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20 - El círculo de la conexión

El tren marchaba en silencio, Daniel estaba con una mano tapándose su rostro, su nariz y ojos estaban rojos, Mercedes tenía entrelazada su mano con la de él mientras su cabeza estaba recostada en su hombro, ella tenía mirada perdida. Jack estaba en el otro vagón sentado en una mesa, sin nadie a su alrededor, observando con seriedad el suelo, aún sin entender lo que había sucedido, su mente solo tenía una idea; Josué asesinó al señor Fuenmayor.

El señor Carlos estaba de pie junto a la puerta viendo hacia afuera, su mirada alejada, mientras Babén trataba de calmar algunas personas que estaban llorando, era un momento en el que nadie deseaba cruzar palabras, desconsolados y destrozados, en el horizonte se apreciaba el cielo teñirse de color naranja.

—Va a amanecer—Musitó Daniel llevándose ambas manos a su rostro—Quiero que acabé este día.

—Lo siento mucho, cariño—Expresó Mercedes en voz baja, consolándolo y acariciándole el cabello—¡Debes ser fuerte!

— ¿Por qué mi padre? ¿Por qué él y no yo?—Preguntó mientras caían las lágrimas de su rostro—¿Por qué se tuvo que arriesgar?

—Él quiso dar su vida por ti, eres el amo de Acalúria y no podías abandonar a tu gente.

—¡Pero no de esta forma debió dar su vida!—Protestó furioso—¡Todo fue una trampa! Josué planeó subirme, para decir que lo atacaría.

—No puedo creer la clase de monstruo que manda en Narkef—Gruñó, él bajó su mirada—. Esto debe acabar, no podemos permitir que un alma inocente vuelva a caer en sus manos.

La mirada de Daniel se levantó lentamente en dirección a una mesa.

—¿Alma...inocente?—Repitió.

—Sí. Tu padre y tú fueron inocentes.

—¡No puede ser!—Gritó y se levantó de golpe—!Eso no puede ser cierto!

Mercedes no comprendió su reacción, él corrió hacía el vagón donde estaba Jack, atravesando las personas que no entendían que había sucedido. Jack estaba pensativo y tomando chocolate.

—¡JOSUÉ!—Bramó sentándose frente a él y Jack se sobresaltó—¡Mató a mi padre! Él me subió al tren, con la única intención de que dijeran que intenté atacarlo, para luego morir en el intento. Mi padre pagó el precio por haberse interpuesto y Josué cambió su plan. Quien iba a morir era yo...no mi padre.

Jack estaba inmóvil, mientras Mercedes estaba petrificada por la deducción que había sacado.

—No podemos hacer nada sin pruebas, algunos creerán que cayó desde esa altura—Insistió con aire de tristeza—Necesitamos personas que lo conozcan, que nos den información suficiente.

—Necesito que vayamos al lugar de los pensamientos.

—Ese lugar te mostrará la imagen de lo que iba a suceder contigo, pero no te dirá lo que sucedería con tu padre—Le recordó rápidamente, comprendiendo el sentimiento de angustia que mostraba Daniel—Tú mismo lo estás diciendo, Josué cambió su plan. Todo fue improvisado.

Daniel bajó la mirada, demostrando su tristeza, luego soltó un largo suspiro.

—Todo va a ser distinto de ahora en adelante sin mi padre—Musitó entre dientes y echó un vistazo hacia afuera—Él era un ejemplo a seguir, a pesar de su carácter. Nunca se lo dije, pero me agradaba saber que era mi papá.

—Nos tienes a nosotros—Expresó Mercedes sentándose a su lado, tomándole ambas manos—Tu padre, donde quiera que esté, se sentirá orgulloso de ti.