Capitulo 1

142 5 2
                                    


Chelsea:

Sídney. No, no hablo de la ciudad sino de un chico, ahora te preguntas ¿Quién carajo es este tipo? Quizás te identifiques con él o lo veas como un perdedor y yo como lo conozco muy bien de toda mi vida lo creo. Un perdedor que se levantó y lucho, un modelo a seguir, un tipo estupendo, alguien que no se mereció sufrir tanto. Pero bueno eso será lo que contare esta es la historia de un adolecente y su primer amor.

Era una mañana de noviembre del 2013 en Vancouver, todo parecía una mañana tan normal en nuestra familia los Wayans. Mi hermano y yo éramos diferentes aun de ser gemelos.

-¡Chelsea!- es el grito de mi mama buscándome. Por cierto es mi nombre.

-mande, mami- le respondo con una sonrisa falsa pero para que me intente creer.

-¿qué es esto?- me pregunta sosteniendo una hoja de máquina. Pero no cualquiera. Mi examen de matemáticas.

-¿Por qué hurgas mi mochila, es mi espacio privado.

-eres una deshonra para la familia sabias.

-ok. Y déjame adivinar vas a volver a compararme con Sidney.

-es inevitable.

Y lo vuelve a hacer empezó con el canturreo y no paro hasta que el autobús llego. Salí rápidamente de la casa y atrás de mi Sidney, los dos entramos y como es costumbre nos sentamos juntos. El hace lo mismo de siempre saca un libro y lee hasta llegar al colegio pero hoy no leyó todo el camino.

-perdón.-dice él.

-¿porque?-le respondo.

-por lo de mama.

-sabes muy bien que no me importa.

-eso no es lo que parece.

Me arreglo en el camino haciéndome una muy sencilla cola de caballo. La mayoría de las personas pensaban que nuestro pelo era de otro planeta pero en realidad era castaño pero un castaño hermoso y de envidiar.

-sabes si quieres yo te podría ayudar.- dice Sídney

-no te necesito. Pero tú a mi sí.

-¿Por qué lo dices?

-te podría enseñar a conocer chicas y hablar con ellas.

-aun no necesito eso tengo esto.-dice sacudiendo el libro.

-pero cuando lo necesites seré tu doctora del amor.

-Chelsea, el amor no será mi prioridad y menos en nuestro último año de secundaria.

-eso dice tú.

Todo lo que quedo del camino fue como siempre Sídney leyendo un libro azul con una especie de pájaro o quizá una paloma que sinceramente nunca pude pronunciar el nombre y yo con mi Smartphone. Salimos del autobús y me dirigí al baño para arreglarme el pelo y como es de costumbre llegue tarde a la primera clase de matemáticas con la profesora Loris Morris.

-que madrugadora señorita Wayans.- dice mi profesora con ironía.

-no sé por qué lo toma como sorpresa todas las mañanas es lo mismo.

-odio su arrogancia. Ojala fuera como su hermano.

Le clavo una mirada asesina y ella me hace el gesto de que pase. Me siento en mi pupitre junto a mi mejor amiga Jasmine.

-tarde otra vez- me dice ella.

-ya sabes como soy.

-tienes razón.

-disculpen individuos. Quiero que conozcan a Luna ella es mi sobrina y será su compañera de clases desde hoy.- anuncia la profesora Lori.

-soy Luna Steels. No soy canadiense, soy británica y vengo de Manchester. Me gustan los libros y soy muy buena estudiante.

Yo la vi y mis ojos se le clavaron en ella. Era de piel pálida, pelo negro como la noche y unos ojos cafés. Ella era perfecta para Sídney. Era su alma gemela.

-¿Qué te pasa? Vistes un fantasma.- me pregunta Jasmine.

-no, vi algo mejor.

-¿Qué? Me estas asustando.

- a mi primer y nueva cuñada.

Sídney :

Llegue al salón a tiempo como es de costumbre y fui a mi pupitre junto a April y Carl que son mis 2 mejores amigos aunque muchos creen que ellos son pareja la realidad no lo son Carl estaba saliendo desde hace 6 meses con una de nombre Abigail que era muy guapa de pelo rubio y piel blanca, con lentes que la hacían más atractiva y llamativa. Mientras que April nunca había estado en una relación como yo pero es porque ella es muy dedicada al estudio y no le interesan los chicos pero muchos morirán por salir con ella. Es muy guapa de pelo rubio corto y piel pálida. Pero a mí no se me hacía atractiva. Las clases se hicieron aburrida no había nada nuevo o mas bien todo lo sabía.

-Sidney, ¿Qué haces?- me pregunta Carl.

-nada solo leo. ¿Cómo van las cosas con Abigail?

-genial ella es la mejor.

-ojala algún día yo pueda decir eso.

-y lo harás solo necesitas encontrar a la persona indicada.

-ya tardo mucho.

-tranquilo, todo a su tiempo mírame te acuerdas de Hadley.

-si, como no olvidarla lloraste por ella como un mes entero.

-lose pero dios me nada a Abigail que es mucho mejor.

-desde cuando eres católico.

-cristiano.

-bueno pero desde cuándo.

-seis meses. ¿Por qué?

-ya entiendo, ¿Abigail es cristiana?

-sí.

-eso explica todo. Hacen linda pareja.

-gracias, ¿quieres un truco de magia?

-claro.

El saco sus cartas y empezó a barajear, eran de póker.

-¿vez el joker?

-claro.

-ok. ¿Y el as?

-también.

El coloca la carta del joker en el piso y luego la sacude al levantarla y se convierte en el as nunca se cómo lo hace. Después de su truco el timbre sonó y el salió disparado del Salón mientras yo en mi triste y solitaria esquina abrí mi libro.


Chelsea y SídneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora