Querida Hermana.

sesenta y tres.

Querida Hermana:

Hoy me hicieron otra quimioterapia, para los doctores se sentía una más de la semana, para mi fue la última.

Es duro sufrir de cáncer. Tú no lo entenderías porque no estas pasando por lo mismo que yo o haz vivido un caso similar. Ninguna persona en este mundo no lo entendería, a menos que también padezca de cáncer terminal.

Para una persona que padece de cáncer terminal el día transcurre con normalidad, esta rodeado de sus personas favoritas que lo hacen sentir "feliz". Pero las noches son horribles para nosotros. En las noches lo menos que hacemos es dormir. Vivimos con el miedo de que llegue el día en que moriremos. Los ataques, los tratamientos, las quimioterapias, no son nada fáciles para una persona destinada a la muerte.

Aún no comprendo como obtengo fuerzas para levantar un lápiz y escribir estas notas.

Sólo, espero que leas cada una de ellas. Las guardés. Se las enseñes a mis futuros sobrinos. Y siempre las mantengas en tu memoria

Leigh, en el primer cajón de la mesa de noche que esta a un lado de mi camilla, hay una cajita, dentro de ella están unas notas que deberas de entregar.

Te dejo ese trabajo, espero que lo cumplas.

Espero verte lo más pronto posible.

Gracias por todo, querida hermana.

Atentamente: tu hermana menor.