Capítulo 2.

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"Lo Malo De La Lealtad A Una Causa, Es Que La Causa Te Traiciona".

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*Astrid en multimedia*.

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Astrid y yo hemos estado intentando desde casi una hora encontrar la ropa adecuada.

Yo quería llevar algo simple, pero Astrid no me lo permitió. Esta obligándome a usar un jodido vestido.

— Jane plancha este vestido —. Astrid le pasó otro vestido a Jane, mi asesora de modas.

— ¡Basta Astrid!, iré con este —. Señalé el vestido que llevó puesto. Un sencillo vestido negro.

— ¿Segura? — Preguntó con desaprobación.

— Sí, eres insoportable.

— Señoritas — Nos interrumpió Jane —. Puedo decir que estos vestidos les quedarán mejor.

Nos mostró dos preciosos vestidos, uno morado y otro azul.

Obviamente quería el azul, así que corrí y lo tomé, más bien lo arranqué de la mano de Jane. Astrid me miró mal. Pero tomó el morado con una sonrisa.

— Son hermosos Jane, estos usaremos.

Jane puso los ojos en blanco, desde hace una hora ha querido hablar pero Astrid no la dejaba.

( - - - - )

Una vez listas, y después de que Jane casi se volviera loca, gracias a Astrid, bajamos las escaleras de mi casa.

Deberían aumentarle el sueldo a Jane. Nos dejo muy bellas.

En una esquina del comedor se encontraba Ashton con la mirada clavada en un libro, llamado "Khy soning". Al escuchar nuestras pisadas levantó la cabeza y nos miró, más a Astrid.

— Están Preciosas Chicas —. Nos Dijo él con una sonrisa, haciendo que Astrid se sonroje y yo ponga los ojos en blanco.

— Gracias Ashton, ¿Tú también iras?

— Sí, Raven me pidió que fuera.

— Oh —. Astrid se veía decepcionada.

No entiendo el amor de mis dos mejores amigas hacia mis hermanos, y mis dos idiotas que andan con las otras perras.

Aunque se que Ashton se siente atraído por Astrid, y quien quita que Jordan igual lo este por Mía.

— Entonces, ¿Jordan igual ira? — Pregunté algo irritada.

— Sí, también iré hermanita —.Jordan apareció por la puerta con un saco intentando ponerse la corbata —. Así te vigilamos. Padre nos lo ordenó.

Si no fueran mis hermanos si les daba, o dejaría que ellos me dieran, como sea.

Deja de ser tan perra Alex.

Vete al diablo mente, no estoy de humor para tus estupideces.

— ¿Ya regresaron de París? — Preguntó Ashton confundido.

— No, me lo dijeron por teléfono — Respondió Jordan quitándose la corbata salvajemente —. Esta maldita cosa, ¿A Quién diablos se le ocurrió inventarla?

— Dejame ayudarte —. Astrid le amarró la corbata mientras sonreía —. ¿Ves?, no es tan difícil.

Jordan le sonrió seductoramente. Haciendo que ella se derrita completamente. Yo por mi parte solo quiero reír.

Las Adicciones De Un Príncipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora