Llegaron a una calle poco transitada, los edificios eran altos y orgullosos de su tamaño, y se podía notar la calidad de vida que existía ahí, muy diferente a la de Baek. En las calles de afuera del departamento del castaño no había mucha iluminación y los robos ocurrían por montones, generalmente había mujeres en las noches en cada esquina y a veces el olor a basura pasaba por toda la cuadra, pero acá... Era diferente.
Baek sabía que el padre de Kai era rico, pero no tenía ni la menor idea que era... asquerosamente rico. O por lo menos, eso es lo que uno piensa al llegar a un barrio tan diferente al basurero en el que uno ha vivido.
Kai y Baek se bajaron del taxi, caminaron unas cuadras adelante y llegaron a otro alto edificio, las puertas del despacho eran de un color de oro, había un hombre de avanzada edad sentado en la entrada.
-Buenas noches, señor Kim –Dijo este al moreno, él lo miró y le sonrió levemente. Era extraño para Baek ver a Kai comportarse de una manera tan natural, generalmente el rostro de Kai no cambiaba de su estado de desinteresado con el mundo a menos que no fuera con sus amigos.
-Buenas Yoongssi. –Baek se inclinó levemente para saludar al conserje y este hiso lo mismo pero solo con su cabeza, el señor hiso una sonrisa y miró a Kai nuevamente.
-Alguien nuevo, me alegro mucho. El joven no trae a mucha gente en realidad. -Dijo mirando por último a Baek, este con los ojos abiertos de par en par, el menor siempre pensó que el moreno era un soltero hormonal desenfrenado y traía a cualquier persona a su hogar para tirárselo una o dos veces y después echarlo como cual prostituta, pero al parecer, la imagen que tenía de Kai en ese ámbito, cambio, y por primera vez, para bien.
-Adiós Yoongssi. –Dijo el moreno, algo molesto con el comentario del viejo señor, llevándose a un sorprendido Baek del brazo, y este viendo su al conserje sonreír de oreja a oreja.
Estaban en el ascensor de espejos, Baek estaba maravillado con el espacio que existía ahí, era como el baño de su casa. Era muy espacioso para ser un ascensor normal. El cuerpo de Kai se reflejaba por mil duplicas en cada reflejo, y a Baek le encantaba. El moreno apretó el botón del piso 27 y las puertas se cerraron. Baek estaba nervioso, su corazón palpitaba, y no sabía porque, tal vez era porque estaba entrando cada vez más a la vida de Kai, tal vez era porque iba a conocer algo muy especial para una persona, que es el hogar, tal vez porque el olor de Kai estaba por todo el elevador y le entraba a las fosas nasales como proyectiles, esa escencia que le encantaba oler, que le encantaría poder tenerlo por siempre a su lado y recordar a Kai en cualquier lugar. Aha... Como le gustaría estar en los brazos de Kai ahora mismo.
La visión de Baek estaba pegada en su yeso del brazo izquierdo, leyendo una y otra vez lo que le había escribido Sehun, Xiumin y Kris, tratando de que el tiempo pasara rápido, ya que no podía estar tanto rato con Kai encerrado en un lugar, nada bueno saldría de eso.
-Mi conserje es así –Dijo Kai, rompiendo el silencio que se obstruía solo por el sonido del ascensor subiendo el departamento, piso por piso. Baek levantó la visión y vio al guapo moreno con su chaqueta de cuero negro y su pelo desordenado, inclinado en los espejos del elevador, se veía absolutamente delicioso. Baek no podía controlar sus hormonas por mucho tiempo. -Habla demasiado, pero... todo el mundo lo quiere acá. – terminó con una sonrisa, leve, pero existente. Y eso no pasó desapercibido por el castaño.
-Y tú... ¿lo quieres? –Preguntó, mordiéndose el labio para esconder su sonrisa, era extraño ver a Kai abriéndose de esa forma, por lo menos, con Baek no lo hacía mucho, y este amaba los momentos en que el moreno se comportaba así, tan... normal.
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Bad Boy [KaiBaek]
FanficBaekhyun era un chico tranquilo, con buenas notas, bueno en el deporte, y sus radiantes ojos derretían a cualquiera, ya sea hombre o mujer, era el popular de la escuela en la que se encontraba. Pero, al momento de la muerte de su padre, él y su madr...