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Gritos, llantos y súplicas se escuchaban por todo el sendero del cielo, el ángel mayor, NamJoon, castigaba a TaeHyung.



—¡Hyung, basta! —Gritaba TaeHyung sintiendo y escuchando todas esas insoportables y lastimosas voces en su cabeza.


NamJoon le estaba torturando haciendo que las voces del infierno le atacaran la mente, TaeHyung se retorcía en el suelo mientras lloraba y apretaba fuertemente su cabeza.



TaeHyung sentía como su sentido común estaba siendo roto desde adentro, sentía como se rompía todo dentro él, pero no podía detenerlo.


—¿Mayor, no está siendo muy cruel con TaeHyung? —Pregunto uno de los ángeles al observar cómo TaeHyung se retorcía brutalmente en el suelo.


—SeokJin dijo que no pasaría na.. —NamJoon callo rápidamente al darse cuenta que había mencionado ese nombre.

—¡Ha dicho al dueño del infierno que castigue a TaeHyung! —Exclamó en alerta el ángel. —¡Kim puede morir, señor!


—SeokJin dijo que no pasaría nada malo.


Pero en la cabeza de TaeHyung nada estaba siendo bueno, demonios le torturaban y le gritaban cosas que él no quería escuchar, le mostraban cosas que él no quería ver, le golpeaban, y le amenazaban con la muerte de la persona que él más amaba.


—Miren tan lindo, TaeHyung trata de ser fuerte. —Dijo riendo uno de esos demonios.


—Morirás, Kim TaeHyung, tú lo sabes ya ¡Así que date por vencido!

¡Jamás! —Grito apretando su cabeza. —¡Jeongguk me espera, no puedo fallarle!




NamJoon se alarmó al momento en el que pudo ver una sombra negra empezando a rodear a TaeHyung, estaba tirando de las alas del pequeño ángel, NamJoon nunca dio la autorización sobre eso.


—¡SeokJin, basta! —Grito el ángel mayor, pero el demonio no le escucho.


TaeHyung gritó fuertemente al sentir un gran y doloroso tirón en su ala izquierda, se la estaban arrancando sin piedad alguna.


—¡SeokJin! —Grito nuevamente al ver como empezaba a caer sangre en montones de la ala izquierda de TaeHyung, le estaban desmembranando el ala. —¡Detente por el amor de Dios!


Una risa se escuchó no muy lejos pero tampoco no tan cerca, SeokJin se reía como tal loco, al ver la reacción de NamJoon, le encantaba que le suplicaran por parar, y así lo hizo, dejó al pequeño ángel y se paró frente al ángel líder, mirándole a los ojos con una gran sonrisa.


—Dijiste que no lo lastimarías. —Hablo el ángel mirando a los ojos al demonio. —¡¿Que ha sido todo eso?!

—Solo estaba jugando, NamJoonie. —Respondió con una sonrisa en sus labios. —Él está bien, aún respira.



NamJoon sentía como su corazón se partía al ver al pequeño ángel sentado en medio del suelo, con su mirada perdida y una de sus alas sangrando sin control alguno, TaeHyung estaba en blanco, no sentía dolor, no sentía tristeza, no sentía nada en absoluto.




—¡Mira lo que has hecho SeokJin! —NamJoon se arrepintió en ese momento al darse cuenta que él había sido el causante de todo esto, al darse cuenta que había confiando en un demonio.






Dime si no es hermoso verlo así. —Continuó con una sonrisa en su rostro, la manera perdida en la que se encontraba TaeHyung le hacía sentir bien.






—¡Parece muerto en vida, SeokJin! —Exclamó el ángel en desesperación. —¡TaeHyung tiene obligaciones como an...






—¡Cállate! —Interrumpió el demonio abofeteado a NamJoon. —Se recuperará, solo dale tiempo.





NamJoon estuvo por responder, pero SeokJin desapareció entre las tinieblas, ¿Cómo él pudo hacer trato con el dueño del infierno? ¿Cómo pudo el traicionar a TaeHyung de esa manera?





TaeHyung estaba perdido en su mente, estaba bloqueado y no podía volver a la realidad, pensaba en Jeongguk, lo veía, pero no lo alcanzaba, no lo podía tocar.





—Todo estará bien, TaeHyung. —Dijo NamJoon ayudándole a levantar y encaminándolo a su vieja habitación.




—Jeongguk... —Susurro con la vista perdida, sentado en la cama.



TaeHyung luchaba en su interior por volver en sí, el pequeño recuerdo que había guardado de Jeongguk le hacía seguir tratando de mantenerse con vida, él no se permitiría que la sombras del infierno se llevarán su ya no tan pura alma.




Jeongguk era esa luz que haría a TaeHyung salir de esa oscuridad en la que se encontraba atrapado, Jeongguk sería eso por lo que él trataría de mantenerse estable.





—Lo lamento, TaeHyung. —Susurro el mayor.





TaeHyung lloraba en su interior, ¿cómo es posible que llegó a esa situación? ¿Cómo es posible que lo estén separando de su pequeño? Jeongguk era la mejor cosa en la vida de TaeHyung y él volvería, él lucharía con todas sus fuerzas para regresar con esa alma buena y pura que guardada su pequeño. No le importaba cuando sufriera, él siempre estaría agradecido de haber obtenido la obligación de cuidar de ese pequeño.




—No pelees TaeHyung, no saldrás de aquí. —Hablo una sombra mirando al ángel.




—¡Yo volveré con Jeongguk! —Grito y empezó a pelear como si no hubiera un mañana con cada sombra que se le cruzaba.




Jeongguk era lo único que él necesitaba para conseguir fuerzas para luchar. No le importaba cuantas veces fuera golpeado y herido por una de esas sombras pertenecientes al infierno, él seguiría peleando con todo poder que aún tuviera.

My angel «VKook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora