Después de enterarme de que estaba embarazada, decírselo a mis padres, al novio del padre de mi hijo/hija, y a mis mejores amigas, era el momento de ir al doctor. Me refiero a que, ya había ido antes, pero esta vez ENSERIO no quería ir.
-¡NO QUIERO IR!- Chillé, mientras me agarraba a mi cama.
-¡Nini! ¡Tienes que ir! ¡Es por el bien de mi sobrina!- me dijo Liz.
-¿Sabes que puede ser hombre, verdad?
-¡Mi instinto dice que va a ser mujer! ¡Y ahora arréglate porque vamos a ir al doctor!
Mis padres me querían acompañar, pero no pudieron ya que tuvieron unos problemas en la oficina y tuvieron que viajar a Argentina. Willi me estaba esperando abajo, y Myrtha quería ir, pero las clínicas le daban pánico. Federico no hubiera ido aunque le pagaran, ya que me odiaba con toda su alma.
-¡Liz no quiero ir al Doctor!
-¿¡Pero porque no!?
-¡Porque el líquido me da risa!-
-Wait ¿What?
-El líquido que me ponen en el estómago hace que me den ataques de risa, ¡Y el doctor es un amargado!
Aunque en realidad esa no era la verdadera razón. Como mis padres no me podían llevar Liz se había ofrecido, pero... Ella había reprobado su examen de conducir cuatro veces y estoy segura de que la quinta vez que lo tomó solamente le dieron el permiso para que dejara de ir a molestar. Sin olvidar de que dejo a dos de sus tres instructores de manejo en el hospital.
-Nini, te quiero mucho, pero estás agotando mi paciencia, ¡Así que levanta tu gordo trasero de embarazada de la cama y ponte ropa porque no puedes ir en pijama al doctor!- me chilló, mientras me apuntaba con una sartén.
¿De dónde las saca? Deberíamos hacer un hashtag.
#NoMásSarténesParaLiz
Aunque es un poco largo...
-¡Bueno! Me levanto- así que me pare de la cama, me puse unos pantalones negros holgados, con una sudadera gris, y mis converse negras.
-Te juro que la próxima vez que vayas a comprarte ropa, yo te voy a acompañar, ¡Deberías usar más colores! ¡Como yo!- La miré de arriba abajo. Estaba usando unos jeans blancos, con una camiseta llena de estrellas de colores, montones de brazaletes coloridos en sus muñecas, varios collares, unas zapatillas de colores con ruedas en la suela, y sus rizos castaños en un moño alto amarrado con un pañuelo rojo y celeste.
-Eh...Es que mi ropa normal ya no me queda...
-Mmm... no había pensado en eso... Bueno, algún día iremos a comprar ropa para embarazadas.
-Vale.
Nos subimos al auto, y... Liz iba manejando.
-Liz...- le pregunte mientras me abrochaba el cinturón en el asiento trasero.
-¿Si?
-Aprobaste el examen de conducir ¿Verdad? Me refiero a que, no te dieron el permiso solo para que dejarás de molestar.-Vi cómo se mordía el labio.
-Bueno... Técnicamente no lo aprobé, pero tengo mi permiso- dijo mostrándomelo.
-¿De dónde sacas esta clase de cosas?- dije mirándolo, se veía real, pero yo sabía que su nombre no era Rosario Del Valle De Las Flores Del Pilar De La Luz.
-Del mismo lugar de donde saco los proyectos del colegio- levante una ceja.
-¿Me estás diciendo que tu no hiciste ese proyecto de física?
-Nop- me golpee la frente.
-Liz, no vas a conducir, quiero llegar en auto al doctor, ¡No en ambulancia!
-¡Si voy a conducir! ¡Y que no se diga otra palabra!- Antes de que pudiera chillar Liz ya había apretado el acelerador.
5 minutos después...
-¿Ves? Estamos perfectos- me dijo Liz, mientras apagaba el motor.
Creo que les voy a describir como era el ambiente dentro del auto:
Liz estaba completamente relajada, y tranquila, pero de alguna manera, se había conseguido un Big Mac del Mc Donalds, y se la estaba comiendo.
Willi estaba agarrado al asiento, tenía un oso de peluche más grande que él encima de él y un pájaro que había hecho su nido en su pelo.
¿Y yo? Pues... De alguna manera termine con un gato en mi regazo, un globo que decía "¡Es una niña!", y un ramo de rosas.
Y estoy casi segura de que golpeamos a una ancianita y de que en algún momento hubo un cisne dentro del auto.
-¡Vamos!- dijo nuestra excelente conductora (nótese mi sarcasmo).
Era momento de hacerme la ecografía... ¡AYUDA!
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Embarazada de mi mejor amigo GAY
HumorDiecisiete años. Completamente rara. Y Embarazada De Mi Mejor Amigo Gay. ¡Sabía que ir a aquella fiesta era mala idea! Maldito Tequila...