras contaba el suceso

-Y...¿el agresor?...-esa pregunta hizo temblar al peliceleste, el cual empezó a llorar de nueva cuenta-¡¡LO SIENTO, LO SIENTO, NO ERA MI INTENCIÓN HACER ESA PREGUNTA!!-balbuceó mientras sacudía las manos en un gesto nervioso

-Es-está bien-murmuró el mayor, recuperando la compostura-Del agresor...yo...yo...solo sé...que escapó...-balbuceó, pues su cabeza estaba llena de pensamientos difusos y recuerdos vagos; solo recordaba una alta silueta y unas manos fuertes acariciando su cuerpo dormido. La amable psicóloga forense que le atendió ese día le comentó que era normal; en casos de peligro, la mente tiende a bloquear aquellos recuerdos y vivencias que te pueden hacer daño

-Ya veo-comentó Kouki mientras se frotaba las manos-Solo...solo espero que te recuperes y que todo salga bien para tí y tus papás, son gente buena y no merecen que les pase esto-murmuró el pelicastaño; sabía que al ser Omegas, eran más vulnerables tanto de manera física como psicológica. El escrutinio y prejuicio público puede resultar tanto o más dañino como un episodio de violencia física

¿Pero qué iban a saber los poderosos de las dolencias de los más vulnerables?

¿Qué iban a saber del temor constante a que te ataquen y te enjuicien, solo por ser más débil?

La respuesta es que no lo sabían, no lo han vivido; eso es puro protocolo de contestación. Nadie sabe las experiencias del otro hasta que las experimente uno mismo. Vivir como un vulnerable te hace querer desear haberte quedado en la cuna de oro y diamantes toda tu vida, pues no es grato vivir bajo un escrutinio y prejuicio así de doloroso; que te tachen bajo una etiqueta por algo que no pediste y no quisiste que así fuera.

Vivir siendo el juguete de un público enfermo que se divierte con tu tragedia y tu dolor...

...y ese escrutinio y juicio público te dolerá, y te matará por dentro...


*Nota de autora*

...Holi...

Miren, están enojados conmigo por mi ausencia, yo estoy enojada conmigo misma por ser una mierda de persona. No puedo decir nada más que la vida me ha estado dando un poco duro; me han pasado muchas cosas, y de verdad que cuando quise escribir este cap, no me salía de la cabeza, pues terminaba borrando el borrador una y otra vez.

Pero, sacando cuentas alegres, ya estoy finalizando este semestre (más pesado que la chucha) y tengo un par de semanas libres de obligaciones académicas, así que me enforzaré un poco más en mis fics, para que no queden tan colgados :D

Y hablando de fics...¿hay algún tema que les gustaría que tocara?

Ustedes saben que yo escribo un poco de todo (violaciones, muerte, misterio, triangulos amorosos, etc.; de hecho, ya tengo planes para un fic sobre vientres de alquiler con la ship SouHaru), así que si tienen una idea, mándenla, que con gusto la tomaré en consideración <3 <3

Se despide

LumaGuardian

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