Querida Hermana.

Gracias.

Estaba en la entrada del cementerio a punto de entrar cuando su mente se invadió de viejos y dolorosos recuerdos.

Mientras iba caminando su mente recordaba cada mínimo detalle que vivió junto a Paige.

Parecía un álbum de fotografías, una antigua película, un cuento y en cada una su final no era para nada feliz.

" – Tú, si tu, la persona que esta leyendo esto. ¿Recuerdas el comienzo de esta hermosa y dolorosa historia? No es la típica historia de amor, cliché, romance o como la quieras llamar; es una historia de hermanas, como es la realidad entre ellas realmente, si tú tienes hermanas/os entenderás.

La historia comenzó en el año 2009 por un triste divorcio, separación de bienes, cuando tus padres se separan es como comenzar una nueva vida, junto alguno de los dos y esta inofensiva niña de tan sólo 9 años decidió vivir con su madre, adiós papá, adiós familia, adiós vieja vida, hola, mi nombre es Leigh Parks. 

Ahora tengo una hermana menor, nueva casa, nuevas amigas y nuevas responsabilidades.

Junto a mi hermana menor viví momentos buenos y malos, así como hubieron risas hubo llanto, caricias y golpes, pasaron tantas cosas desde que mi hermana menor entro a mi vida que llego un momento donde el lazo de hermandad se rompió.

Todo esto paso gracias a una persona, Olivia Maslow, ella era mi ex mejor amiga, ambas cometimos el error de dejarla entrar a nuestra vida, pero la mayor culpa la tengo yo, muchas peleas y decepciones que ahora por tantos perjuicios ella esta en prisión.

Mi hermana menor consiguió al amor de su vida y yo igual, yo me case con ese asombroso  chico. En cambio a ellos, la muerte los separó.

Ella sufrió por cinco años de leucemia linfoblasmatica aguda, padecía de cáncer terminal y hace veintiún años atrás... Ella murió.

Y ahora estoy aquí en frente de su tumba, leyendo una vieja nota, que tuve que haber leído hace veintiún años, pero nunca es tarde para realizar las cosas, el tiempo, la angustia y finalizo con su muerte, su muerte me lo impidió. – " 

Se sentó en el pasto verde alrededor de la tumba de Paige, comenzó a limpiar la lápida y podar las flores que se estaban marchitando, transcurrieron unos 20 minutos con la limpieza del sepulcro. Volvió a su posición anterior, sentándose de frente a la tumba, saco la nota del bolsillo de su chaleco y la abrió para comenzar la lectura.

Querida Paige:

No te preguntaré cómo estas, porque según mi madre haz estado grave.

Escribo estos párrafos para disculparme por lo que voy hacer y lo que hice hace meses atrás.

Oh querida hermana, lamento no haber ido al hospital a verte, a preguntarte cómo te sentías, a platicar contigo, a pasar un buen momento entre hermanas.

Discúlpame por no ir corriendo hasta la entrada del hospital y darte un fuerte abrazo. Se que te diste cuenta de mi presencia y mi rechazo hacia ti en ese momento. ¿Recuerdas cuando teníamos diez años, te dije que siempre te cuidaría y no dejaría que nada ni nadie te hiciera daño?  Bueno, han pasado siete años y mi promesa todavía esta de pie, en ese momento le había prometido a Olivia que me alejaría de ti, quería protegerte, no iba a permitir que ella te hiciera daño, preferiría mil veces que me dañen a mi antes que a ti. Espero que entiendas que todo lo que hago y he hecho por ti, lo hago por tu bien. Aunque sientas que soy indiferente contigo.