¿La gente cambia?

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Las puertas se abrieron frente a mis ojos. Me encontraba caminando por los pasillos de aquel gran edificio. "Universidad de Seúl", era el nombre de aquel lugar. Estaba lleno de estudiantes que tenían alrededor de mi edad, con grandes ojeras bajo sus ojos y cabello grasiento; algunos otros con una taza de café en la mano caminando frenéticamente a sus aulas, producto del alto nivel de cafeína en sus venas.

Escuela... no era algo que extrañara del todo. Estudié en la facultad de Negocios en Inglaterra. Pero luego de que decidiera renunciar a mi matrimonio con Ji Eun, regresé a Seúl y abandoné mis estudios.

Ahora estaba ahí, intentando entrar a la facultad de Artes. Todo ello como parte de un plan en mente: acercarme a Kim Sumi de nuevo.

Eché un vistazo al mapa de la universidad que estaba en el centro del edificio principal. Luego de ello, me dispuse a caminar hacia la oficina del director de la facultad de Artes.

Abrí la puerta y una mujer que lucía en sus cincuentas me recibió con un gesto no muy amistoso. Alzó una de sus cejas mirándome por debajo de sus grandes anteojos.

- Entró sin siquiera tocar a la puerta, jovencito. – señaló. - ¿Puedo ayudarle en algo?

- Disculpe. ¿Podría hablar con el director por un momento por favor? – pregunté intentando sonar educado.

- El director es un hombre muy ocupado. Hablas como si pudiese verte en cualquier momento. Necesitas agendar una cita antes de ello. Para tu suerte, un chico que tenía una cita exactamente a esta hora, se acaba de contactar conmigo diciendo que no podrá atenderla debido a que está enfermo. Así que, veré que puedo hacer por ti.

- Gracias. – no me agradaba la actitud de la señora. Colocó el auricular del teléfono sobre su oído y marcó dos teclas.

- Señor, hay un joven que quiere hablar con usted. Su nombre es... - me miró esperando una respuesta.

- Jo Youngmin.

- ... Jo Youngmin. –repitió mi nombre y pausó por un momento. Crucé mis dedos esperando lo mejor. – Sí, por supuesto. Le haré saber. – colgó el teléfono.

- Así que, ¿cuándo puedo verlo? – mordí mi labio inferior nervioso.

- Puede verlo en este momento. Me dijo que lo pasara a su oficina inmediatamente.

- ¡Oh! Muchas gracias.

Esta vez me tomé la molestia de tocar la puerta y escuché una voz que me invitaba a pasar a la oficina. El lugar estaba decorado con muchas figurillas alrededor. Era simplemente hermoso y armonioso. Muy acogedor. Mi boca se abrió en señal de sorpresa.

- Jo Youngmin. He oído hablar mucho de ti últimamente. Pero no esperaba que vinieras aquí. – el director sonrió abiertamente. Tenía una linda y tierna calva sobre su cabeza.

- Señor, vine a preguntar si podía entrar a su facultad.

- Claro, cualquiera puede entrar tomando el examen de admisión. Pero, ¿qué te trae aquí exactamente? ¿Por qué me has pedido que hable contigo?

- Bueno, quería solicitar una beca.

- ¿Tú? Jo Youngmin, ¿qué no es tu padre el dueño de la Compañía de Música Jo's?

- Sí, señor. Pero no soy más el heredero de aquella compañía. – tragué saliva.

- Lo sé. Está en las noticias por todos lados. Es por ello que dejaste la escuela de negocios y ahora quieres estudiar artes. ¿Cierto? – dijo mientras hojeaba mi expediente.

Mi Novio es el Rey de los CretinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora