RECHAZO (STEREK)

CAPITULO 1: CARRETERA

Liam manejaba su auto mientras miraba por el rabillo si algún auto venia para poder girar, la luz palpitante de la direccional, hacía que su coche se alumbrara de a poco, cuando tuvo la oportunidad de girar, su auto empezó a hacer espasmos, haciendo que Liam se tambaleara de un lado a otro. Parqueo saliendo de la carretera pavimentada poniéndose dentro de la tierra donde podía detenerse.

*Maldición* Liam refunfuñaba interiormente, salió de su auto con el entrecejo fruncido, pateo la llanta delantera.

--maldita carcacha—dijo mientras daba otro golpe, pero noto que sus llantas estaban en perfecto estado--¿ahora que mierda te pasa?.

Abrió la puerta del piloto y alzo una pequeña palanca, alzo el capo y humo espeso empezó a salir, haciendo que Liam empezara a toser.

Se alejó un poco de la máquina que tiraba más humo que un tren, cuando estuvo lo suficientemente lejos, lanzo un suspiro largo y agradeció no haber traído a Louis o sino se estuviera burlando de su auto.

El sonido de un auto deteniéndose al otro lado de donde Liam estaba parado, lo hizo girar.

Un Bentley Continental Gt negro de dos puertas se detuvo y la puerta principal se abrió.

Como si fuera una película primero salió una pierna y luego el cuerpo entero de un joven o eso es lo que pensó Liam.

Cabellera negra, piel no morena ni clara, especia de café con leche, pero era pálida, mientras el extraño joven cruzaba la ancha calle, Liam empezó a caminar de regreso a su auto.

Cuando el hombre se detuvo frente a Liam, este pudo ver los ojos rojos que se desintegraron tan rápidamente convirtiéndose en marrones, eso hizo dar un brinco a Liam que su espalda golpeó contra la puerta del chofer de su propio auto.

--creo que tienes problemas con tu auto—dijo una voz ronca que provenía de aquel misterioso joven.

--si, pero ya llame a un mecánico que estará en pocos minutos aquí—dijo rápidamente, no quería ayuda de un extraño y peor cuando se estaba cagando del miedo que sintió cuando vio el repentino cambio de color de ojos de aquel chico.

--creo que eso tomara tiempo—dijo el joven caminando hacia la maquina donde ya no votaba nada de humo—el mecánico más cercano está a media hora de aquí y no creo que alguien como tu pueda estar por este lado a estas altas horas.

Liam quería lanzarse y decirle que se largara pero por un momento lo pensó bien y se dio cuenta que el extraño joven tenía razón, aquel lugar daba escalofríos, de un lado, totalmente lleno de arboles y por el otro también.

--¿eres mecánico?—pregunto irónicamente, que no paso desapercibido para aquel chico.

--se algo ¿porque?—dijo mientras metía su cabeza dentro del capo y empezando a mover algunas piezas.

--pues tus padres deben ser dueños de alguna...

--mira ahora si enciende—dijo el joven mientras se salía de debajo del capo, Liam frunció nuevamente el entrecejo.

Liam camino y entro al auto, dio vuelta a la llave y la maquina rugió, se formo una sonrisa en la cara de Liam, luego salió del auto para poder agradecer y preguntar si el pequeño favor iba a costar algo.

Cuando estuvo fuera de su auto, sintió su espalda golpear con la puerta, sus muñecas a cada lado de sus hombros, sentía que la circulación se cortaba en ese lado.

Los ojos rojos de aquel joven volvieron aparecer pero esta vez venían con algo más acompañado, una sonrisa maligna, acompañada de unos colmillos que brillaba de lo blancos que eran.

--¿que...--Liam empezó a forcejear cuando sintió que era tirado al otro lado del auto, casi volaba cuando se estrello contra el suelo, sus huesos crujieron del dolor, se levantó con ayuda de sus manos y rodillas sintiendo un agudo dolor en sus costillas y en los hombros.

Cuando estuvo de pie, una sombra se detuvo frente a el y vio nuevamente los ojos rojos brillantes y colmillos.
Lanzo su puño contra la cara de aquel supuestamente joven, pero maldijo cuando su mano empezó a vibrar del dolor, la sacudió mientras daba pasos hacia atrás.

--¿Qué mierda eres?—dijo entre dientes.

El joven lo volvió a agarrar de los brazos votándolo hacia el otro lado, de regreso al auto, esta vez Liam cayó sobre su hombro izquierdo y sintió claramente como si su brazo se estuviera desprendiéndo, volvió a tratar ponerse de pie pero esta vez no lo logro.

Sintió cuando lo cogieron de la parte trasera de su camisa y lo levantaban pegándolo contra su propio auto, haciendo que el vidrio se trizara y Liam gritara.

--detente, por favor—jamás había pedido algo tan suplicante, pero sentía su cuerpo quebrado en mil pedazos, el joven gruño, pegando su nariz al cuello de Liam y empezando a inhalar su aroma—por favor déjame, solo quiero regresar a casa.

El joven gruño tan fuerte que parecía un león, mientras seguía inhalando tan fuerte el olor del cuello de Liam, este aprovecho para dar un rodillazo en la ingle del joven, este soltó un grito pero se apegó más al cuerpo de Liam, haciendo que Liam sienta los vidrios encajarse en su espalda.

--basta—dijo entrecortadamente, empezando a sentirse agotado y frágil, el joven puso sus labios sobre la oreja de Liam.

--lo siento—dijo, Liam sintió los colmillos sobre su oreja empezando a deslizarse hacia abajo—pero lo tengo que hacer.

Sintió un dolor en su estómago cuando aquel joven estampo su puño en aquella area de Liam haciendo que este se encoja y botara una bocanada de aire, quedándose sin aire.

Después de unos segundos el dolor de dos pinchazos en su cuello, lo hizo gritar y ver estrellas literalmente, el horizonte se estaba volviendo borroso, sentía que su cuerpo era drenado, el jadeo de alguien a su lado, los hizo abrir más sus ojos.

Su cuerpo se sentía débil, sentía que en cualquier momento iba a caer, se sentía como si fuera gelatina.
Gimió cuando el joven pelinegro de ojos rojos saco sus dientes del cuello de Liam.

Y lo que sucedió luego fue aun peor.
El rojo de los ojos del chico se fueron convirtiéndose nuevamente en la miel pura y brillosa, aquel chico cogió a liam del cuello y con una fuerza desconocida liam sintió como su cabeza dio un giro oyendo un crujido y luego la oscuridad llego.

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