Querida Hermana.

veintiséis.

Querida Hermana: 

Eres la única persona a la cual le cuento mis cosas, a pesar de que no lo sepas. No tengo mejores amigas, no tengo una compañera en la cual confiar, porque se muy bien que en esta vida no se puede confiar en nadie, y es la verdad.

Aun no comprendo como puedes confiar en Olivia, si es una perra de primera, pero pues, no escribí esta nota para insultar a alguien que no me importa, la escribo porque tengo que contarte algo hermana.

Sabes que no soy una chica muy "sociable" que digamos, pero pues, me he armado de valor y coraje para conocer a un chico.

Quedamos en vernos en aquella elegante cafetería, estaba tan emocionada, me arregle de pies a cabeza para dar una buena impresión, salí de casa y me dirigí a aquella cafetería muy feliz, llegue allí y él aún no había llegado así que decidí tomar asiento mientras lo esperaba.

Pasaron dos horas y él aun no había llegado, así que decidí comprar un café, lo pedí y ahí me quede pasando el rato, veía clientes entrar y salir, parejas, niños, ancianos.

Se hizo de noche y era la única que quedaba en la cafetería.

Ya eran las 7:00PM, llevaba cinco horas esperándolo.

Pague mi café y salí de aquella cafetería con lagrimas en los ojos.

Llegue a casa quitándome todo lo que cargaba puesto y me heche en la cama hasta el día de hoy que decidí levantarme.

¿Por qué razón me hacen esto a mi? ¿Que hice yo para merecer esto querida hermana? He sido una buena chica, de verdad en el amor jamás me va bien.

Al fin que me digno a conocer a alguien, a comenzar desde cero con los chicos y todo resulta catastrófico, la vida me odia.

Atentamente: tu hermana menor.

-Nota tirada a la basura-