Capitulo 19

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-Veo que has encontrado el lugar.

-¿Yui? ¿Qué haces aquí?

-Descansar.- dijo la chica sentándose al lado de Hinata.

-Pensaba que estabas disfrutando del festival.

-Y así era, pero necesitaba salir de la multitud y respirar.- decía mientras se quitaba la gorra y la mascarilla que le tapaba la boca. Su larga melena rosa cayó sobre su espalda. La luz de la luna reflejaba el tranquilo mar dónde solo el lejano murmullo del festival se escuchaba a lo lejos - ¿Te cuento un secreto? – Hinata asintió – Este es uno de mis lugares favoritos de la playa. Este hermoso acantilado. ¿Cómo lo has encontrado?

Hinata se encogió de hombros pero no llegó a responderle. Yui tampoco quiso saber más, sabía que el chico era solitario, el más solitario del grupo y que de vez en cuando se alejaba de todos para estar solo y poder sumergirse en sus pensamientos. ¿En qué estaría pensando ahora mismo? Se preguntaba la pelirosa que le miraba de reojo.

-El concierto ha estado genial.

-¿Si? Menos mal.- dijo Yui dejando escapar un largo suspiro de tranquilidad – Estaba muy nerviosa. No es la primera vez que vengo a esta ciudad y los fans son muy cariñosos pero estaba nerviosa por otras cosas.

-¿Cómo cuáles?

-Vosotros.- Hinata la miró sin entender nada – Era la primera vez que mis amigos venían a verme a un concierto. Intentaba no miraros pero me era imposible y, conforme iban pasando las canciones y veía a Yato saltar, gritar y a los demás pasándoselo bien los nervios se esfumaron de repente. Ha sido una sensación muy extraña...

Yui se abrazaba a sus piernas. Aún sentía esa extraña sensación.

-A mí me ha gustado. Sois muy buenas.

-Gracias.

Yui abrió la boca para decir algo más pero no sabía cómo sacar el tema. ¿Debería contárselo? ¿Debería revelar su secreto? Estaba segura de sus sentimientos pero no quería borrar otros muchos más importantes para ella.

-Esa última canción...- susurró Hinata haciendo que el corazón de Yui saltase nervioso en su interior – Ha sido preciosa. ¿Es la que compusiste aquel día en la sala del consejo?

Yui miró al cielo pensando hasta recordar ese día.

-Sí, pero he cambiado algunas cosas.

-¿También es la canción que querías que escuchase el otro día? – Yui volvió a asentir y su estado de ánimo cayó drásticamente – Lo siento, ese día no me encontraba muy bien pero debo de decirte que eres muy buena escribiendo canciones y cantando. Llegarás lejos. Aunque estoy seguro de que estarás cansada de escuchar a todo el mundo decirte esto.

Hinata reía pero Yui no.

-No es lo mismo esas palabras en bocas de fans que en la boca de personas que realmente te importan. Mizuki solía repetírmelo todos los días. Cuando comenzamos con el grupo era muy negativa, no tenía confianza en mí misma y eran las chicas quiénes escribían, pero un día Mizuki me escuchó cantar un trozo de esta canción y, bueno, fue él quien me animó a seguir componiendo.

-Era vuestro mánager, por tanto era su trabajo.

-No lo hizo por eso. Como ya te dije antes, la canción está modificada. En esos días me sentía vacía, no encontraba ningún significado a estar viva pero él fue la razón que llevaba buscando todo ese tiempo. Él fue mi razón para seguir viviendo.- Yui se quedó en silencio y Hinata no sabía si interrumpirla o seguir escuchando aquellas palabras que parecían herir a su amiga. ¿Realmente quería escuchar esa historia? – Ahora, aunque la canción diga que camino sola en realidad no es del todo verdad. Estoy sola en parte.

-¿A qué te refieres? ¿No te sientes bien con las chicas? ¿Con nosotros? ¿Somos una molestia?

-No, no, para nada.- Yui movía la cabeza para un lado y para otro, al igual que gesticulaba con las manos – Sois mis primeros amigos y me encanta estar con vosotros pero... Ha pasado algo que jamás pensé que pasaría o, al menos, no tan pronto.

-¿A qué te refieres?

Yui tomó aire y, mirando hacia Hinata, su rostro se iluminó con una hermosa y amplia sonrisa.

-Me he enamorado.

Hinata sintió como su corazón se encogía unos segundos para continuar latiendo con lentitud y una punzada de dolor. ¿Se había enamorado? ¿De quién? Se preguntaba el chico poniéndose nervioso.

-¿Eso es malo? – quiso preguntar de quién pero no quería oír su respuesta. Tenía miedo de saber quién era.

-Sí, es muy, muy malo. Horrible. No debería de sentir esto que siento. No debería haberme enamorado.

-¿Por qué? No me digas que ese chico tiene novia.

-No lo digo por eso, Hinata. Hay otros motivos por los que no debería de haberme enamorado de él pero, cuando me he dado cuenta ese sentimiento ya estaba dentro de mí, haciéndose cada vez más y más fuerte, más intenso. Cada vez que estoy a su lado siempre discutimos pero su sonrisa, su forma de hablar, su torpeza, hacen que cada día le quiera más y más.

Hinata estaba confundido. Tenía que ser uno de ellos, pensaba el chico pero ¿Quién? Yui apenas hablaba con los demás, era con él con quién más solía hablar y discutir. Discutir... Hinata miró asombrado a Yui quien ésta, a su vez, seguía sin dejar de sonreír.

-Veo que te has dado cuenta.- Hinata abrió la boca sorprendido. ¿ÉL? ¿Era él? – No es una confesión, puedes estar tranquilo, pero algún día lo haré. Ahora mismo no quiero borrar los sentimientos que aún siento por Mizuki. Él fue mi primer amor y mi corazón sigue lleno de recuerdos y momentos vividos con él. Quizás el día que me confiese no sirva para nada pero no quiero perder la relación que tenemos ahora mismo. Estoy bien con ser solo tu amiga, Hinata.

Yui sonreía y no era una sonrisa triste ni decaída, estaba llena de vida y segura de sus palabras y de sus sentimientos. Hinata la entendía, entendía que no quería eliminar la esencia de Mizuki, sus recuerdos ni lo que un día sintió por él. ¿Podría él hacer lo mismo con esa persona? ¿Podría seguir adelante con esos sentimientos que estaba empezando a sentir?

-Yo me vuelvo al hostal.- dijo de repente - ¿Te vas a quedar un rato más? – Hinata no le contestó – Hinata, no pienses mucho en lo que te he dicho. Sí, me gustas, me gustas mucho pero, aunque me haya enamorado de ti también lo estoy de Mizuki, por eso no pienses mucho en todo esto. Sigamos como hasta ahora, ¿Sí?

Pero seguía sin contestar.

Yui se estaba arrepintiendo de habérselo dicho. Debería haberse callado sus sentimientos hasta estar segura de dar el paso.

-Hinata yo-

-¡Me gustas! – gritó el chico poniéndose de pie y cogiéndola de la mano – A mí también me gustas Yui, muchísimo pero, pero... yo tampoco puedo estar contigo ahora mismo. Hay alguien más, hay alguien con quien debo aclarar las cosas.

-¿Puede que esa chica sea el motivo de tu palidez del otro día? – Yui observó a Hinata asentir y le apretó la mano – Entiendo. Entonces, hagamos una cosa – Yui levantó el dedo meñique Hagamos una promesa de meñiques.

-¿Eh? Pero eso es muy infantil.- bromeó Hinata retirándose un poco pero sin dejar de soltar su mano.

-Puede, pero nos ayudará a seguir adelante. ¿Lo intentamos? – Hinata aceptó y unieron sus meñiques – Prometo que el día que deje marchar a Mizuki y sea capaz de sentirme bien conmigo misma, me confesaré a ti.

-Prometo que el día que resuelva mis sentimientos con esta persona, te diré que estoy oficialmente enamorado de ti.

Ambos estallaron en una carcajada, y entre empujones y carreras por la playa, decidieron que era mejor terminar el día viendo los fuegos artificiales con todos y, ambos, enviaron mensajes a sus amigos para encontrarse en un mismo punto y dar por concluida aquella mágica noche.


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