treinta y uno.

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Querida Hermana:

Hoy estaba en clases de matemáticas, el profesor nos estaba explicando un nuevo tema. Según mis compañeros estaba sentada en mi asiento, cuando de pronto me desplome en el suelo, mi cabeza se golpeo con la mesa de al lado y caí.

Al despertar aun sentía ese fuerte golpe en mi cabeza, pero no estaba en la secundaria, estaba en un hospital, conectada a varios aparatos que me ayudaban a respirar, algunas pasaban líquidos a mis venas, entre otros más.

Pude ver a mi madre afuera de la habitación hablando con un doctor, ella estaba llorando, no podía verla así, tenia que saber que le sucedía, por qué lloraba. 

Intente levantarme de la camilla, pero no tenia fuerzas para más.

Ella entro, con una sonrisa falsa en su rostro, yo intente hacer lo mismo, pero no pude. 

Se sentó a mi lado, tomo mi mano fuertemente y me dijo que yo estaría bien dentro de unos días, que no me preocupara por nada, que yo me mejoría lo más pronto posible (sabia que estaba mintiendo, algo estaba mal en mi, algo había salido mal, ella me estaba ocultando algo y sabia que no me lo diría).

Hermana, te necesito, espero que vengas a visitarme, espero que me digas que sucede, espero tantas cosas de ti.

Atentamente: tu hermana menor.

Querida Hermana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora