8. Ella es mía

56 6 0
                                    

Al parecer, Akise bajo un poco su perfil y continuo yendo a clases. Ahora me ignoraba como los demás y todo siguió como antes.
Él era muy popular y tenia su grupo de amigos. Yuri estaba muy pegada a Akise y eso me dejaba mas atenta de que no debía estar ni cerca a él.

- Toma.- dijo Yuri entrando al juego de Takada y mandándome a hacer sus tareas.
- ¿Por qué?- pregunté
- Solo haz mi tarea, estúpida.
- Con la de Takada y sus amigos a penas puedo... No podré hacer tus trabajos.

El salón completo se quedo en silencio, logre notar como Akise me miraba con atención mientras yo solo rezaba porque llegara el maestro.

- Solo hazlo... O ya veras.- sonrió antes de irse al lado de su amado.

Ya estaba cansada y estresada.

- ¡No!- fue lo que mi boca soltó sin pensar

Todos regresaron la vista a mi.

- ¿Qué fue lo que dijiste?- rió creyendo haber oído mal

Oh, oh... Ok, no lo pensé. Retractate, Willow.

- Olvídalo.- tome mis cosas y me marche lo más rápido que pude

Llegue hasta la biblioteca y me escondí allí.

- Willow.

Salte del susto al oír su voz tras de mi.

- Akise ¿por qué me seguiste?
- Creí que te revelarías... Creí que podrías.
- ¿Qué haces aquí?
- Pensé en ver a la asesina de demonios, pero solo veo a una nena llorona, así es... Te oigo desde mi habitación.

Un molestia invadió mi cuerpo y quise reclamar, pero decidí hacer otra cosa al ver que él no venia solo, desde la puerta nos veía Yuri.

- Me iré a casa, vete al salón.- dije cortante

Quise correr otra vez, pero me retuvo tomando mi muñeca.

- Willow.

Nuestras miradas chocaban.

- ¿Por qué aceptas que te traten así?
- Eso no te incumbe.

No se veía preocupado, pero por alguna razón estaba muy serio.

- Sabes muy bien que podrías defenderte.
- No quiero.
- ¿Por qué?
- Déjame sola.
- ¿Por qué?

Un nudo se formo en mi garganta, quería llorar, pero no lo haría frente a él.

Forcejee para que me soltara y me quede de espaldas a Akise.

- Me desilusionas.- dijo mientras acariciaba mi cabeza

Quise voltear, pero no fue necesario, note que se estaba marchando.

¿Desilusionado?

Tome mis cosas y me fui lo más rápido a casa.

Al dia siguiente, creí que todo sería mejor y un viernes arreglaría todo, pero no fue así.

Cuando llegue a mi banco, la mesa estaba rayada con cientos de groserías y con palabras como: fea, puta, vete, muerete, entre otras.

Podía sentir sus miradas sobre mi esperando mi reacción, pero preferí ignorar.

Mis audífonos y mi libro eran siempre mi salvación.

<<Envíame fuerza, madre>>

Al receso me fui a mi casillero y vi todas mis cosas sucias con un líquido pegajoso. No sólo mis cosas de la escuela estaban así, sino que lo que utilizaba para convertirme en sacerdotisa también.

Oí sus risas tras de mi luego de un fuerte empujón de parte de Yuri.

- Miren a la fenómeno...

Me resistí sus burlas hasta que apareció Takada que me tomo con mucha fuerza de la muñeca.

- ¡Te dije que hicieras un buen trabajo! ¿no?

Estaba realmente molesto conmigo y no comprendía su enojo. ¿Qué había hecho mal?

- ¡Me han suspendido por las estupideces que escribiste en mi trabajo!

No lo entendía.

- ¡Deja de hacerte la estúpida!- me grito al ver mi expresión y comenzó a apretarme más fuerte
- N-No entiendo... De que hablas.

Takada no tenia ningún respeto por las mujeres y ahora que estaba suspendido tenia menos respeto hacia alguna autoridad que pudiese aparecer. Siempre he tenido la impresión que sus secuaces preparan distracciones para que nadie aparezca mientras me amenazan.

Mi expresión confundida lo saco de sus casillas y me tomo con fuera del rostro azotándome contra los casilleros. Todos hicieron una mueca de dolor y si que dolió, y no físicamente si no que mi dignidad.

- ¿Crees que por ser la más lista te puedes burlar de los demás?... Estas sola...

Era cierto, lo estaba.

Su mano se alejo velozmente de mi y mi brazo fue tomado por otra persona que aparto totalmente a Takada de mi lado.

- Akise.

<<No hagas nada estúpido, por favor>>

- ¡Akise!- le grito Takada- no me digas que la vas a defender.

Sonrió muy confiado y muy cariñosamente se acerco a mi al punto de que estuvo a punto de besarme la mejilla, pero eso fue lo que quizo aparentar, ya que en realidad me susurro al oído:

- No dejare que nadie te haga la vida imposible... Más que yo.
- No, por favor. No te metas.- le suplique

Con su otra mano, Akise golpeo tan fuerte la puerta del casillero que cayo al suelo. Todos quedaron conmocionados por su repentina reacción.

- ¿Quien les dijo que podían golpear a Willow?
- Akise, dejame.- susurré
- Ella.- levanta mi brazo y yo en seguida me confundo y me desespero al no saber lo que hará pero mi intuición dice que no es bueno- Willow Doson es mi novia.

Lamento maldecir, pero ¡MALDICIÓN!

Todos quedaron en blanco.

- ¿T-Tu novia?- pregunto Takada
- Sí.- me toma de la cabeza y me coloca en su pecho

<<dejame, por favor... No sigas.>>

Todos se alejaron lentamente y la ultima fue Yuri, quien me dio a entender todo con su mirada.

- ¡¿Por qué hiciste eso?!- dije dándole un empujón
- Ya estaba arto... ¿Por qué ellos te pueden torturar y yo no?
- Eres un imbécil.
- Deberías agradecerme.- sonrió
- ¡Tú fuiste el que escribió el trabajo de Takada!- lo acuse
- Ok, Ok... Es cierto.- dijo tranquilo.- me atrapaste.
- Si querías arruinarme la vida lo has hecho.
- ¿Y qué harán? ¿Te rayaran el casillero... Te derramaran algo?- se burló

No podía creerlo.

- Tú eres a la única que quiero torturar, Willow... Tú eres mía.
- ¡No lo soy! Y ni loca seria tu novia... Ni de farsa, ¡porque me das asco!

Me di media vuelta y me marché.

Pase a comprar las flores que a ella le gustan y caminaba en el cementerio para verla y conversar, pero... No todo fue igual, ya no era el hermoso lugar donde yo la había dejado. La tumba de mi madre estaba rota, sucia y los adornos robados. 

Caí de rodillas y no supe que hacer con el dolor en mi pecho.

- Ma...má.

Luna de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora