La mañana estaba fría, el aguacero había dejado de bajar por las ventanas pero aun así las gotas de lluvia permanecían allí. Aunque a Baekhyun no le importaba nada más que el cuerpo que tenía debajo de él. Ahí estaba el azabache, con ojos cerrados y una mandíbula totalmente relajada, el castaño lo veía con su cabeza incrustada en el pecho de su amante. Notaba con aprecio y devoción como la respiración de Jongin subía y bajaba, en un ritmo lento y suave, mientras que su piel brillaba con la luz blanca que traspasaba los ventanales. Aun había nubes por todos lados pero dentro de esa habitación, no cabía ni un viento frío, todo era cálido, todo era perfecto.
-Te amo -Susurró el castaño, no pudiendo controlar su sonrisa al decirlo. Estaba completamente enamorado, si Jongin le decía que se tirara de un quinto piso, lo haría, no cabía duda para eso.
Pasando sus dedos suavemente por la tersa piel del azabache, vio que los músculos de sus abdominales se estrecharon un poco por el delicado tacto que le daba.
-Me da cosquillas. -Murmuró el mayor con una voz completamente ronca y carraspeada. El menor miró hacia arriba y se topó con el perfecto rostro de su amante, que aún tenía los ojos cerrados. No pudiendo resistirse más, le dio un beso a esa fuerte y marcada mandíbula. Vio que Kai sonrió.
-Despierta. -Le dijo el menor con un puchero, quería ver esos ojos oscuros solo para él. El azabache suspiró cansado y abrió sus ojos lentamente, acomodándose a la luz de su blanca habitación.
-Lo único que veo es a un cachorrito.... Y antes de poder decir algo, Baek se acercó a él rápidamente y en un tierno y delicado beso lo calló. Kai pasó su mano por los cabellos del infantil castaño y lo acercó más, empezando a su mano por los cabellos del infantil castaño y lo acercó más, empezando a llevar el beso a algo más apasionado y caliente. Sus lenguas empezaron a jugar y a los dos les recorrió un cosquilleo cuando sus erecciones matutinas se rozaron gracias a que el menor se puso encima del azabache.
-¿Te duele algo? -Le preguntó el azabache mientras tomaban aire de su acalorado beso. El castaño negó con la cabeza y en una sonrisa besó fugazmente a su amante. El azabache sonrió por igual y pasó sus brazos por el cuello del menor, no dejándole escapatoria más que solo besos apasionados.
La cosas se estaban calentando más de lo que Jongin quisiera en una mañana, pero se dio cuenta que este no era el sexo matutino que siempre se negaba con sus parejas de cama, si no que era hacer el amor con su castaño, sin importar la hora, el lugar, ni el cómo.
Baekhyun comenzó a bajar por el cuello del azabache y comenzó a morderle su pezón. Escapándole un gemido necesitado al mayor.
-Te odio porque descubriste eso -Murmuró entre dientes, no pudiendo controlar sus espasmos cada vez que el castaño le mordía ese lugar. La lengua del menor jugaban con un pezón, mientras que su mano iba explorando el tonificado cuerpo de su amante, llegando a su erecto pene, tomándolo entre sus dedos y empezando a excitarlo, escuchando con una satisfacción esos exquisitos gemidos de súplica del mayor.
-AHH! BAEK! -Gimió, mordiéndose el labio fuerte para no parecer tan frustrado por la situación. El castaño seguía masturbando la hinchada verga del mayor. –UNFF! BAEKHY...! -No podía terminar la frase ya que su cuerpo temblaba en la anticipación de su orgasmo. Y antes de irse, el mayor paró rápidamente la mano de su amante. El menor lo miró casi con preocupación de haber hecho algo mal. -Te quiero dentro de mí. -Susurró el azabache, no notando como las pupilas del menor se agrandaban por el deseo que le recorrió el cuerpo por esa corta frase.
-¿Es....estás seguro? -Tartamudeo, no sabiendo si era por la lujuria que se estaba acrecentando cada vez más en su organismo o era por el nerviosismo de saber que Kim Jongin quería ser domado por el castaño.
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Bad Boy [KaiBaek]
FanficBaekhyun era un chico tranquilo, con buenas notas, bueno en el deporte, y sus radiantes ojos derretían a cualquiera, ya sea hombre o mujer, era el popular de la escuela en la que se encontraba. Pero, al momento de la muerte de su padre, él y su madr...