Capítulo 17.2 Esperanza

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Ya en la tarde, la oscuridad comenzaba a manifestarse en la famosa ciudad universitaria. A eso de las siete de la tarde los destellos del sol se habían extinguido del contorno de los montes de occidente.

En su habitación Alice tenía el arma sobre la mesa, con insistencia la miraba, además habían dejado en la habitación de la mujer algunos implementos necesarios para portar durante el día del entrenamiento. A los minutos de contemplación, Alice escuchó las puertas de sus vecinos ser golpeadas, al principio imaginó lo peor, una evacuación del lugar, pero tras poner atención, escuchó

Todos los militares del campamento comenzaron a sacar a las personas de sus habitaciones y fueron llevadas al gimnasio. Ahí estaba Scar, el general de pelo rubio canoso esperando junto a Gabriela y varios militares más.

La gente comenzó a callarse para escuchar lo que Scar tenía que decir, su rostro era de preocupación.

—Compatriotas, hemos estado aquí un poco más de tres meses soportando nuestro destino, luchando en contra de esas criaturas y racionando nuestras municiones y reservas. Hoy puedo decirles que hemos establecido comunicación con el campo de movilizaciones que se estableció en Valeria, antes de que Marckova fuera bombardeada —señaló el general Scar, muy orgulloso y conmovido.

La gente, inmediatamente celebró tal anuncio, incluso los militares se veían más relajados y contentos de escuchar que pronto saldrían de aquella ciudad.

—Amigos...No todos podremos irnos, tenemos seis camiones militares en funcionamiento, dos están malos y repararlos nos llevará mucho esfuerzo, pero lo haremos. Lo otro que les iba a comunicar, es que dos camiones saldrán mañana mismo hacia el estado de Valeria, irán con diez militares que custodiaran a quienes hagan el viaje, este será largo y lleno de peligros, pero llegar a la base de Valeria es el objetivo final.

—¿Qué sucederá si no queremos ir? —preguntó una persona.

—El que se quede acá, será bombardeado —respondió frustradamente Scar.

La multitud se alarmó, mucha gente comenzó a sentirse ansiosa por irse.

—¿Por qué? —preguntaron algunas personas enojadas desde atrás.

—Lo que pasa, por favor guarden silencio para que todos escuchen —dijo Scar, viéndose interrumpido por la desesperación de la gente.—Lo que pasa es que Marckova está totalmente invadida y los infectados han comenzado a abandonar las ciudades y atacar en los caminos, por eso ahora hay tantos afuera, cada día —retomó. El hombre se deshizo en explicaciones, sin embargo no era necesario, la gente entendió así que al día siguiente ochenta personas salieron en aquellos buses. Aunque Alice, Maurice y Vannia no estaban entre ellos.

Dos semanas después del primer viaje, Alice, Gabriela y diez personas más salieron en busca de combustible, la mujer a cargo había visto un camión cisterna dentro de un galpón rodeado de infectados en las cercanías del puente "Vysokaya skorost" La militar miraba desde lejos el galpón dándose cuenta que ya no habían infectados en sus paredes, dándole luz verde para moverse hasta el galpón.

—Alice, quiero que te quedes aquí, si ves infectados pasar quiero que te ocultes y envíes a uno de estos a que me avisen, iré con Bruno. —declaró Gabriela, con su ya típica asertividad.

—Entendido. — Alice cargó hábilmente su arma. En dos semanas la mujer se había vuelto muy experimentada, entrenaba cada día y apoyaba en lo que fuera a los demás en la comunidad, aunque implicara hacer doble turno o realizar funciones que no le correspondía.

Gabriela entonces se dirigió al galpón y entró por algún sitio apto. En tanto Alice esperó afuera con dos hombres el primero se llamaba Sebastián, mientras que el segundo Luis, quien tenía sordera, sin embargo también poseía muy buena precisión en los disparos de largo alcance, además también les acompañaba Vannia, y Maurice.

LA ÚLTIMA PANDEMIA [Libro 1] [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora