treinta y cinco.

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Querida Hermana:

Tres meses y tres semanas, ya han pasado tres meses y tres semanas desde que me internaron en el hospital.

Mi madre esta cada vez más delgada, yo estoy cada vez más delgada, me han estado alimentando bien, además de los sueros, vitaminas y medicamentos que me inyectan. Pero la melancolía me esta matando por dentro, la tristeza abarca todo mi cuerpo, mi alma, mi vida completa destruyéndola cada vez más.

El día de hoy mi madre me monto en una silla de ruedas, me saco del hospital, al parecer le habían dado el permiso de sacarme a pasear por solo cinco horas y después tenia que regresar a ese horrible infierno.

Estaba muy feliz, me sentía libre por fin, después de tres meses y tres semanas pude volver a sentir la brisa fresca chocar con mi rostro, hacer que mi largo cabello se desordenara y mi piel se erizara.

Mi madre estaba feliz, estaba feliz porque yo también lo estaba, extrañaba verla sonreír, extrañaba verla feliz, estaba destruyendo a mi madre, eso no lo soportaba, odio ver a mi madre sufrir y mucho más odio que sea por mi.

Me llevo a un lindo restaurante, comimos una enorme pizza familiar y al terminar me llevo a tomarme un starbucks y ahí nos quedamos hasta que pasaron las cinco horas, comenzamos a charlar, a reír, nos estábamos divirtiendo, hace años que no pasábamos un día de madre e hija ya que ella siempre esta ocupada, ya sea por su trabajo, viajes o simplemente porque esta cansada.

Ya era hora de regresar al hospital, ya era hora de regresar a la vida real, mi madre aun cargaba esa enorme sonrisa en su rostro y yo la cargaba solo por hacerla feliz a ella.

Cuando llegamos al hospital mi madre estaba empujando las enormes y pesadas puertas para hacerme pasar, giro mi silla de ruedas para ella empujar la puerta con su cuerpo, mientras que aprovechaba ese momento de despedirme de esa hermosa vista que no se cuando la volvería a ver y de pronto apareciste , con tus hermosos ojos claros, tu cabellera despelucada y tu linda sonrisa, me viste y al verme mi mundo se volteo más de lo que estaba, pensé que vendrías hasta donde estaba a abrazarme, pero me equivoque nuevamente, te alejaste, Olivia te estaba llamando, te fuiste, no te volví a ver más.

Como te odio Leigh.

Atentamente: tu hermana menor.

Querida Hermana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora