Querida Hermana.

Regreso.

Eran las 12:08AM, estaba terminando de sacar el dinero del banco para ir directo a la mansión de Francesco.

Al terminar de sacar el dinero el agente subió a una de las patrullas de los policías y se dirigieron allá.

Al llegar, el agente bajo tranquilamente del auto viendo la mansión detalladamente, subió los tres escalones y tocó el timbre. Inmediatamente las puertas se abrieron por los guardaespaldas asegurándose de que nadie lo hubiera acompañado, al verificar que no había nadie cerraron las puertas y dirigieron al agente a la misma habitación.

– Señor, el señor Edward esta aquí – dijo uno de los guardaespaldas.

– Hagan pasar al imbécil ese – respondió bruscamente.

– Francesco – dijo el agente seriamente.

– Trece minutos de tardanza Styles, te di una orden y no la cumpliste – se cruzo de brazos.

– Tuve un pequeño problema con el dinero, pero ya lo tengo aquí – mostró el sobre que saco de su chaleco.

– Entrega – arrojó él sobre hacía donde estaba Francesco el cual lo abrió al instante que lo atajó – Interesante – se sentó a contar él dinero.

Mientras el contaba el dinero el agente miraba con desesperación a cada rincón de la habitación buscando a Leigh, pero no habían rastros de ella.

– Esta completo – sonrió.

– ¿Hicimos un trato, no? Ahora quiero mi parte – dijo el agente frunciendo él ceño.

– Ah si, cierto – rodó los ojos.

– ¡Leigh! – grito fuertemente – ¡¡Parks, te estoy llamando!! – volvió a gritar aun más fuerte, ella entro a la habitación.

– S-si se-señor – tartamudo mientras miraba de reojo al agente.

– ¿Hiciste tu maleta como te pedí? – 

– Si señor, esta afuera de la habitación – señalo el lugar donde estaba la maleta.