Mateo Bernardi.

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Después de cinco meses de la partida de Paige. Leigh volvió a tomar su promesa en manos, la cual era entregar las últimas notas que le quedaban.

La siguiente nota le correspondía a Mateo Bernardi, el novio de Paige, Mateo fue una de las tantas personas que le dolió más la perdida de Paige, el pobre chico cayo en depresión durante semanas, no quería comer, salir, ni siquiera tenia fuerzas para tomar una ducha. Hacía las cosas obligado, solamente para complacer a sus compañeros de universidad. Su novia era uno de los tesoros más preciados que tenia, gracias a ella obtuvo una beca en el "Instituto de las Artes de California" una de las mejores universidades de arte en los Estados Unidos, ella fue al única razón para que dejara a su familia y comenzara una nueva vida a su lado, solo ella podía girarle el mundo por completo a Mateo, ella era su media naranja, su otra costilla, ¿y ahora que no esta? ¿que seria de él? Tristemente debía de aceptar la realidad, y vivir una vida sin ella.

Debía de continuar su carrera como artista y seguir adelante a pesar de la tristeza y el vació que tenia en su corazón.

Leigh salió muy temprano de su casa para ir al Instituto de Artes de California a entregarla la nota a Mateo.

Duro entre una o dos horas en llegar ya que el Instituto quedaba retirado de la residencia de Leigh.

Al estar ahí, entro y tuvo que hacer una larga fila para solicitar un pase de entrada para ver a Mateo. Pasaron unos 45 minutos cuando ya lo tenía en sus manos, se dirigía a la sala que marcaba el permiso. Tocó unas tres veces la puerta hasta que Mateo salió.

– ¿Leigh? – dijo confuso – ¿Que haces aquí? – una sonrisa se reflejo en su rostro.

Vine a entregarte estoextendió su brazo entregándole la nota a Mateo.

¿Y esto, que es? miro por encima de la nota.

Es un recado de Paige, antes... De partir un nudo se hizo en su garganta, prohibiéndole hablar.

Las lágrimas comenzaron a caer por el rostro de Leigh. Mateo se inclino hacía ella tomándola en sus brazos, sosteniéndola muy fuerte. Mateo se le unió, no pudo contener más, ambos comenzaron a derramar enormes lágrimas, los sollozos se escuchaban por todo el pasillo de las habitaciones, su dolor era inevitable y esa era la única manera de sanarlo.

La extraño Mateodijo Leigh.

Yo también la extraño Leigh, ni te imaginas cuanto

Después de unos minutos ella se despegó de su regazo, quitando sus lagrimas con su dedo pulgar, suspiro antes de abandonar el pasillo.

Adiós Mat, fue un gusto vertesonrió.

Adiós Leigh, el gusto fue mio. Espero verte muy pronto

Continúa luchando por tus sueños, conviértete en un gran artista, hazlo por ella. Suertegiro su cuerpo dirigiéndose a la escalera para salir del Instituto.

Querida Hermana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora