My angel «VKook»

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—Kim TaeHyung, tu única orden es cuidar del joven Jeon Jeongguk hasta el día de su muerte.

—Entiendo.

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TaeHyung había velado por JungKook más de 17 años, había visto por el cuando nadie lo hacía, se las ingenió para que el joven siempre tuviera algo de comer, para que un pequeño milagro ocurriera y él pudiera estudiar, TaeHyung había echo muchas cosas por JungKook sin que él se diese cuenta de ello.

Las cosas se habían complicado en el momento en que el joven cumplió sus 16, él quería dinero lo necesitaba para pagar su escuela, para pagar los cuidados de su madre que vivía encerrada en un hospital, lamentablemente TaeHyung ya no pudo hacer mucho más, él no pudo evitar que su pequeño JungKook no entrará a la clase  de trabajo al que ya asistía.

—¡No tiene que golpearme! –Gritó JungKook al sentir como un nuevo cliente palmeaba su trasero.

TaeHyung había estado presente desde el primer momento en que JungKook empezó a vender su cuerpo, le dolía el saber que no pudo evitar eso.

—¡Tú eres la zorra aquí, así que te aguantas! –Otro golpe se escuchó en el aire.

TaeHyung no podía seguir mirando como abusaban de esa manera de su protegido, a lo que recurrió a hacer que el tipo se quedara dormido de la nada. TaeHyung acostumbraba a hacer eso siempre que pensaba que era suficiente humillación para JungKook, lamentablemente era lo único que podía hacer, no tenía permitido él lastimar a las personas que lastimaban de su protegido.

JungKook abrió despacio sus ojos al ya no sentir como lo golpeaban, suspiro al darse cuenta que ese tipo se había quedado dormido aún dentro de él, con toda el disgusto que pudo sentir saco el miembro de ese hombre y se reincorporó en la cama cogiendo su ropa.

—Igual cobraré lo que me hiciste maldito imbécil. –Dijo al ponerse sus pantalones. —Y será el doble. —Continuó mientras cogía la billetera del tipo y sacaba un won de 100000.

TaeHyung le observaba atento parado a su lado, pensaba en que eso no era suficiente y aunque él fuera un ángel aún no había una regla para no ser juguetón, así que sin pensarlo dos veces susurró en la oreja de JungKook.

«Te golpeó y grito JungKook, mereces otro won de esos.»

JungKook se estremeció ante eso, pero igual obedeció a esa voz y tomó otro won de 100000, ya guardando ambos en sus bolsillos se dirigió a la salida.

—Lo he estado pensando mucho. –Dijo mientras caminaba por las calles de Seúl. —¿En realidad eres lo que dijiste que eres?

TaeHyung caminaba a su lado y lo escuchaba, ¿Me está hablando a mí? Pensó él.

—Me estoy volviendo loco. –Dijo JungKook para sí mismo pateando una pequeña piedrecilla. —Ángel, si claro. –Bufó.

Si me está hablando a mí.

JungKook levantó su cabeza y miro el oscuro cielo, pocas estrellas habían esa noche, él sonrió, era lindo cuando las noches tenían esos colores.

«Soy real JungKook, o bueno algo así.»

Respondió TaeHyung después de un rato, JungKook miro a ambos lados cuando volvió a escuchar esa voz, él la sentía tan real, tan cerca.

—Si eres real, ¿Por qué no puedo verte? –Dijo después de pensarlo unos segundos.

«No tengo permitido ser mostrado ante mi protegido, o bueno puedo, pero sería romper una regla.»

—Me estás volviendo loco.

«Solo trato de ayudarte.»

Una risa irónica se escapó de los labios de JungKook ¿Ayudarlo? Nadie podía ayudar a alguien tan jodido como él, a alguien tan sucio como él.

—Tú ni nadie pueden ayudarme.