- Mamá... ¿Donde estas?
Recorría la casa buscándola.
Sentí un delicioso olor provenir de la cocina, era el de un estofado.
Corrí por los pasillos pasando mi mano por la pared, al llegar a la cocina la vi allí con su delantal.
- ¡Mamá!
- ¿Si?Dejo de revolver la comida y me miro por sobre el hombro con su típico rostro neutral.
- ¡Te encontré!- dije con alegría señalandola
Siguió con su trabajo sin prestarme atención.
Tenia tres años, era muy pequeña y me costaba trabajo subir a la silla.
Mi madre al ver mi inútil intento por subir me tomo entre sus manos para ayudarme.
- Listo.- dijo
- ¡Siiii! Comida, comida, comida...- decía feliz
- Te comerás todo ¿verdad?
- ¡Si, mamá!- dije sonriendole ampliamente esperando que ella hiciera lo mismo, pero como siempre nunca paso.Puso un plato lleno de comida frente a mi y a pesar de lo caliente que estaba trate de comerlo todo muy rápido.
- ¡Termine!- dije levantando el plato con ambas manos sobre mi cabeza.
Esperaba que me felicitara, que me sonriera o algo pero solo tomo el plato y lo dejo a un lado.
- Descansa y luego te daré el postre.- fue todo lo que me dijo
La ilusión se borro de mi rostro y de un saltito baje de la silla y camine hasta mi habitación.
La luz del sol era tan fuerte que la cortina no podía detener sus rayos. Hacia bastante calor este verano y a pesar de que amara dormir no puedo hacerlo cuando las mañanas son tan calurosas.
Até mi cabello como siempre con dos coletas a los lados y me puse mis gafas. Camine hasta el salón y allí estaba Akise con una lata de cerveza y su celular.
Adormilada aún, me fui hasta la cocina frotando mi ojo izquierdo.
- Que flojera.- bostezee
Era un domingo sin mucho que hacer, no tenia trabajo ni tareas, solo estaría en casa con... Akise. Es el peor panorama del mundo, pero no tanto si me la paso en mi habitación.
Me prepare un sándwich y lo deje en la mesa para ir por el jugo. Solo un segundo y cuando me volteé Akise estaba comiéndose lo que acababa de preparar. Lo mire aburrida y éste solo me guiño el ojo agradeciendome y camino al comedor.
Salem rondaba por allí esperando su comida y busque su lata.
- Listo, pequeño.- le dije al terminar
Miau~
Sonreí de lado y tome mi jugo para irme al comedor cuando alguien toco la puerta. De inmediato Akise y yo nos miramos extrañados ya que no esperábamos a nadie. Golpearon dos veces más y fui hasta la puerta.
Casi se me cayo el vaso de la mano cuando lo vi allí.
- ¡Gabriel!
- Hola.- sonrió alegre de que fuera yo quien le abriera la puerta.
- ¿Q-Qué haces aquí?- tartamudeé
- Oh.- miro mi pijama- ¿Aun dormías?Mi rostro no se pudo tornar mas rojo y humillada note que desde el comedor Akise veía toda mi vergüenza.
- A-Ah... no, iba a desayunar.
- ¡Asi es!- dijo Akise desde el comedor solo para fastidiar a Gabriel.
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Luna de papel
RomanceEl mundo es atacado todos los días por los demonios, ángeles caídos, que perdieron el camino y para mantenerse en la tierra roban el alma o la energía de las personas. Los guardianes del mundo son los ángeles, pero estos solo se ocupan del cuidado d...