7. Torturada

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- Mi nombre es Akise, espero llevarme bien con ustedes.

¿Qué? ¿cuando? ¿por qué? ¿Qué hacia él aquí?

Mi corazón se acelero tal y como lo hacia cuando era una niña y él lo sabia, podía oírme.

A penas sonó la campana salí huyendo, no quería que me hablara o me relacionarán con él. Akise de seguro viene a arruinar más mi vida aquí.

***

- Ella es la chica lista.
- Es rara.
- Demasiado, siempre anda con sus rosarios y su biblia...
- Se dice que sera monja.- se ríen
- No me extraña, quien la querría.

Esos eran los típicos comentarios que he oído en mi vida desde que entre a la escuela. La gente no se me acerca ni para saludar, se armo una mala reputación de mi y por más que quiera no puedo cambiarlo. Jamas he tenido amigas aquí, siempre estoy sola y me he acostumbrado así.

Es mi ultimo año antes de salir de la escuela, el lugar que más odio en mi vida y Akise entro para ser el diablo en mi infierno.

Cuando llegue el primer día, enseguida me encerre en mi habitación, quería pensar que era una pesadilla, pero al otro día, al verlo en el salon todo continuó.

Todo empeoro cuando me habló en el salón frente a todos y me tomo de la muñeca para que no huyera. Su club de fans me miraba molesta y me las harían pagar.

- Akise.

Dije su nombre suplicando que me dejara y que quizás se fuera a casa. Solo me soltó y con eso me dejó libre temporalmente.

Me escondí en el baño y no entre a ninguna clase, suplique que él no entrara para molestarte, pero en vez de eso apareció el séquito de Yuri o mejor dicho el grupo de fanáticas de Akise.

- Así que aquí te escondias.

Siempre me mantuve a raya, no quería molestarlas desde que rompieron el libro que me había dado mi madre.

- ¿Qué relación tienes con Akise Aru?

Calle, no quise responder.

- ¿Te volviste muda?- dijo una dándome un empujón contra la pared.

Sabia que tenía más fuerza que todas ellas, que podía defenderme, pero eso me haría más mala fama.

- ¡Responde!- grito Yuuri
- Solo somos... Compañeros, nada más.- aclare con la mirada baja como si le hablara a algún amo.
- Espero que se quede así... No quiero que te metas en mi camino... ¿entendiste? ¿Sabes lo que soy capaz de hacer, verdad?

Asentí rápidamente asustada.

- Así me gusta.- sonrió satisfecha.

¿Qué se suponía que haría ahora?
¿Deberia hablar con Akise en casa?
No... Eso lo haría motivarse más a quedarse.
¿Debería abandonar la escuela?

Sacudía mi cabello pensando mientras caminaba de un lado a otro en el baño. Mire la hora y si me iba ahora me salvaría de los chicos hoy.

Tome mi bolso y salí con cuidado, no me tope con nadie, solo me quedaba dar vuelta a la esquina para llegar a la salida, pero... Ahí estaban esperándome.

- ¡Doson!- dijo Takada colocando su brazo en mis hombros llevándome al salón de estudio- que bueno que te veo... Estaba preocupado porque con los chicos no te vimos en todo el día.

¿Por qué no me pude librar de ellos hoy?

*****

Busque a Willow por todos lados, todos se iban y cuando justo me rendiría, la vi acompañada por algunos compañeros de clase a un salón.

¿Qué tal si la dejo en ridículo en su tutoría?

Me quede afuera y por la ventanilla los podía ver bien y oír.

- Bien, Doson...- le tira los libro y cuadernos en frente al igual que los demás- Esta es la tarea para mañana... Además del informe. Se buena niña e intenta que no suene tan como tú ... La otra vez casi nos descubren.

El chico la sujeto del rostro bruscamente para que ella lo mirara.

- ¿Entendiste lo que te pedí, cierto?

Los otros que lo acompañaban se burlaban de ella y jamas pensé ver a Willow tan sumisa.

- Sí, entendí.
- ¡Muy bien! ... Vámonos.

Me escondí para que no notaran que vi todo lo que paso y cuando ya no estaban entre.

****

Solo quería acabar con esto pronto e irme a casa, pero no. Todo tenía que empeorar con su aparición.

- Hey, bruja.- entro con las manos en los bolsillo y una sonrisa arrogante.

Resonge y me queje por dentro pensando que este día no podía ser peor.

- ¿Qué quieres Akise? Estoy ocupada... Hablaré contigo cuando este en casa.

Muy tranquilo se sentó en la mesa y ojeo alguno de los cuadernos de los chicos.

- Pensé que tenias tutoría.
- Eso hago.- dije entre dientes
- ¿Si? ... No entiendo mucho las cosas mundanas que haces, pero estoy seguro que hacer una tutoría es enseñarle a los demás... No hacer su trabajo.
- Me gusta llamarlo así ¿ok? ... Ahora ¿podrías retirarte?
- ¿Donde estuviste todo el día?

****

Se quedo ignorandome mientras le hacia la tarea a los demás.

Me aburrí y decidí irme.

De camino a casa, pensaba en la errónea idea que tenia de Willow y su escuela. A veces pensaba que era muy popular, la más lista de la clase... Otra veces que solo era una nerd que ignoraba al resto por sentirse superior, pero era todo lo contrario. El mundo odia a Willow. Sus compañeros la torturan y molestan, no tiene amigos y pasa el tiempo sola.

Cuando llegue creí que sentiría terror solo por mi... Pero no. Willow ya era atemorizada y lo ocultaba por alguna razón.

Me quede todo el día en mi habitación y solo sentí cuando ella llego muy tarde.

Me pregunto qué haré mañana.

Luna de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora