Capitulo 13

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-¿Yu-YUIIIIII?

-¿¿HINATA SENPAI??

Ninguno daba crédito a lo que veían. ¿Cómo era posible que estuvieran en el mismo edificio? ¿Cómo era posible que Yui acabase de salir del ascensor con bolsas de la compra? ¿Acaso vivía allí? Se pregunta Hinata que negaba con la cabeza una y otra vez. Nunca había visto a su vecino pero siempre había dado por hecho que sería alguien que estuviera trabajando y sería un hombre, pero, ¿Por qué lo había dado por hecho? Su padre nunca le comentó nada de quién vivía en ese edificio...

-¿Vives aquí? – preguntó alterado.

-¿Tú eres el hijo del dueño de este edificio? – preguntó Yui olvidándose de la compra y de todo el desastre de cristales y leche por todo el suelo. Hinata asintió – Pero, tu apellido no es el mismo.

-Eso es porque uso el apellido de mi madre. – Yui le observó y vio un ápice de tristeza en los azules ojos del chico que le quitó importancia moviendo la cabeza sin comprender cómo era posible que Yui viviera allí y no se hubiera enterado antes – No lo entiendo. ¿Por qué estás viviendo aquí?

-Es una larga historia.- sonrió mientras se encogía de hombros – Si me ayudas a recoger todo esto te la contaré, aunque en realidad ha sido culpa tuya, ¿A dónde ibas tan rápido?

-A comprar, tenía...que... ¡¡MALDITA SEA, EL PARTIDO!! – gritó mirando el reloj. Aún faltaba media hora para su comienzo pero le llevaría un rato limpiar todo el suelo. Para cuando regresase a casa tras comprar el partido ya llevaría bastante comenzado.

-¿El partido?

-Sí.- dijo Hinata guardando todo lo que había sobrevivido en las bolsas de plástico con rapidez – Es el partido más importante de la liga de beisbol y quería verlo pero cuando fui a prepararme la cena no tenía nada en la nevera, por eso iba tan corriendo para volver lo antes posible.

Yui también se había agachado para ayudar a recoger.

-¿Y por qué no pediste algo para cenar? - en ese momento Hinata miró a Yui con cara de bobo lo que provocó en ella un largo suspiro – Sabía que eras tonto pero no tanto, senpai.

-Es-eso no es verdad, solo estaba nervioso y no pensaba con claridad.

-¿Y cuándo lo haces? – murmuró la chica lo suficientemente bajo para que lo escuchase. Hinata abrió la boca pero la volvió a cerrar, si ahora se peleaban estaba claro que no llegaría a tiempo a ver el final del partido. De nuevo escuchó a Yui suspirar - ¿Por qué no vienes a mi casa y lo ves desde allí? Podemos cenar juntos y así te cuento el por qué vivo aquí. ¿Qué te parece? Ya podrás hacer las compras mañana.

Hinata vio como ésta se levantaba y cargada de nuevo con las bolsas, había que recoger los cristales y limpiar el suelo pero entre los dos acabarían pronto y, aunque pareciera extraño, no dudó ni un ápice en aceptar la invitación. Le agarró una de las bolsas y juntos subieron hasta el último piso, donde vivía Yui, para volver a bajar, recoger los cristales y limpiar el suelo. Luego volvieron a subir justo a tiempo para que Hinata pudiera ver el comienzo del partido mientras Yui preparaba algo para cenar.

Ninguno habló durante el tiempo en el que ambos estaban ocupados, no era el momento de hablar, sin embargo ni Yui estaba centrada en la cocina ni Hinata en el partido, estaban nerviosos, y no conocían el motivo de ese nerviosismo mutuo.

-Itadakimasu~ - juntaron las manos para agradecer esa comida y empezaron a comer en silencio.

-Esto está muy bueno. Ignoraba que supieras cocinar.

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