Soborno.

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7AM, esa fue la hora que el agente emprendió su viaje a el barrio de Francesco Di Salvo, para ser llamado barrio era muy lujoso, así como las residencias de los millonarios.

Después de horas de caminata consiguió el barrio y entro con facilidad hasta llegar a la mansión de Francesco. En la entrada habían dos guardaespaldas gigantes, los cuales le prohibieron el paso a él agente. El agente tenia dos opciones para entrar a hablar con Francesco, la primera era pagar, literalmente sobornarlos, pero con una gran cantidad ya que estas personas no se dejan vender tan fácil y más si trabajan con la mafia negra, y la segunda era enviando una cita para hablar con él, y Francesco vería si la aceptaría o no, él no puede estar hablando con todo el mundo y dejando entrar a cualquiera en su mansión, podrían ser personas normales enviadas por el gobierno, un estafador o simplemente un policía que quiere arruinar su negocio sucio.

El agente tomo la primera opción, el venia preparado, sabia que tendría que pagar para hablar con él, sacó un cheque de 400.000.000$ de su bolsillo trasero entregándoselo a uno de los guardaespaldas. Los guardaespaldas tomaron el cheque y entraron a hablar con el jefe, el cual acepto hablar con el agente Edward.

El agente entro acompañado de los gigantescos guardaespaldas, estos lo dirigieron a una enorme habitación, decorada con varios finos y caros jarrones, pinturas colgadas en la pared, elegantes sofás de cuero y en el medio de la habitación un reluciente escritorio color negro, acompañado de una enorme silla giratoria que estaba de espaldas al escritorio.

Tome asiento Edward Styles, lo estaba esperandodijeron desde la silla giratoria.
Buenos días ¿como que me estaba esperando? arqueo una ceja.

, Olivia me platico acerca de ustedgiro la silla lentamente dejando ver su rostroMucho gusto Edward, mi nombre es Francesco Di Salvo sonrió macabramente.

¡Genial! Por lo menos sabias que vendría y ya sabrás la razón por la cual estoy aquí se cruzo de brazos.

Si, si, claro, ¡¡Leigh!! – grito fuertemente.

Si señor Di Salvo ¿necesita algo? dijo Leigh desde la puerta.

Lentamente el agente giro su torso viendo a la niña detrás de él. Estaba desarreglada, parecía que llevara semanas sin bañarse, en su rostro se reflejaba tristeza, cansancio y dolor, además tenia moretones en su rostro, enormes puñetazos rojos, tenia los hermosos ojos de su hermana, su cabello lacio y largo y su piel pálida, ¿cómo una niña tan hermosa como ella podría merecer esta tortura?

Y ahí tienes en carne y hueso a caso perdido – río, mientras le hacía señas a Leigh para que entrara.

Querida Hermana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora