Bad Boy [KaiBaek]

25.- Love is so bad

-Luhan, no me importa. –Le impuso Kai detrás de la puerta.

-Vamos, necesito que hables con Sora. Está un poco mal y no quiero verla así. –Le comentó el mayor, haciendo que Kai rodara los ojos, y aun sosteniendo a un Baek entre sus brazos, lo miró, y le dio un último beso, con una mordida en su labio inferior, se alejó del deseoso castaño, que hizo un puchero inconscientemente.

-No me hagas esto más difícil de lo que ya es Baekhyunnie–le susurró este en su oído y se dirigió a la puerta del baño, para abrirla y encontrarse con un Luhan preocupado y algo curioso.

-¿Qué le estabas haciendo al pobre Baek? –le inquirió el mayor, con un tono maternal.

-Tu pobre Baek es nada más ni menos que un pervertido. –Murmuró, no tan fuerte, pero para que un castaño mirara el suelo con las mejillas sonrojadas y el labio que recién había mordido Kai, entre sus propios dientes.

Cuando el moreno ya se había ido, Luhan entro al baño, mirando con felicidad a Baekhyun.

-Se le nota que se le pasó toda la rabia –comentó el mayor, con una sonrisa. – Teníamos razón. Ahora encontramos la morfina de Kai... –dijo aliviado. Abriendo sus ojos grandes, mirando claramente al cuello del castaño -¿Qué es esto? –Le preguntó, apuntando ahí.

El castaño se dio vuelta, mirándose en el espejo, y dándose cuenta del gran chupón que le había dejado su posesivo moreno. Sonrojándose al instante y posando su mano en el cuello violentamente, pero sin poder esconder una sonrisa infantil en su cara.

-Wow –comentó el mayor –Ahora sí que tenemos a un celópata Kai, no le basta con no dejarte hacer vida social acá, sino que tiene que chuparte para que sepas que ya tienes a alguien –comentó el mayor entre risitas.

Al pensar en eso, el castaño no pudo esconder su mirada de tristeza, Baek no estaba tan aliviado, aun con lo que le digiera Luhan, ya que después de todo... Kai no le correspondería nunca sus sentimientos, y tenía miedo en pensar en el futuro, sin su moreno, sin sus caricias, sin sus labios, sin su aroma, sin su Kai.

-¿Pasa algo, Baek? –preguntó algo preocupado.

-Mhm no... nada –dijo este con una falsa sonrisa, pero, en realidad, no quería hablar de eso con el mayor, no quería que alguien lo llenara de falsas esperanzas. Ahora lo único que le quedaba por hacer, era quedarse con el moreno, y ayudarlo. Le gustaba eso. Ayudar. Si, sería como su amigo, aunque no fuera lo suficiente para un enamorado castaño.

-Bueno, entonces vamos. –el mayor se había dado cuenta de que no era nada, pero... habían veces que una persona necesitaba estar sola con sus pensamientos por un tiempo.

Al llegar a la mesa donde estaban, Sehun y Tao estaban felices y llenos de alcohol.

-Teníamos razón, Lujuana –le dijo Tao, sonrojado por la bebida –Baek es el calmante de Kai. Finalmente lo hemos encontrado. –comentó, feliz y ebrio.

-Sisisisiiiii –Gritó Sehun. – Después de todo este tiempo de soportar a un enojado Kai, finalmente tenemos la cura –dijo apuntando a un, también, sonrojado castaño.

-Jajaja –rio Luhan –Si Kai descubre que están ebrios en la fiesta de bienvenida de su hermana, ni el pobre Baek podrá calmar su ira, chicos. –murmuró el mayor, haciendo que los dos muchachos tensaran con la sola mención de un Kai con ira.

Ya había pasado un tiempo, y desde el altercado con Taecyeon y Kai, que no habían visto a este, junto con Sora que se había ido con Kris, y después al mismo moreno. Ya eran casi las 1 y media de la mañana, y llegaría el cantante que todos tanto esperaban ver. Seguramente era alguien genial, por el hecho de que podían pagarlo, pero... Aun así, nadie tenía ni la menor idea de quién podía ser, ni el mismísimo Kai sabía, según Luhan, este cantante había sido contratado por su el padre de los hermanos Kim.