21. Despertar emocional

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Llegamos a la fiesta con Willow, adentrándonos en la afamada discoteca de la ciudad, un lugar reservado para aquellos de alto poder adquisitivo.

No nos costó mucho burlar la vigilancia de los guardias en la entrada, permitiéndonos ingresar sin contratiempos. Observé a Willow mientras absorbía cada detalle del ambiente, sus ojos brillaban con la emoción de quien explora un nuevo universo.

- ¿Y ahora qué?- preguntó, ansiosa por descubrir qué nos deparaba la velada.

- Vamos a tomar algo para animarnos un poco - sugerí.

- De acuerdo - respondió Willow.

Así iniciamos la noche, y por primera vez vi a Willow brillar con una luz propia. Después de unas copas, decidí tomarla de la mano y llevarla a la pista de baile, pero noté que estaba un tanto tensa.

- ¿Qué te pasa?- pregunté

- Es que nunca he bailado.

- Relájate. Mira a tu alrededor... todos bailan diferente sintiendo la música.

Willow mordió su labio nerviosa mientras miraba a su alrededor e intentaba bailar. Poco a poco comenzó a relajarse y dejarse llevar por la música. Para mi sorpresa, esta nerd no bailaba nada mal, y era divertido ver esa faceta suya.

La música electrónica hacía que todos bailaran saltando, y Willow no era la excepción. Alzaba los brazos con felicidad, gritando de alegría mientras se movía al ritmo de la música. Me miraba con una amplia sonrisa, contagiándome su entusiasmo. No me di cuenta cuando me quedé apreciándola.

- ¿Qué sucede? - preguntó al notarlo.

- Nada - dije finalmente, reaccionando -. Creo que es momento de que te deje y nos separemos. Si estoy contigo toda la noche, ningún chico se te acercará.

- ¿Estás seguro?

- Sí, tranquila. Estarás bien.

La dejé mientras me dirigía al sector VIP del segundo nivel. Desde allí podría verla en caso de que fuera necesario, aunque no creía que lo fuera.

Estaba en una mesa con unas hermosas mujeres, bebiendo y conversando animadamente. De vez en cuando, echaba un vistazo al primer nivel y veía a Willow bailando con un chico. Me sentí orgulloso de mi creación y seguí disfrutando de la compañía de las mujeres que se acercaban cada vez más cariñosas.

Una de ellas se sentó en mis piernas y me rodeó con los brazos, acercándose lentamente. Podía sentir la tensión en el aire mientras nuestros labios se aproximaban para el beso. Nos dejamos llevar por el momento y nos besamos apasionadamente. Sin embargo, mientras sus labios se encontraban con los míos, mi mente vagaba hacia un recuerdo, el beso de Willow. En ese momento, una ola de comparaciones inundó mi conciencia. El beso con Willow fue tierno, lleno de inocencia y nerviosismo, mientras que este era más apasionado pero carente de la conexión emocional que había sentido antes. Me aparte ligeramente, con la sensación incómoda de que algo estaba fuera de lugar.

- ¿Qué sucede?- preguntó ella

Fruncí los labios y la moví para sacarla de mis piernas.

- Quiero estar solo.- dije

Se alejó, visiblemente molesta, con las demás mientras yo apretaba el vaso con furia hasta que se hizo añicos en mis manos. ¿Qué mierda me estaba ocurriendo?

He besado a tantas mujeres en mi vida que sería imposible contarlas, y cada una fue igual a la otra. Sin embargo, cuando besé a Willow por primera vez, mi corazón latió de manera diferente.

Luna de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora