Capítulo 9.2 "La cena"

618 87 39
                                    

Era de mañana cuando Elisa finalizó su turno de vigía, lamentablemente para ella y todos, ninguno de los tres sobrevivientes que ayer salieron, había regresado, aquella sensación que experimentó al finalizar su turno sin buenas noticias fue amargura. Algo malo había sucedido, podía sentirlo.

Elijah venía hasta ella para relevarle, al verle sola comenzó a asumir que Lance y los demás no habían regresado.

—Ellos llegarán... Lance parece un buen tipo ¿sabes? —preguntó retóricamente Elijah, poniendo en pausa el silencio que había desde hace horas en la mente de la mujer.

—Es un buen tipo, espero que vuelvan pronto—confesó Elisa, esperanzada.

—Yo también, pero si no vuelven pronto iremos a buscarlos, deben haber visto la manada, quizás los desvió y puede que hayan tenido que marcharse más lejos, pero iremos por ellos y los traeremos aquí —prometió Elijah.

—¡Gracias! —pronunció Elisa con cansancio y algo pálida, producto del haber trasnochado.

—¡Deberías ir a dormir! —aconsejó Elijah, notando el semblante debilitado de la mujer.

—Te haré caso, intentaré pegar los ojos —dijo Elisa, mientras se retiraba del lugar, bostezando. El hombre asintió conforme y observó cómo la mujer se alejaba, luego salió hasta el exterior del recinto para mirar la calle larga y pensar que es lo que iba a hacer. Primero consideró convocar a todo el campamento, para saber quiénes eventualmente lo apoyarían con la búsqueda de los desaparecidos. Así que con el paso de las horas y conforme los ocupantes del lugar se iban levantando el hombre los fue llamando para la dichosa reunión, frente a la caravana de Viviane. Al principio comunicó la ausencia de los tres hombres, luego presentó su propuesta.

—Bien, yo pienso que sería bueno ir hasta donde fuimos ayer para retomar la búsqueda de los chicos —propuso Elijah, hablando lo suficientemente alto como para que todos los del campamento se acercaran más todavía.

—¿Qué sucederá si la horda aparece de nuevo? —preguntó Colby.

—Si aparece de nuevo todos tienen que hacer lo mismo, ya deberían saber qué es lo que hay que hacer cuando estamos en peligro, guardar silencio —recalcó Elijah, mirando a los ojos de los sobrevivientes que le oían

—Yo pienso que no deberíamos ir a buscar a ninguno de esos imbéciles, todos tenemos muy claro que están muertos, estoy seguro que Aarón se murió, el tipo es un lento de mierda, no sirve para nada, Lance y Chris deben haber caído después —comentó Ferdinand, ganándose el desprecio de la mayoría.

—Ferdinand, por favor, déjate de hablar tonterías, ten un poco de empatía por quienes estamos aquí preocupados —insistió Elijah.

—Elijah, por favor, hombre. No te comportes como imbécil, ninguno de ustedes tiene que hacer eso, tenemos que ser personas fuertes y continuar adelante, pasar sobre cualquier persona para lograr lo que tenemos, la vida es así ahora —aseguró Ferdinand de forma implacable.

—No, la vida no es así, así son los infectados, pero nosotros somos mejores que ellos, no podemos ceder ni rendirnos, no estoy diciendo que tenemos que ser poco metódicos para hacer las cosas, pero si nos vamos olvidando poco a poco de las personas, pronto nos hallaremos solos, estaremos sin compañía, sin fortaleza y sin un aliado que nos conforte cuando lo necesitemos, ¿qué pasará con nuestro corazón? —cuestionó Viviane, posando su mirada sobre todos los que la escuchaban.

—Vivi tiene razón, no deberíamos ni siquiera estar discutiendo esto; mi hermano y los demás necesitan ayuda, si no han vuelto es porque algo les pasó, además Chris es fuerte, siempre lo fue y estoy segura que él podrá ser de ayuda —dijo Scarleth emocionada.

LA ÚLTIMA PANDEMIA [Libro 1] [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora