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23 - La guerra

 Daniel acompañó a la estación a Jack y a Mercedes, ellos anunciarían a su gente la guerra que se aproximará, Babén informó que el señor Pott murió y que mañana en la tarde lo sepultarían, Daniel solicitó enterrarlo en las montañas como acto de respeto por su descanso y valentía.

Jack visitó el lugar de los pensamientos y recordó que todo estaba fallando, a pesar de haber hecho el intentó lo último que observó fue una mano sacar un espada y hundirla en alguien, después dos manos sobre un cuello asfixiando, estaba concentrado, intentado detallar quienes serían, pero la imagen no continuó y se apagó. Mercedes logró curar unos cuantos caballos, al dirigirse al último de los caballos este estaba en el suelo, muerto.

La noche estaba tranquila, los duendes estaban vigilando, las personas en Acalúria en sus hogares se encontraban calmosos y a su vez agitados, por la pérdida del señor Pott. Daniel estaba afuera observando el cielo antes de irse a la cama, entrenar para el día de mañana y prepararse.

—Disfrutando la noche—Habló llegando a sus espaldas Amy.

—Ojala pudiera decir la palabra disfrutar, solo estoy nervioso—Confesó con voz vacía, mirando de nuevo el cielo brillante—Nunca me he enfrentado estas cosas, ni mucho menos cuando a quien atacaremos lleva mi sangre y... se llama hermano.

—A veces tenemos que tomar decisiones fuertes—Añadió deteniéndose a su lado y viendo también el cielo—Recuerda la decisión que tomé al ser transformada. Mis padres les resultarían extraño que nunca envejeciera.

—Pero Bram lo hizo...—Agregó deteniendo las palabras; recordó que no debe decir la verdad—Porque... eres su amiga.

—Él también es mi único amigo—Dijo con gran felicidad—.Daniel, vine porque el señor Santiago quiere hablar contigo. Ve a casa, dice que es importante que hablen antes de la guerra.

—De acuerdo.

Daniel tocó la puerta y salió Franchesca, ella estaba silenciosa.

—Buenas noches, Franchesca—Dijo viendo hacia adentro— ¿Está tu padre?, solicitó verme.

Ella no respondió, alzó su mirada y luego la bajó, sonrojando ligeramente.

—No te avergüences conmigo por ser el amo—Pidió sonriendo y colocando su mano sobre el hombro de ella; Franchesca tragó saliva—Somos como una familia.

Ella lo miró de nuevo y estaba roja como un tomate.

—¡Daniel!—Expresó con tonó de sorpresa Bram.

—¡Bram!—Exclamó contento—¡Qué bueno verte fuera de la cama!

—Soy fuerte, recuerda que soy vampiro, lo único que podría matarme es el sol—Aclaró riéndose y miró a su hermana durante varios segundos—Ve con mamá, yo hablaré con él.

Ella asintió y se marchó.

—Discúlpala; ella no es tímida, en realidad conversa exagerado—Añadió riéndose y se le acercó— Sólo...que le gusta el amo de Acalúria.

Daniel levantó las cejas sorprendido y se río apenado.

—¿Puedo hablar con tu padre?, Amy me dijo que quería platicar conmigo.

—Sí—Agregó dándole el paso—Está leyendo un libro en el balcón.

Caminó hasta el balcón, el señor Costt estaba sentando leyendo, al verlo cerró el libro y estrechó su mano.

—Feliz noche, amo.

—Señor Costt, dígame solo Daniel—Insistió, el señor Santiago le ofreció el otro asiento y él se sentó—Amy me dijo que usted quería hablar conmigo.