Sol, arena y mar

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Estaba que irradiaba felicidad, amor, arcoíris y corazones. No podía creer que iba a pasar todo un fin de semana junto a Taemin Oppa. Además, el director dijo que íbamos a grabar algunas escenas en la playa ¿no es eso acaso extremadamente perfecto?

Y eso no es todo, sí, hay más. Shinee va a tener un fanmeeting en Busan, así que se vienen con nosotros.

Estábamos impacientes esperando a que llegara la camioneta en la que nos iríamos. Lo único malo de este viaje era que el patancito también venía con nosotros. El muy idiota estaba ahí parado en frente de mí mirándome con cara de desaprobación.

- ¿Por qué me miras así? –lo miré enojada.
- Tu gorra. ¿Qué hay con ella? Pareces una niña del kínder. Además, ni siquiera combina con el resto de tu ropa.
- Cállate... -mascullé intentando ignorar sus comentarios.
- Es la verdad. Y mira esos shorts, son extremadamente cortos. No es como si tuvieses un gran cuerpo como para que muestres tanto. –rio con una mueca.

Estaba usando unos shorts de mezclilla color coral, una blusa azul cielo con estampado de Minnie y un par de converse del mismo color. Al parecer su problema era mi linda gorra de panda blanco con negro.
- ¡Yo pienso que tu gorra es linda Sumi! –Taemin exclamó por detrás.
- ¡Gracias! –sonreí abiertamente volteándome hacia él.

Finalmente, la vagoneta arribó y todos tomaron sus cosas para subirlas. Youngmin me "ayudó" con mi maleta.

- ¿Qué rayos traes aquí? Esta cosa pesa como una tonelada. Sólo nos vamos por un fin de semana, no nos vamos a mudar ahí ¿sabes? –dijo Don Sarcasmo.
- Bueno, traje lo necesario para una chica.
- Pensé que eras un chico.

Nuestros managers nos forzaron a sentarnos juntos dentro de la vagoneta, y ellos se sentaron a nuestros costados para verificar que no peleáramos. Odio todo.

Así que, como el patán y yo nos odiamos, decidí escuchar música mientras el adefesio de al lado leía un libro. Para nuestra suerte, nuestros managers se durmieron en cuestión de minutos. De repente, la linda carita de Taemin se asomó por el asiento de adelante.

- ¡Hola Sumi! –preguntó tiernamente.
- ¡Hola Oppa! –sonreí y retiré los audífonos de mis oídos.
- ¿Qué haces? Los hyungs se durmieron y estoy muy aburrido.- hizo un puchero.
- Estaba escuchando música. –respondí algo nerviosa.
- ¿Puedo escuchar música contigo? –preguntó con ojos brillosos. - Sí, claro. Tengo muchas canciones de Shinee ya que soy fan de ustedes.
- ¿En serio? –exclamó sorprendido.

Puse la canción de Dream Girl y ambos cantamos emocionados.

Nos reímos juntos después de que terminó la canción. Estaba muy emocionada, nunca creí poder cantar junto a Taemin Oppa. ¡Y Dios! ¡Su voz fue tan asombrosa! Cantó muy bien afinado y todo.

- ¿Podrías bajar la voz un poco cabeza de hongo? Tengo sueño y quiero dormir. –el idiota de Youngmin recostó su cabeza sobre mi hombro.

Lo odio con todo mi ser existencial de mi vida y las que siguen. A ese grado llega mi odio en ese tipo de momentos. Le gusta tanto arruinar mis momentos con Taemin. Aunque esta vez en verdad se veía cansado y con grandes ojeras debajo de sus ojos.

- Bueno, creo que yo también debería dormir un poco. –Taemin sonrió algo apenado y regresó a su asiento.

Puse mis ojos en blanco y empujé la cabeza de Youngmin lo más lejos de mí pero él volvió a recostarse sobre mi hombro. Suspiré y lo dejé dormir mientras escuchaba música sola de nuevo.

Después de unas cuantas horas, la vagoneta se detuvo en nuestro destino. Le di pequeños golpes a Youngmin en su cabeza para que se despertara. Él estrechó sus brazos abiertamente y bostezó. Lo miré con desprecio aún enojada.

- ¿Qué? –preguntó como si no supiera por qué lo miraba de esa forma.
- Nada. –respondí y lo empujé para que saliera del vehículo.

Una vez afuera pudimos observar la hermosa puesta de sol cerca del mar. Era realmente una vista maravillosa. Eran alrededor de las 5pm.

- ¡Uau! ¡Esto es tan hermoso! –exclamé inhalando el aire puro.
- Bien chicos, hoy pueden ir a divertirse y descansar. Mañana comenzaremos con las grabaciones. –el director informó.
- No olvides ir al hotel a las 7pm para registrarte. –mi manager me dijo seriamente. Asentí en respuesta.

Los Oppas de Shinee salieron corriendo directo a la playa para jugar en el agua. Iba a ir detrás de ellos cuando mi manager me detuvo tomándome del brazo.

- Sumi, ve con Youngmin. Recuerda que deben estar juntos todo el tiempo. –me dijo al oído.
- Está bien. –repliqué desanimada.
- ¿Qué hay con esa cara? –Youngmin rio en forma burlona. -¿Realmente quieres ir con ellos?
- Cállate. Tú siempre arruinas mis momentos perfectos con Shinee.
- Si quieres ir con ellos ¿por qué no lo haces? Puedes ir a jugar con esos niños infantiles mientras yo me siento aquí a tomar el sol y leer un libro.
- Eso suena bien. –sonreí.
- Estúpida cabecita de hongo. –sacudió mi cabello mientras sonreía, pero de forma sincera, si eso es posible.
- ¡Yah! –acomodé mi cabello.

Youngmin puso nuestras cosas en una silla de playa y se sentó en otra. Se quitó su camisa y su pantalón quedando sólo en traje de baño. Me volteé de espaldas hacia él sonrojada.

- ¿Qué? ¿Es la primera vez que ves a un hombre sin camisa? ¿Qué te pasa honguito? ¿Por qué estás tan sonrojada? –rio por lo bajo.
- No estoy sonrojada. –dije avergonzada.
- Entonces ven aquí y ayúdame a ponerme bloqueador en mi espalda.

Me volteé hacia él y tragué saliva intentando ignorar el hecho de que estaba semidesnudo. Y sí, creí que
estaba más flaco, pero al parecer ha estado ejercitando un poco... ¡Aish! Sumi, qué diablos estás pensando.

Tomé algo de bloqueador y lo unté sobre su espalda cerrando mis ojos evitando sonrojarme. No piensen mal, no me gusta Youngmin; es sólo que es la primera vez que le pongo bloqueador a un chico.

- Terminé.
- Bien. Tú también deberías ponerte un poco sino vas a quedar toda tostada.
- ¡Nah! Llevo puesto shorts y playera. No estoy semidesnuda como tú. Además, el sol se ocultará pronto así que no creo necesitarlo.
- Como quieras honguito. Sólo ve con esos inmaduros y déjame en paz. – Youngmin se puso sus lentes de sol.

Corrí hacia los chicos de Shinee quienes estaban construyendo castillos de arena. Me saludaron agitando sus manos cuando llegué.

- ¡Hola chicos!
- ¡Hola Taylor! Estamos haciendo una competencia de castillos de arena ¿Quieres participar? –Jonghyun dijo amablemente.
- ¡Claro! ¡Me encantaría!

Nos dividimos en equipos de tres para la competencia. Yo estaba con Taemin y Key; y Onew, Minho y Jonghyun eran nuestros contrincantes. Desafortunadamente perdimos. ¡Y adivinen quién fue el juez del concurso! Nadie menos que Youngmin. Ahora entienden por qué perdimos.

- Perdimos. –Taemin miró al suelo decepcionado.
- No te preocupes Taeminnie. Lo importante es que nos divertimos, ¿cierto Sumi? –Key dio pequeñas palmadas en el hombro de Taemin en muestra de consuelo.
- Sí. Nos divertimos mucho mientras construíamos el castillo.
- Tienes razón. –esbozó una dulce sonrisa.
- ¡Perdieron! – Jonghyun celebraba.
- ¡Ganamos! ¡Somos los mejores! ¡Wuuu! –Minho exclamaba con euforia. La competitividad de esos chicos no es juego.
- ¡Cállense! –Key gritó y les arrojó agua.

Vi a los chicos de Shinee jugar alegremente en el agua. Se veían tan felices. Pero luego volteé mi mirada hacia Youngmin quien tranquilamente regresaba hacia su lugar. Lo seguí ¿por qué? ¡No tengo ni la menor idea!

- ¿Por qué no vienes a jugar con nosotros?
- Porque no quiero. –respondió fríamente.
- ¿No es aburrido quedarte aquí solo? Vamos, te divertirás. –tomé sus brazos y los jalé intentando levantarlo de su silla.
- Tú ve ahí con ellos. Yo no quiero ir. ¡Deja de ser tan molestosa honguito! –alzó un poco su tono de voz irritado.
- Pero nuestros managers dijeron que teníamos que estar juntos.
- Entonces siéntate aquí junto a mí. –rodó sus ojos.
- Pero estar aquí es aburrido. –me quejé.
- Entonces ve con ellos y deja de molestarme.

Me senté en la otra silla de playa al lado de él, no porque quisiera estar con él sino más bien porque estaba cansada y necesitaba descansar un poco. Cuando recosté mis brazos gemí de dolor. Youngmin enderezó su espalda y me miró con una sonrisa de lado.

- Te dije que te ibas a quemar. –rio. –Pero eres tan terca como siempre. Bajé la mirada. Tenía razón, y odio cuando tiene la razón.
- Ven aquí. – palmeó el espacio vacío en su silla. Me senté junto a él algo nerviosa.

Youngmin tomó una crema blanca y comenzó a untarla por mi brazo derecho, dando ligeros masajes. Sentí como mi piel se enchinaba al delicado contacto de las yemas de sus dedos. Mi ritmo cardiaco aumentaba así que decidí desviar mi mirada mientras continuaba con mi otro brazo.

Una vez que terminó alzó mi barbilla y me hizo mirarlo a los ojos. Mis ojos se agrandaron en sorpresa. Su rostro estaba tan cerca de mí. Puso un poco de esa crema en sus dedos y la esparció por toda mi cara. Brinqué un poco sintiendo ardor en mi piel.

- Quédate quieta. Sé que arde, pero no sería así si no hubieses sido tan terca como siempre.

Lo miré directamente a los ojos. Sus grandes ojos color marrón se veían tan calmados. Mi acelerado corazón se calmó un poco pero continuó latiendo a un ritmo constante anormal. Finalmente, regresó su espalda al respaldo de la silla.

- Toma. Ponte un poco en tus piernas también. –me dio la crema. – Lo que más me preocupa es tu rostro. Está rojo como un tomate. No debiste haberle prestado tu tonta gorra de panda a Taemin; era lo único que protegía tu cara de cerdito del sol.
- Gracias por cuidar de mí. –murmuré.
- Ni lo menciones. Estaba yo aquí tranquilo leyendo mi libro y como siempre tenías que arruinar mi paz y tranquilidad con tus torpezas. –dijo inexpresivo. –Bueno, ahora quiero dormir así que por favor no me molestes.

Youngmin se quitó sus lentes de sol para dormir, lo cual pienso es extraño. Me quedé sentada a su lado pues era la única silla con sombrilla. Observaba a los de Shinee jugando en el mar. Onew se había tropezado con una roca y se cayó encima de Jonghyun. Eran muy graciosos.

Después de unos cuantos minutos, escuché los suaves ronquidos de Youngmin. Espera, ¿Youngmin ronca? Qué gracioso. Solté una pequeña risa mientras lo observaba dormir a mi lado. Se ve tan lindo cuando duerme... esperen, él no es lindo. Bueno, dije que se "veía" lindo, no que era lindo. ¿Cierto? ¡Aish! Sumi, mejor deja de pensar estupideces.

Mi estómago gruñía en busca de comida. Miré a mí alrededor pero no encontré nada de comer. Entonces, vi a los de Shinee acercándose a nosotros.

- ¡Hey Taylor! ¿Quieres cenar con nosotros? –Minho me preguntó. Sonreí ante mis salvadores.
- Sí, claro. –me levanté de mi asiento.

Miré a Youngmin quien seguía dormido. No podía dejarlo ahí solo; pronto iba a oscurecer y teníamos que ir al hotel a registrarnos. Sin olvidar que él no había comido nada desde que llegamos. ¡Arghhh!

- ¿Puede ir con nosotros? –pregunté señalando a Youngmin.
- Sí, por supuesto. –Onew sonrió. Sacudí el hombro de Youngmin para despertarlo.
- ¿Qué quieres... - gritó pero luego suavizó su expresión al ver que no estábamos solos. - ... cariño? –terminó su enunciado. Reí por lo bajo.
- Los chicos van a cenar. ¿Quieres ir?
- Sí, tengo hambre. –tomó mi mano para levantarse y finalmente se puso su camisa de nuevo.

Caminamos juntos hasta un pequeño restaurante de mariscos. Durante el camino, Youngmin iba tomado de mi mano. Ya me había acostumbrado a ello, pero cuando entrelazaba nuestros dedos sentía algo diferente, me ponía nerviosa. Y hoy se le ocurrió hacer eso.

El restaurante era como una pequeña cabaña muy acogedora. Las paredes y el suelo eran de madera y olía como a piñas y nueces por dentro. Había una gran escultura de un pez azul pegado en una pared y también cuadros de fotografías antiguas familiares que suponía eran de los dueños.

Nos sentamos en una mesa y ordenamos nuestra cena. Sorprendentemente, Youngmin se comportó muy amable con todos; bueno, es un buen actor. A excepción de Taemin, a quien incluso le quitó la gorra que le presté y lo reprimió por usar gorra en un lugar cerrado porque eso es de mala educación.

Ya era hora de ir al hotel a registrarnos. Cuando regresamos, nuestros managers nos vieron con ojos alegres lo cual era escalofriante.

- ¿Qué? –Youngmin rodó sus ojos.
- Parece ser que se están llevando bien. –Manager Kim dijo en un tono ridículo apuntando a nuestras manos juntas.
- Sólo estábamos haciendo nuestro trabajo. – Youngmin respondió con indiferencia. –Manager Lee, ¿podrías darme la llave de mi habitación? Estoy cansado. Quiero tomar una ducha e irme a dormir.
- Claro. –El manager de Youngmin sonrió de la misma manera espeluznante y le entregó su llave a Youngmin. Son tan raros.
- Manager Kim. ¿Me podría dar mi llave también por favor?
- ¿Tu llave? La tiene Youngmin. –rio.
- Vamos, deje de bromear y entrégueme mi llave por favor.
- No es broma. No tenemos suficiente presupuesto así que ustedes dos compartirán habitación.
- ¿Qué? –exclamamos los dos al unísono.

¡TIENEN QUE ESTAR BROMEANDO! 

Mi Novio es el Rey de los CretinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora