-¿Un té está bien, Yatogami?
Era la segunda vez que la madre de Hiyori le preguntaba a Yato si quería tomar té, estaba tan nervioso que tartamudeaba, asentía con la cabeza y se quedaba mirando a un punto de la habitación totalmente ausente. Su padre aún no había llegado y eso le había puesto aún más nervioso.
-Mamá, puedes llamarle Yato. – le susurró Hiyori mientras iban a la cocina a por algo de comer.
-¿Seguro que está en el instituto? Se le ve mayor...
-Sí, está en tercero y es el presidente del consejo estudiantil.
-Ara ara, eso está muy bien, seguro que es un chico muy inteligente y serio.
Hiyori rio mirando hacia otro lado; inteligente no sabía si lo sería pero serio, lo que se dice ser una persona seria estaba claro que Yato no poseía esa palabra en su vocabulario.
-Ya estoy en casa~~
-Tu padre ya ha llegado. Déjame que yo vaya a recibirle y tú te quedas con Yato a esperarle.- su madre corrió hacia la entrada pero se dio la vuelta mirando a su hija y a su supuesto novio – Tranquilos, todo saldrá bien. Contáis con mi total apoyo.
Aquellas palabras aliviaron un poco los nervios de Yato a quién le temblaban las piernas. Hiyori no pudo evitar una risotada al verle de esa forma, jamás lo hubiera imaginado, por el instituto iba dando saltos y diciendo tonterías y ahora estaba hecho un flan. ¿Sentiría vergüenza por alguna otra cosa más? ¿Miedo? ¿Nervios? Quería conocer todas las facetas de ese extraño chico de ojos eléctricos.
-Bienvenido a casa, papá.- Yato dio un pequeño salto de pánico al ver como Hiyori saludaba a su padre e inmediatamente éste se fijaba en el pobre Yato que no hacía nada más que temblar – Aquí lo tienes. Yato éste es mi padre, papá, éste es mi novio Yato.
-Encantado.- dijo el padre de Hiyori en un tono serio y amenazante.
-En-¡ENCANTADO! – gritó haciéndole una reverencia muy exagerada. Al levantar la cabeza tanto Hiyori como su madre se reían mirando para otro lado salvo su padre que lo observaba con mucha más seriedad con la que había entrado a la salita.
-Siéntate cariño, en seguida te traigo el té. Hiyori, ¿Puedes ayudarme?
Yato le lanzó una mirada de socorro a Hiyori pero ésta le hizo una señal con las manos para que se tranquilizase. Yato tomó asiento una vez que el padre de Hiyori se sentó justo enfrente de él sin dejar de observarle.
-¿Y bien? ¿En qué curso estás?
-En tercero, señor.
-¿Cuál es tu ranking en los exámenes?
-Suelo estar entre los diez primeros, señor.
El padre de Hiyori soltó un bufido y murmuró algo ante la cara de pánico de Yato.
-¿Estás en algún club?
-Soy el presidente del consejo estudiantil, señor.
-Ooooh.- eso pareció interesarle un poco pero su semblante serio no se aflojó ni un poco - ¿Fue reñido el puesto de presidente?
Yato tragó saliva y miró por encima de su hombro para ver si Hiyori y su madre volvían pero seguían preparando el té.
-Fui el único candidato para presidente, señor.
-Ah, ya veo... - y de nuevo, esa pizca de interés que había conseguido captar se esfumó tan rápido como llegó - ¿En qué trabaja tu padre?
En ese momento los nervios que sentía Yato se esfumaron y un ápice de tristeza afloró en su interior, sabía que tarde o temprano tendría que hacerle frente a esa pregunta pero no esperaba que fuera tan pronto.
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Vidas de Instituto
RandomCrossover entre 4 de mis muchas OTPs favoritas... Cuatro amigos, cuatro amigas, mismo instituto, diferentes cursos, diferentes clubes, pero varios de ellos forman parte del Consejo Estudiantil y gracias a esa unión los ocho personajes empezarán a fo...