Parte narrada:
El día de hoy una psicóloga vino a visitarme, era una señora muy amable y cariñosa, se sentó junto a mi y me hizo una serie de preguntas.
– Hola Paige es un placer conocerte, mi nombre es Sarah Johnson y el día de hoy vengo hacerte compañía, vamos a charlar un rato – se sentó junto a mi.
– Hola Sarah el placer es mio – sonreí.
– ¿Que edad tienes pequeñuela? – pregunto con una enorme sonrisa en su rostro.
– Tengo quince años – respondí.
– ¿Y como te sientes Paige? – pregunto Sarah, la amable psicóloga.
– Bueno, últimamente he estado muy mal, tanto física como emocionalmente. Física, bueno ya usted debe saber la razón por la cual estoy aquí, usted debe saber cual es la enfermedad por la cual estoy padeciendo, algo que yo no se. Y emocionalmente señora Sarah, affss es una larga historia – suspire profundamente – La cual si la cuento, me darán muchas ganas de llorar – respondí mientras una lagrima se derramaba por mi rostro.
– No te sientas mal Paige, veme como una amiga en la cual puedes confiar, en la cual no debes de tenerle miedo de contarle las cosas, confía en mi – dijo mientras colocaba una mano sobre mi hombro y me sonreía dulcemente.
Guarde silencio durante ese tiempo, fue un momento muy incomodo y pensativo para mi, no sabia que hacer o que decir, lo que estaba apunto de contar era algo que tenia muy dentro de mi, algo que jamás tuve el valor de contarle a nadie, ni siquiera a mi mejor amiga Scarlett, era un recuerdo que estuvo guardado en mi memoria durante muchos años y que jamás salio a la luz, tal vez por esa razón siempre estoy deprimida, no tengo con quien desahogarme y al fin tenia la oportunidad de hacerlo con alguien, no podía desaprovecharla – mire a Sarah y le devolví la sonrisa – aquí vamos – cerré los ojos antes de comenzar a hablar, se me hizo un nudo en la garganta, mientras comenzaban a caer lentamente las lagrimas –
– ¿Estas lista? – pregunto Sarah.
Asentí con la cabeza mientras aclaraba mi garganta para comenzar a hablar.
– Todo comenzó en el dos mil siete, tenía siete años de edad, mamá y papá aun no se habían divorciado, eramos una familia muy feliz, siempre habían risas, bromas, siempre había paz y tranquilidad en el hogar. En el dos mil ocho comenzaron las discusiones, mamá y papá siempre se gritaban, siempre discutían, se insultaban, peleaban, siempre estaban enojados, a veces papá se iba de casa y duraba días hasta semanas sin regresar y todo por el simple hecho de que mamá se entero de que papá estuvo con alguien más además de ella y le señora tenia una hija, la cual era hija de mi padre. Mamá estaba muy enfadada y en ese mismo año pidió el divorcio, todo surgió muy rápido y en menos de dos semanas ya estaban divorciados, ya habían hecho separación de bienes, mamá perdió muchas cosas, mi padre no tuvo compasión con ella. La juez dio la orden de que yo tenia que conocer a mi hermana, así mis padres estén divorciados o juntos, tenia que conocerla y llevar una buena relación con ella, tenía que tratarla como si fuera hermana de mi misma sangre, tanto como de mi madre como de mi padre. Y así se cumplió la orden, en el dos mil nueve la conocí. Ella, ella es una gran chica, cuando me conoció me abrazo muy fuerte, casi me dejaba sin aire, y a cada cinco segundos repetía "tengo una hermana, tengo una hermana" – solté una pequeña risita – Con el paso del tiempo, ambas fuimos creciendo y madurando cada vez más –
– Disculpa por interrumpirte Paige, pero, ¿que edad tiene ella? y ¿como se llama? – pregunto Sarah.
– Ella tiene diecisiete y su nombre es Leigh – respondí, mientras observaba como anotaba lo que acababa de decir en su enorme libreta –
– Puedes continuar –
– Okey – suspire – Como seguía diciendo, la etapa de la adolescencia a ella le afecto muy fuerte, a los doce años ella comenzó a fumar y a beber con Olivia, Olivia es su mejor amiga, se criaron desde pequeñas, ella ha disfrutado todo lo que yo no he disfrutado con mi hermana, desde que ella se entero que Leigh tenia una hermana, sus celos enloquecieron y desde que conozco a Leigh me ha hecho la vida imposible – baje la cabeza y apreté mis ojos muy fuerte mientras las lagrimas volvían a caer – He recibido maltrato físico y verbal por esa niña, mi vida es todo un lió, he entrado en depresión por tanto maltrato desde entonces –
– ¿A que tipo de cosas haz llegado cuando entras en depresión Paige? se sincera – sonrió nuevamente.
– Cortadas en ciertas partes de mi cuerpo, brazos y el torso – me incline para que las viera – Son pocas, ya no se notan, han pasado meses desde que no lo hago –
– ¿Eso es todo Paige? – pregunto dudosa.
– Sí – respondí firme.
– Una ultima pregunta Paige, ¿que es lo que más te gustaría que te dijeran o que te pasara?
– Me gustaría que me dijeran que clase de enfermedad tengo, ¿por qué razón tengo tantos dolores? o ¿por qué razón llevo tanto tiempo internada aquí?. Y lo que más me gustaría que pasara seria, es que mi hermana venga a visitarme y me diga que alguna vez ella me quiso –
– Eso es todo Paige, gracias por responder, fue muy lindo pasar el rato contigo, espero que te mejores, vendré pronto. Cuídate y que Dios te bendiga – se inclino cuidadosamente para darme un abrazo y un beso en la frente y salió de la habitación.
– Adiós, el placer fue mio, gracias a usted – sonreí.

ESTÁS LEYENDO
Querida Hermana.
Short StoryQuerida Hermana, espero que algún día leas esto. Atentamente: tu hermana menor. ~~~~~~~~~~ Esta historia se empezó el 14/1/16. Y se terminó el 18/7/16. Historia originalmente mía©. La portada más hermosa de Wattpad he...