Sólo es por lástima

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Mis pies golpeteaban el suelo a un ritmo constante mientras mi mente se llenaba de pensamientos aleatorios. Me encontraba sentada en mi pupitre y por primera vez en mi vida quería que el profesor se apresurara y entrara al aula a dar la clase. Mis pensamientos me estaban volviendo loca.

- ¡Buu!- Salté de sorpresa al sentir que alguien me tomó del hombro.

Era Changbum quien se reía a mi espalda encontrando divertido el hecho de espantar a su mejor amiga.

- Soy, yo. –rio tontamente.

- ¡Me espantaste! Creí que no vendrías a clases hoy. –coloqué mi mano sobre mi pecho exagerando mi reacción de espanto.

- ¡Eres demasiado dramática! –rio y se sentó a mi lado tirando su mochila en el suelo. - ¿Cómo has estado? Ahora eres toda una mujer ocupada.

- Bueno, debo admitir que filmar un drama y promover al mismo tiempo una nueva canción de mi grupo no ha sido nada fácil. –suspiré.

- Al menos te la pasas con tu novio todo el tiempo. Hablando de él, ¿dónde está? –miró alrededor.

- Debe de estar rumbo a Japón en un avión en este instante. Como su grupo se ha vuelto muy famoso ahí pues viajan seguido. - respondí desganada ya que no quería hablar acerca de Youngmin en aquel momento.

¿Por qué? Les diré el porqué. He estado pensando mucho en aquel beso que Youngmin me dio. Pero no sólo el estúpido beso; es el hecho de que no sentí lo mismo cuando Taemin me besó. Quiero decir, ¿por qué Taemin no me hizo sentir así? ¿O incluso mejor? ¡No! El estúpido patán de Youngmin tenía que ser el mejor besando en el planeta.

Lo mejor o peor del caso (depende de dónde lo veas), es que Youngmin sigue siendo el mismo patán y cretino de siempre. Me insulta, se ríe de mí, me hace bromas pesadas y me hace sentir mal con sus comentarios crueles. ¿Qué ha cambiado? Yo, yo soy quien ha cambiado. La forma en que me siento cuando él está conmigo, es totalmente diferente. Me pongo nerviosa, mis manos sudan y mi corazón late muy fuerte. Y yo, pues digamos que ¡ODIO ESO!

Odio su sonrisa, sus grandes ojos marrones, sus estúpidas muecas seductoras, su risa, su forma de hablar, cuando me alborota mi cabello de hongo para animarme a conquistar a Taemin, cuando me llena de comida porque quiere que sea un cerdito llenito y feliz, cuando me hace cumplidos por usar mi gorro de honguito. Odio todo eso, porque me hace sentir especial. Él me hace sentir diferente, y eso está mal.

- ¡Tierra llamando a Sumi! –Changbum pasaba su mano en frente de mí sacándome de mis pensamientos.

- Disculpa, ¿Qué decías? –pregunté distraída.

- Te preguntaba cómo puedo mejorar mis habilidades para rapear.

- Bueno, ¿has intentado practicar con un lápiz dentro de tu boca? –me rasqué la nuca.

- Mmm... sí, pero no me es tan fácil. Creí que tenías alguna buena técnica o algo así.

- No, no es así. Sólo practica y mejorarás. –dije con fastidio.

- Perdón si te molesté con mis preguntas tontas. – agrando sus pupilas sorprendido ante mi reacción.

- No, yo lo lamento. Es sólo que he tenido tantas cosas en mi mente que no he podido concentrarme bien, todo me sale mal. Siento que no puedo con todo. Pero eso obviamente no es tu culpa, no debí descargar mi coraje contra ti

- Tranquila, debes relajarte un poco. Entiendo que debe ser estresante, pero deberías tomar un descanso, aunque sea por un momento. No puedes seguir pretendiendo que estás bien cuando no es así. Te entiendo mejor que nadie, no he dormido en días porque mi entrenamiento en el gimnasio es muy duro. Mi compañía nos ha estado presionando mucho y dedicamos alrededor de 12 horas al ejercicio diarias, a eso le añadimos la escuela y todos los programas de tv que filmamos como entretenimiento. ¡Pero aquí estoy! Y debo ser positivo. Después de todo estoy viviendo mi sueño. Yo quería esto, ser un artista, no debería de quejarme porque es difícil. –Changbum me regaló una de sus más cálidas sonrisas.

Mi Novio es el Rey de los CretinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora