19. Simplemente enamorados

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Capítulo 19

Simplemente enamorados

Todo mi cuerpo temblaba tras haberle confesado a Mark mis sentimientos en ese momento de desesperación, de impotencia, de locura... Los dos nos quedamos por unos segundos en silencio, sin decir nada; tan sólo escuchando nuestras respiraciones aceleradas, nuestros suspiros ahogados...

Pero entonces él me estrechó de nuevo entre sus brazos, saciando así la gran necesidad que yo sentía por tenerlo cerca, por sentirlo a mi lado... Vi entonces cómo unas lágrimas resbalaban ya por su hermoso rostro, de forma que una gran angustia recorriera todo mi corazón, todo mi ser.

Pasaron varios minutos y Mark seguía abrazado a mí. Yo me aferraba a él, sintiendo su calidez, su tibieza, su ternura... observando abatida sus lágrimas incontenibles, su expresión de gran tristeza.

Sin embargo, al poco tiempo él se separó un poco de mi cuerpo, dejando de estrecharme entre sus brazos. Pero no para marcharse, no... Mark alzó sus manos para acariciar mi rostro; para limpiar mis lágrimas... Luego acarició suavemente mi cabello tratando de calmarme, de darme consuelo... y finalmente vi cómo se acercaba de nuevo a mí; pero esta vez se acercaba hacia mi rostro, concretamente hacia mis labios...

Yo me puse entonces demasiado nerviosa; mi corazón latía con fuerza y las manos me temblaban demasiado.

Sus labios estaban ya demasiado cerca de los míos; yo cerré los ojos temblorosa, con el corazón totalmente desbocado, sintiéndolo cada vez más cerca... Entonces ocurrió lo que yo siempre había soñado; lo que hace unas horas creía imposible: Mark besó mis labios...

Aún no podía creerlo: Él me besó dulcemente, con una suavidad que nunca hubiese imaginado... Mis manos y todo mi cuerpo temblaban demasiado, y mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho...

Tantas emociones se habían apoderado de mí que ni siquiera podría describirlas: su beso era demasiado dulce; demasiado hermoso... tanto que aún no lo podía creer; entonces abrí mis ojos y yo misma comprobé que no era un sueño; que Mark realmente me estaba besando; él me estaba besando a mí...

Finalmente Mark se separó un poco de mí; aún tenía lágrimas sobre su rostro y también temblaba al igual que yo... Me quedé entonces mirándolo durante unos segundos totalmente impactada, impresionada ante su beso...

 - M-Mark...  -pude decir al fin, con la voz entrecortada y temblorosa a la vez que lo miraba fijamente.

 - Hanna...  -musitó él con apenas voz, esta vez sujetando mis manos-  Perdóname, por favor...  Siento tanto haberte tratado así antes... -su voz tan apenada me destrozaba-  Pero yo pensaba que te gustaba Eric, y eso me había hundido profundamente, me había roto el corazón...  -yo no podía dejar de mirarlo; Mark de verdad sentía lo de antes y sus palabras entre lágrimas eran demasiado para mí-  Porque, Hanna... ¡¡Yo te quiero...!!

¡Yo te quiero...!

Mi corazón dio un vuelco tras escuchar esas palabras; Mark me acababa de besar y ahora me decía que me quería... Yo me sentía tan feliz, tan aliviada, tan contenta... Mis lágrimas eran aún más incontenibles ahora, pero esta vez no eran de amargura, impotencia o desesperación; esta vez eran de alegría... De una inmensa dicha y felicidad que ahora mismo estaba sintiendo tras saber que él me quería; tras saber que Mark me quería a mí...

 - Mark...  -musité yo sin poder controlar el llanto-  ¿D-de verdad tú también me quieres...?

 - Sí, Hanna...  -contestó él aún temblando, sin soltar mis manos-  Te quiero... Te quiero con locura y deseo estar contigo siempre...

Un amor a ciegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora