Capítulo 28.

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" Sabes Que Él Será Tu mayor Perdición Y Aún Así Dejas Que Te Domine".

( - - - - )

Estuve muy nerviosa con los cambios que Katherine me hizo, en primera ahora soy rubia de corte hasta la medida de los hombros, ojos completamente normales, café oscuros. Kathe insistió en colocarme dos lunares, así que tengo dos lunares.

Mañana comienza el instituto y sinceramente estoy muy nerviosa, mi cambio debía empezar ya.

Este lugar es mas que hermoso, los días que pasaba aquí sólo me encariñaba más con la playa.

Astrid dijo que mis hermanos se pusieron como locos y ellos junto con Dylan iniciaron una búsqueda declarándome desaparecida.

Por otro lado, Jake ha estado muy atento conmigo.

Le gusta ir a un karaoke de por aquí llamado Querez. Anoche fuimos y era un lugar increíble. Debo aceptar que me senti tentada ya qué había hombres bastante atractivos.  Pero ahí apareció Jake quitando esos pensamientos.

— ¡Jann! Dice Jake que hay pizza para cenar — Dijo Katherine con voz cantarina desde el pasillo.

— No tengo mucha hambre Katherine, pero gracias.

— Mañana es el instituto — Cantó con voz alegre.

— Ya sé — Respondí con una mueca.

— Basta, no seas pesimista, la mayoría de aquí son agradables.

— Bien, buenas noches.

— Buenas noches, lobita.

¿Que?

¿Qué dijiste?

Ella frunció el ceño.

— Dije: Buenas noches flojita, ¿Por qué, hay algún problema?

— No, ninguno. Sólo... Escuche mal.

( - - - - )

— Señorita... Eh...

— Vega — Lo interrumpí.

El profesor me miró con una ceja alzada.

— Señorita Vega, ¿Está en la clase correcta?

— Sí, señor. Literatura avanzada.

— Correcto, entre.

El viejo se aclaró la garganta, y todos voltearon enseguida.

No dejaré que piensen que soy débil.

Muestrate poderosa, pensé, así que levanté una ceja.

Que mi pequeño problema se reparé no quiere decir que dejaré de ser una perra.

Bufé con mucha fuerza llamando la atención de todos. Dos chicos al final llamaron mi atención no solo por ser guapos, también lucían agradables.

Aplaudí dos veces y todos me miraron mal. Excepto los dos chicos del final, parecían divertidos con la situación.

— Wow — Dije con fingido asombro — Que bien adiestrados los tiene profesor, ¿Tambien les rasca las orejas?

Los chicos del final y una chica de adelante estallaron en carcajadas, todos los miraron mal y a mí peor.

El profesor bufó cansado pero no dijo nada.

Las Adicciones De Un Príncipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora