¡Hola!
No me maten por no actualizar, es que tenía un bloqueo literario.
~...~ Aquí va ~...~
El juego terminó ya que no iba a jugar y Gustave lo entendió.
— G-Gustave, dime ¿Por qué? ¿Por qué ahora? Pudimos ser algo antes y ahora todo pasa como si nada, es realmente extraño—le pregunté pero no respondió.
Cuando el auto paró, él aseguró las puertas y me miró con tristeza.
— Julie, voy a...morir. Es por eso que lo digo ahora, porque no tendría oportunidad luego.
— Es esto...¿Cierto?—le pregunté mientras una lagrima se resbalaba por mi mejilla.
— Tengo... cáncer. Pero no llores, quiero morir como un hombre amado, por... ti.
Mi mundo se destrozó, mi corazón se partió en mil pedazos. El hecho de que podía morir me hacía sentir mal. No sé por qué, ya que antes podía decir que lo odiaba pero algo había cambiado. Ahora todo era distinto, no solo él, sino que me atrevería a decir que yo también. Él me hacía sentir segura y no quiero que eso se acabe, no por la muerte, no por el cáncer.
— P-Pero...
—Okno—dijo y empezó a reírse, me llegó un poco de alivio pero también la furia.
—HIJO DE TU MADRE, ¡¿CÓMO SE TE OCURRE DECIRME ESO?!—le grité.
—Feliz día de los inocentes.
—¡No es día de los inocentes!—reclamé.
—Quería demostrarte algo—aclaró.
—¡¿Demostrarme algo?!—él asintió.
—En realidad quería que supieras que no solo soy ese hombre frío que ves todos lo días—dijo—. Puedo ser divertido a veces. Ahora ve a dormir.
Abrí la puerta del auto, fui hasta mi piso, saludé a Max y le di comida, luego de eso me acosté en la cama y empecé a recordar el día, el ENORME susto que me dio Gustave más que todo
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Mi Jefe
Romance¿Cuánto apostamos a que ustedes no saben lo que va a pasar con esta "simple" secretaria?