Aiden Pov.
El día que terminó con Mía...
Salí del palacio lentamente hacia la calle. Me despeine un poco el pelo llevándolo todo hacia el frente.
Realmente quería a Mía pero sabía que tarde o temprano me dejaría por Jordan. No era idiota sabía que se querían y mucho. Aún así quise aprovechar cada momento con ella. Era especial, era única.
Debía hacer lo correcto, no era justo para mí ni para nadie.
Compré un helado y me senté en una banca, la pena de amores se resuelve comiendo, o eso me han dicho.
Mientras comía mi helado una chica rubia se sentó en la misma banca que yo, tenía las manos en la cara y por el movimiento de su cuerpo adiviné que estaba llorando.
- ¿E-estas bien?
Ella se sobresaltó.
- ¡Oh, no pensé... No te vi! - Sollozó - ¡No me mires!
Me acerqué más. Ninguna chica merecía sufrir.
- ¿Puedo ayudarte en algo?
- ¡No y ahora alejate! - Chilló.
- Solo quería ayudarte, sea lo que sea no tienes que desquitarte conmigo, chica. También tuve un día de mierda y no ando llorando y luego mandando al diablo alguien que intenta ayudarme - Dije molesto.
Yo nunca me molesto. Así que no sabía quien estaba más sorprendido ella o yo.
- ¡Mi novio me engañó! - Me gritó.
- ¡Mi novia igual! - Grité.
Ella se quedó callada y después de un rato comenzó a reír al igual que yo.
- No debí gritar - Dijo con una sonrisa triste - Realmente me siento mal.
Entendía lo que sentía, yo me sentía igual, sólo que, ella no tenía miedo en demostrar sus emociones. Hay algo en ella que me gusto, me gusto mucho.
- Yo igual, -Hice una pausa -. ¿Cómo te llamas?
Ella limpió sus ojos antes de mirarme con una pequeña sonrisa.
- Natalie, ¿Y tú?
- Aiden. - Me puse de pie - ¿Te acompaño a casa? No soy un violador o algo parecido, pero se hace tarde y podrías encontarte con uno.
Ella miró el cielo y luego a mí.
- He cometido peores errores - Murmuró poniéndose de pie.
Ella fue mi mejor error.
( - - - - )
Raven Pov.
Durante la muerte de su Madre..
Mi mundo ya no giraba como normalmente lo hacía, mis ojos estaban llorosos e inyectados de sangre.
Una chica bajita y linda con la mirada triste se presentó al funeral de mi madre, junto con varios hombres vestidos de azul oscuro. Tenían una inscripción en el pecho con una gran O. Los omegas. Mi madre era una, pero no sabía si ellos vendrían. Creó que sabía quien era esa chica.
- ¿ Qué quieren? - Les Gruñí.
La chica se adelantó a todos ellos.
- ¡Este es el funeral de mi madre! ¿Quien te crees que eres?
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Las Adicciones De Un Príncipe.
Novela Juvenil"La Realeza Y La Riqueza". Dylan Dadpe Un Príncipe Responsable. Jake Goys Un Chico Diferente. Alexis Benner Una Chica Complicada. QUEDA TOTALMENTE PROHIBIDO HACER CUALQUIER ADAPTACION, O CUALQUIER DERIVACIÓN DE ESTA HISTORIA SIN MI PERMISO. DEMOS P...