Capítulo 30

966 52 6
                                    

N/A: Cuando vean ** pongan la canción que les dejo en multimedia...disfruten el cap y no mueran en un coma diabético <3

Shaleen POV

-Tengo miedo, Zed.

-No debes tenerlo, estarás anestesiada y toda la cosa; no sentirás dolor y además sabes que es por tu bien.

-Sentiré dolor después de que acabe la cirugía.

-Para eso existen los analgésicos- replicó él intentando disminuir mi miedo.

Negué testarudamente, mañana por fin me operarían y yo estaba muriendo, literalmente. Tenía miedo de quedar en la plancha, ya sé que solo me operarían de la vista pero uno nunca sabe qué más pueda suceder.

-Ya te han operado antes, muñequita, ya sabes lo que se siente.

-Era una niña, la verdad ya no recuerdo nada excepto que pataleaba y gritaba por mi mamá.

-Desde pequeña toda una dramática- mi amigo recibe un fuerte golpe en el estómago y solo se dobla en dos.- Mírale el lado positivo, faltarás 2 días a clases.

-Claro, descansarás de mí- hago un mohín y Zed me abraza.

-Me gustaría poder estar contigo en la operación.

-A mí también me gustaría- admito y lo abrazo más, quizás así me pueda convertir en él y no tienen que operarme.

-Malditas clases.

*****

Odiaba esto, si fuera por mí ya estaría con un pie fuera de este consultorio. Hace unos minutos había venido una enfermera y me había entregado un botecito que contenía un montón de pastillas, y por si fuera poco, me dio solo un vaso miniatura de agua.

Aún sentía las pastillas atoradas en el pescuezo.

Conforme pasaron los minutos me fui sintiendo más liviana y me empezaba a reír por todas las cosas que decían mis papás. Ahora que lo pensaba, era curioso que mi primo Andy estuviera aquí.

Recargué mi cabeza contra la pared y empecé a moverla de un lado a otro, todo se movía tan lento, había mucha calma en este consultorio.

-¿Qué eran esas pastillas?- preguntó Kristie con una sonrisa burlona en los labios.

-Deberíamos conseguir más, están muy padres- comento yo, Kristie y Andy rieron.

-Son sedantes- escuché que dijo mamá.

-Con razón está toda dopada- dijo Andy.

-Es hora- mencionó una enfermera que apareció de la nada.

Me acerqué a mi hermana y simulamos un abrazo, aunque me sintiera toda liviana no había olvidado nuestro pacto. Ella me pone el rosario en la mano y yo lo tomo. Sonrío a todos, o al menos eso creo que hago ya que no siento que mis labios se muevan.

Camino junto a la enfermera y entramos a un pequeño salón que supongo es el quirófano. El doctor ya está ahí junto con otras personas que nunca he visto.

-¿Lista?- pregunta él y yo niego con la cabeza.- Tranquila, estás en buenas manos.

Me recuesto tal y como me lo indica el doctor, soy consciente de la música de fondo que se escucha, lo que me hace recordar lo que me había dicho mi tía días atrás.

"Dios estará contigo, de una u otra forma, tú no te preocupes y ten fe en él".

Y así era, estaba mediante canciones.

Lost in youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora