Luna de papel

2. ¿Cómo es que terminé contigo?

I'm fallen
down into my shadow...~

Tarareaba la canción mientras subía las escaleras hasta mi departamento. Quedaba en el ultimo piso del edificio así que era el más grande, todo para mi con una azotea preciosa.
¿Por qué subía las escaleras? Simple, odio los ascensores, me da miedo, no los tolero... No soporto los lugares encerrados.

Había tenido otro día dándole clases a los chicos que iban más atrasados en las materias me dejaba cansada. ¿Cómo es que aun no se aprendan las tablas de multiplicar?

Acariciaba mi sien tratando de disminuir la leve jaqueca que tenía.

Saque mis llaves mientras apagaba mi Mp4. A penas abri la puerta, Salem, mi gato, apareció para recibirme.

- ¿Cómo esta el mínimo más bello del mundo?

Acaricie su negro pelaje mientras sus brillantes ojos azules me miraban esperando algo. Mire su plato de comida y estaba vacío.

- Lo sabia.-dije entre dientes- ese idiota jamás hace lo que le pido.

Miau~

- Tranquilo, bebé... Iré enseguida por tu comida.

Camine hasta el mueble de mi cocina para sacar su alimento, apenas saque la lata oí algo extraño, un golpeteo. Fruncí el ceño y atenta agudice el oído para adivinar qué era.

Salem camino hasta el pasillo como si buscara el ruido también, lo seguí y ahora no solo oía un golpeteo, sino que también respiraciones entre cortadas.

- ¿Qué es...?- susurré

Mi mascota se detuvo fuera de su puerta y enseguida la abrí al notar que el volumen aumentaba.

- ¡Akise!- grité exaltada

Podía ver, aunque estuviesen tapados con una sabana, como él se mecía sobre una chica embistiendola. Roja, como tomate, tape mi rostro furiosa y avergonzada al ver tal escena.

- Willow.- sonó tranquilo- llegas temprano.

A pesar de estar ahí, él seguía teniendo sexo con la chica.

- ¡Así es!- grite de espalda a ellos- Ahora que llegue... ¿podrías detenerte al menos?

Oí como la respiración de su "amiga" regresaba a la normalidad y su voz jadeante dijo:

- Akise... ¿Quien es ella? ¡no me digas que es tu novia!

Akise aguanto la risa.

- ¿Esa fea? ¡por supuesto que no!... Ella es... La sirvienta.

Apreté molesta mis puños.

- ¿Sirvienta?

Ya nada me importo y me volteé con la mirada abajo para evitar esa incomoda imagen.

- ¡¿SIRVIENTA?! ¡SOY LA DUEÑA DE AQUÍ!
- ¿Es eso cierto?- le preguntó desconfiando de mis palabras
- ¿Acaso creíste que este era un millonario que te regalaría una joya y tenía una gran vida?

De reojo note que ella ya se había puesto la ropa interior mientras que Akise solo estaba tapando la mitad de su cuerpo con la sabana.

- Dime... ¿Qué te prometió?- pregunte mirándole a los ojos y notando lo bella que era, debía tener unos 22 años quizás- ¿Vivir juntos? ¿un viaje? No... ¡ya sé! Un auto.

La veinteañera miro molesta a Akise y de una cachetada aclaro que mis palabras eran ciertas.

- ¡Eres un imbécil!- le grito antes de tomar sus cosas e irse