Ya había pasado unos días después de que un atareado Baekhyun llegara a su casa finalmente, después de un fin de semana completamente extenuante, debido a diferentes cosas, como era un campamento en que tenía que hacer diferentes actividades y no dormir en su cama, si no en una carpa, y además de otra actividad que lo tenía con la sonrisa de oreja a oreja, sin poder quitarla en ninguna ocasión. Haciendo que su madre se preocupara, y le preguntara que si le había pasado algo, a lo que Baekhyun solo respondía con una negación y una pequeña risita.
Ya había pasado la semana y era viernes, el moreno había visto a Kai por un tiempo en los pasillos de la escuela, pero en ningún momento pudo hablarle, en ningún momento pudo agarrar coraje y hablarle, aún estaba un poco avergonzado, y además de que Kai, no era su novio, solo un "amigo", algo que hacía que Baek no tuviera un poder sobre el moreno, o que este le tuviera que hablar por obligación o modales.
No, Baek sabía muy bien en lo que se había metido al estar con Kai, un chico malo e impredecible, un chico con el cual debes estar consciente que en cualquier momento puede jugar con tus sentimientos, pero para eso Baek tenía mucho tiempo para pensar, tiempo que no quería malgastar soñando ese tipo de cosas, sino que lo gastaba para fantasear de su próximo encuentro y de cómo los labios del chico malo pueden llegar a ser tan, malditamente, adictivos.
-Baek! –Le habló alguien en el pasillo, cuando este estaba arreglando las cosas en su casillero para irse. –Baek –Lo llamaron nuevamente, este se dio la vuelta y vio una cara que hace tiempo quería ver.
-Luhan –Dijo el castaño, con una sonrisa en la cara, y cerrando su casillero, tomando su bolso y saludando al mayor.
-¿Cómo has estado? –Preguntó este, con una gran sonrisa también, caminando con el castaño hacia la salida del colegio.
-Bien, un poco lleno de tareas pero... Bien –Murmuró Baek, mirando hacia su alrededor, y dándose cuenta que existían diferentes miradas hacia ellos, algo así como miradas de confusión. El castaño suspiró cansadamente y negó con la cabeza.
Estaba un poco molesto que la gente lo empezara a verlo diferente por la gente con quien se juntaba, aunque, no sabía si era para mal, por la reputación que tenían sus nuevos "amigos", o era bueno, por la popularidad que arrastraban estos jóvenes.
-Así que... tú y Kai –Susurró Luhan cerca de la nuca de Baek, haciendo que este tuviera un pequeño respingo al cálido aliento sobre su piel, pero con el corazón paralizado, llevando toda la sangre a sus mejillas, y sus ojos abiertos como platos. ¿Acaso Kai le había dicho a todo el mundo? –Tranquilo, solo Sehun y yo lo sabemos –Murmuró este, aun así el castaño estaba un poco... avergonzado. –Pero me impresiona Baek –balbuceo este, ya saliendo de la escuela y en la acera fuera de esta –Kai generalmente le hubiera tomado menos tiempo en estar con alguien –dijo Luhan, con una cara de falsa confusión. Baek lo miró escéptico.
-De acuerdo Luhan, ¿Qué es lo que quieres decirme? –Preguntó el castaño con un aire cansado, pero en realidad el mayor era un escape a la realidad del menor, ya que este, siempre lo hacía reír.
-Bueno... en realidad... tú debes sacar tus propias conclusiones, Baekhyunnie –Murmuró este –Pero si me preguntas a mi... Kai nunca se preocupó mucho si el otro estaba preparado o no, el solo lo... hace. –susurró Luhan la última palabra. –Es extraño por la forma en que siempre se ha portado, y justo cuando tú estás acá, bastante dispuesto, según lo que me decía Kai –Con ese comentario el castaño miró hacia abajo, con un sonrojo bastante notorio en todo su rostro –él esperó el momento perfecto para hacerlo contigo. –Siguió el mayor, haciendo que Baek lo mirara, con una mano en su mentón. Sintiendo como esas palabras se colaban en una esquina muy al fondo del corazón del menor –Así que, si me preguntas a mí. Hay algo extraño en eso, además de un extremadamente romanticón Kai. Algo nunca antes visto. –Musitó Luhan, con una sonrisa en su cara, haciendo que Baek también sonriera.
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Bad Boy [KaiBaek]
FanfictionBaekhyun era un chico tranquilo, con buenas notas, bueno en el deporte, y sus radiantes ojos derretían a cualquiera, ya sea hombre o mujer, era el popular de la escuela en la que se encontraba. Pero, al momento de la muerte de su padre, él y su madr...