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Jeongguk lloraba a mares tirado en su cama, estaba sufriendo con el solo hecho de saber que ese día se cumplía ya un mes sin saber nada de su ángel.




¿Qué había pasado con él? ¿Por qué no volvía a su lado? ¿Habría muerto? Eran las preguntas que se hacía el menor cada día que pasaba.




—¡Quiero verlo, Hyung! —Grito lanzando una almohada contra la pared mientras miraba con sus ojos llenos de lágrimas a YoonGi.— ¡No soporto más esta espera!




—Jeongguk, tranquilo. —Respondió el mayor observando desde una esquina a Jeon.



—¡No he sabido nada de él desde que se fue! —Volvió a gritar.—¿Es que acaso no sabes que lo extraño? ¡¿Es que acaso él no sabe qué lo extraño?! —Dijo mientras sus ojos se llenaban de nuevas lágrimas.



Jimin entró a la habitación con un enorme plato lleno de frutas para el menor con la esperanza de que esta vez él si quisiera probar un pequeño bocado, ya que desde que su ángel cumplió dos días lejos de él esté había decido dejar de probar comida alguna.



—Kookie, traje algo de fruta pa...



—¡Saca eso de aquí Jimin! —Exclamó asustando un poco a su Hyung.



Jimin no pudo evitar sentir ganas de llorar al ver como el menor tiraba toda la fruta al suelo mientras se volvía a hacer una bola en su cama abrazando sus piernas al pecho empezando a llorar nuevamente.


—Muérete del hambre de una maldita vez, Jeon Jeongguk. —La voz fría de YoonGi se escuchó en la habitación a lo que Jimin le miro furioso. —Tus berrinches ya me hartaron.


—Es tan fácil decirlo para ti. —Respondió suavemente. —Tu no eres el que está sufriendo por saber cómo está el amor de tu vida, tú no eres el que está en mi lugar. —Susurro con dificultad al sentir su voz quebrarse. —Tu no has perdido a Jimin.


—Jeongguk. —Hablo suavemente Jimin mientras se acercaba a abrazar al menor quien seguía llorando desconsoladamente.


—Lo extraño mucho, Jimin. —El menor escondió su rostro el pecho de Jimin. —En verdad lo extraño.


—En serio lamentó que estés pasando por esto. —Jimin abrazaba gentilmente al menor consolándole en su dolor.



YoonGi se mantenía parado en la misma esquina de la habitación, no soportaba las escenas así y menos sabiendo que era por algo tan injusto.



El pequeño ángel extendió sus trasparentes alas y empezó a moverlas despacio sintiendo como empezaba a dejar de tocar el suelo, y dio camino a la ventana de la oscura habitación.


—¿A dónde vas? —Pregunto el chico de cabellos naranja al ver como su ángel estaba abandonando la habitación.


—Arreglaré toda esta mierda, volveré pronto. —Respondió serio.



Y sin decir una palabra más YoonGi se dirigió al cielo en busca de TaeHyung, él lo traería de vuelta a la tierra y las cosas volverían a ser como antes.


















—Mayor. —Hablo un pequeño ángel acercándose a NamJoon quien estaba tratando de entablar una conversación con SeokJin.


—Te dije que estaba ocupado y no quería que nadie me molestara.



—YoonGi Hyung está aquí y está muy enojado buscando por el ángel TaeHyung.—Hablo rápidamente y nervioso. —Dice que si no le dejamos verle el mismo nos arrancará las alas a todos y cada uno de los ángeles.




—Dios santo. —Suspiro con cansancio. —Vete, yo iré a verte después. —Se dirigió a SeokJin que aún seguía sentado en su cama mirándole.


—Como gustes. —Respondió este con simpleza desapareciendo del lugar.


—¡Kim TaeHyung! —Se escuchó un fuerte grito que al parecer pertenecía de YoonGi. —¡¿Dónde mierda estas?!


—NamJoon se levantó molesto y camino fuera para poder observar al furioso YoonGi quien al parecer le miraba con odio. —¡Puedo perdonar que subas y disturbes el lugar pero no que vengas y grites groserías YoonGi!


—¡¿Dónde tienes metido a TaeHyung, NamJoon?! —Exclamó molesto. —¡Ninguno de estos idiotas me deja verle! ¡¿Por qué no me dejan ver...


—TaeHyung está mal. —Respondió si dejar que su antes ángel de mano derecha siguiera. —Esta en blanco.


—¿Estás bromeando cierto?


—El no se mueve del mismo lugar y lo único que dice es el nombre de ese niño que tanto cuida. —Se sinceró ante YoonGi con un poco de dolor. —Se ha despertado cada noche llorando con una expresión fría mientras repite el nombre de ese chico, pero cuando lo hace se mira vacío, es como si sus lagrimas solo estuvieran programadas para salir y no demostrar ni una tan sola emoción.



NamJoon camino hasta la actual habitación de TaeHyung, este permanecía sentado en la cama mirando a un punto fijo de la habitación no presenciando que los ángeles habían entrado a verlo, YoonGi sintió frío al entrar, podía sentir una muy espeluznante aura en ese lugar y lo miraba, sombras rodeaban a TaeHyung y él pareció notar como NamJoon no lo miraba.



Cada ángel era especial y tenían dones diferentes, por lo que YoonGi había obtenido el don más extraño y nada común en un ángel, él podía presenciar cualquier tipo de maldad, él sabía cuando algo podría ocurrir, él miraba cosas que un ángel no debería y en ese momento agradecía ese don ya que él podía ver cómo TaeHyung luchaba por salir de algo en lo que estaba atrapado.



—Necesito ver a Jeongguk. —YoonGi asintió a la petición que al parecer solo él pudo escuchar de TaeHyung.


—NamJoon se como él puede volver en sí, sé cómo ayudarlo. —Hablo firmemente mirando a su mayor esperando que lo que estaba por hacer fuese a funcionar.



—No creo que este raro don que tienes pueda ayudar a TaeHyung, lo que él tiene es algo diferente.




—Yo no haré nada con el, mayor. —YoonGi extendió sus alas y miro a NamJoon quien le miraba. —


—Necesito a Jeongguk aquí, Hyung. —YoonGi podía escuchar las súplicas de TaeHyung incluso si no estaba muy cerca de él.


¿Si tú no harás nada como piensas ayudar? —Pregunto confuso el mayor observando cómo TaeHyung movía un poco su cabeza.




Aunque en ese punto tan trágico y lastimero para el mayor cualquier cosa sería aceptable por volver a ver al ángel menor de todos sonreír, no quería seguir viéndolo de esa manera tan vacía y sin vida.




—Permítame traer a Jeon Jeongguk al cielo, señor.

My angel «VKook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora